Capitulo 11. Rescate.

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A veces debemos preguntarnos si hay vida despues de la muerte. ¿La abra? Creo que es un miedo constante que tenemos todos, pero mas que eso es el echo de dejar solos a nuestros seres queridos. Todas las personas a las que amo estan para mi y debo agradecer a Dios que por ello, son la mejor familia que podría tener y no los cambiaría nunca.
—Tenemos la ubicación exacta, con el GPS llegaremos sin inconvenientes.
—Ya saben el plan, no quiero errores la vida de Sarada esta en juego— soltó Kakashi antes de llegar al lugar donde se encuentra Karin. El hotel está en ruinas y puedo jurar que se me erizo la piel. Mi hija está ahí adentro y ya quiero sacarla de de ese lugar y tenerla en casa. Sakura esta nerviosa, puedo sentirlo pero su rostro está tan inexpresivo como el mío y eso me gusta, ella sabe delante de quien debe mostrar sus sentimientos y ahora no es momento de eso. Tenemos que salvar a nuestra hija. Con sigilo entramos al lugar no vemos a nadie custodiando nada y eso me preocupa. Al subir al segundo piso escuchamos a varios hombres riendo. Mis sentidos de agente se ponen alerta y le hago señas a Naruto ya que Kakashi prefiero esperar afuera para llamar a refuerzos cuando haga falta y es mejor. Mi. Mejor amigo carga su arma y se aproxima adelante mientras yo cubro al mini dobe y a mi esposa. Ella lleva un arma en la mano pero se que no sabe disparar con maestría y que por cualquier cosa puede disparar y puede herirnos pero yo se que ella es inteligente y que sabrá en que momento usarla. Se que apenas suene el primero disparo el tiempo será en regresivo y deberemos encontrar a mi hija de prisa.
Cuento que hay cinco hombres y Naruto tiene a dos en la mira y yo puedo disparar a los otros dos así que me giro y miro a mi esposa.
—Boruto cuando suelte el primer disparo quiero que dispares al único hombre que quede en pie, ¿entiendes?— el asiste, no hay miedo en su mirada ni esta nervioso. Solo veo rabia— Sakura cierra los ojos— con cautela apuntó hacia su cabeza, no quiero que haya errores ni entrometidos, el Dobe hace una señal y disparamos al mismo tiempo, cuatro hombres caen desplomados en el suelo y Boruto sin esperar que le digamos nada, apunta y dispara. Un tiro perfecto y seco en la frente y lo miro con aprobación. Solo aquel que pueda disparar sin asco para salvar a mi hija tiene mi aprobación. Tomo la mano de mi mujer y seguimos subiendo al tercer piso, lo inspeccionamos y no hay nada. Cuando llegamos al sexto piso veo a Suigetsu, el supuesto doctor que diagnóstico a mi mujer con cáncer y mi vista se nubla. Esta hablando con alguien.
—Karin no te dejará tocar a la niñata esa— Suigetsu le grita a otro hombre.
—Está muy linda la niña y quisiera tenerla en mi cama, ella me debe dinero y si me deja probar a la niña— no pude escuchar más y cuando iba a disparar Boruto se me adelanta y suelta dos disparos al tipo que estaba hablando de mi hija como si fuera una puta, Suigetsu se asusta y saca una pistola pero antes de que pueda hacer nada Naruto sale a defender a su hijo y yo aprovecho para buscar a mi hija, se que ella esta aquí en algún lugar. Mi mujer corre junto a mi y se que algo malo pasará.
—Creían que no me daría cuenta que estaban aquí— la voz de Karin hace que gire mis talones, ella tiene un arma en la mano y yo me pongo en guardia— veo que trajiste a tu mujercita, ya quiero matarla.
—¿Donde esta Sarada?
—Quisiera decirte que muerta pero aun no la mato, primero quiero acabar contigo maldita zorra.
—Aquí estoy, ven por mi— mi mujer sin medir peligros se enfrenta a Karin, ambas están cara a cara— busca a nuestra hija mientras yo me encargo de ella, salva a Sarada como me prometiste— la veo tan determinada que no dudo en hacer lo que dice, corro y Karin suelta un disparo en mi dirección pero mi mujer se lanza a su cuerpo para que pierda el equilibrio y el tiro falle. Corro y corro buscando a Sarada. Sakura no se dejará vencer tan fácil. Es mi mujer así que confío en ella. Cuando llego al séptimo piso grito al ver a mi hija colgada de una cadenas. Parece estar inconsciente pero mi lado de padre se alarma.
—Sarada— grito al tocarla, esta fría. Busco algo con que bajarla pero mierda, no veo nada. Maldigo y opto por disparar a las cadenas, antes de que mi pequeña toque el suelo yo la tomo en brazos.
—¿Papa?
—Mi pequeña, ¡Dios mi niña!
—Papi— quito la venda que cubre sus ojos y veo que tiene la mejilla mirada y la ceja partida. La mataré, Karin morirá hoy. Sus ojos se abren lentamente y lloro con ella. Me abraza y la levanto en brazos para sacarla de ese lugar, cuando voy a bajar las escaleras vienen tres tipos y como tengo a mi hija consigo disparar a uno solo y rezo para que los otros no hagan nada pero como si el destino quisiera que todo saliera vienen veo a Boruto disparar con maestría a los otros dos hombres y respiró aliviado.
—¿Ella está bien tío?
—Si, quiero que te la lleves y la saques de aquí, no vuelvan— dejo que la tome en brazos para sacar mi otra pistola de mis pantalones. Ella lo abraza y esconde su cara en su cuello llorando— haz que el curen esas heridas.
—Papa, esa mujer me engaño. Quiere matar a mama. Quiere dañar a mi mama, no dejes que le haga daño— mi hija llora y yo beso su cabeza.
—Tu madre estará bien, tranquila hija— le acaricio la cara y le sigo que la amo—Yo te cubro, saca a mi hija de aquí—asiste y el sigue mis pasos muy sigiloso y yo mato a todo aquel que se aparece en mi campo de visión.
Sarada esta asustada y yo trato de que no vea como mato a diestra y siniestra.
Cuando consigo que bajen por otras escalera para que nadie los vea regreso a por mi esposa. Espero ella este bien o mataré a todo aquel.



Disculpa, mil veces disculpas. No te ego excusas más que comencé a trabajar. Los amo. Besos.

Felicidad Completa 3. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora