Uno pensaría que al ser pareja alguno de los dos se apiadaría del otro y lo dejaría ganar. Pero, no. Perce y Nicks eran una pareja un poco más fuera de lo común. Cuando estaban haciendo sus competencias se las tomaban en serio. Ninguno se daría por vencido, ni intentaría realmente romper las reglas. Así que eran uno contra uno, en lo que fuera que hubiesen decidido competir por. En aquel momento, era Perce contra Nicks, Di Angelo contra Jackson, ambos escalando un muro.
— ¡Llegué! —exclamaron ambos al colocar sus palmas sobre la supercifie del muro, los dos exactamente al mismo tiempo.
Con un último impulso los chicos acabaron sentándose en el borde, y dieron un vistazo abajo. Dos cabelleras rubias, aunque una con mechas de colores, una castaña, que aún desde arriba se veía perfectamente cuidada, y otra negra, todas pertenecientes a las tres chicos y un chico que los esperaban abajo, y especulaban qué habían apostado en aquella ocasión (Anne y Pipes). Nicks se volvió a ver a Perce, a su lado. El reto no fue tan duro para ninguno de ellos, a decir verdad, ya que habían escalado muros hasta en llamas.
— ¿Quién ganó? —preguntó el chico que se había quedado unos bonitos setenta años encerrado en un casino.
—Nadie. Empate, así no vale.
Nicks rodó los ojos, y agregó a la escena un golpe juguetón al brazo de su novio.
—Así que somos igual de buenos en escalar muros.
Perce sonrió ladinamente.
—Claro. Somos igual de buenos... individualmente —comenzó Perce llamando la atención de Nicks. El chico, con piercings y un par de tatuajes con Tinta de Dríade ocultos por su ropa, extendió su mano, para tomar la de su novio. Perce suavizó su sonrisa, y miró directamente a los ojos a Nicks—. Pero juntos somos prácticamente invencibles, Nicky. No lo olvides.
Perce apretó la mano de Nicks al inclinarse para depositar un casto beso en los labios del otro chico. Di Angelo sonrió. Sí, esas palabras eran reconfortantes, cálidas y eran una honestidad dura de parte de Jackson.
—Estoy contigo por siempre, ¿de acuerdo? Y no te librarás de mí. —La determinación que Perce se cargaba era característica de él, siempre cumpliendo sus promesas aún cuando fueran en contra de la voluntad de los dioses.
Nicks sonrió enternecido. Bueno, el chico de raíces italianas tenía que admitir que el estadounidense sabía cómo utilizar las palabras para hacerlo sentir tan bien como tal mal, al mismo tiempo. Nicks sabía de esas palabras, eran prácticamente hechos, los dos estaban unidos porque se querían, los dos se apoyaban, se esforzaban por cuidarse el uno al otro, eran un equipo. Pero el destino no venía en paquete, sino que cada uno tenía el suyo, y claramente Nicks tenía enfrentarse al suyo en aquella misión. Y tenía miedo. Miedo de perderlo todo.
—Lo siento por lo del camión, me porté como un idiota —se disculpó Nicks sintiéndose arrepentido de dejarse llevar de aquella manera por sus temores, que nunca habían sido tan fuertes y eso que no estaban en una situación que lo pusiera a prueba. Nicks tenía que controlarse y lo sabía.
—No te preocupes, pequeño idiota.
—Técnicamente soy mayor que tú.
—Pero no más alto.
Los dos rieron. No había ganado ninguno un favor del otro, pero ahí estaba lo que era una certeza, se tenían al otro, siempre. Ambos chicos se dieron un beso más, o tal vez dos, antes de que la voz de Anne les recordara que aún tenían una muy larga travesía que hacer.
— ¡Me encargaré de tirarlos desde el Empire State si siguen besuqueándose ahí arriba y no se ponen a ver si hay algo que nos sirva del otro lado del muro!
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Cambiándolo todo [PAUSADA]
Fanfic"Han chocado dos mundos tan diferentes pero tan iguales." Las Moiras tenían grandes planes para Percy. Pero lo que él llegase a hacer en 'el otro lugar' era totalmente a su libre albedrío. Percy Jackson y los dioses del Olimpo fanfic. ADVERTENCIAS: ...