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Hoy en día.

Narra JinYoung.

Era tarde en la noche ya, DaeHyun hacía poco rato se había quedado dormido abrazándome a modo de cucharita yo de espaldas a él y él apegandome contra su torso entre brazos; eso me encantaba, dormir sintiendo el calor de su cuerpo tras de mi.

DaeHyun dejó un suspiro y se acurrucó mejor tras de mi, con cariño y como si estuviera protegiéndome de la oscura noche que era, miré hacia la ventana, una clarita luz de la luna reflejaba la habitación de una manera ténue, volteé ligero y apenas, cuando vi el rostro de Dae sonreí de manera ligera volviendo a la posición en la cual estaba antes de voltear.

Dejé un suspiro tranquilo, él se aferró de mi cintura como si yo tratase de un peluche, tomé sus manos entrelazando mis dedos con las mismas, DaeHyun se movió apenas exponiendo un poco mejor a la luz sus brazos, manos y muñecas.

Por milésima vez vi sus marcas en la piel.

Las toqué con delicadeza, eran cicatricez, hoy él ya con 24 años había superado esa etapa de su vida.

Me alegra decir que fui su razón de superar aquellos oscuros tiempos.

El rostro de DaeHyun se acurrucó con delicadeza entre mi hombro y mi cuello tras de mi, el apego entre ambos se hizo más cálido e intenso, yo me acurruqué mejor mientras acariciaba sus manos y las partes interiores de su brazo, los relieves de sus cicatricez en los brazos seguían aún vigentes y notables.

¿Cuándo iba a ser posible borrar aquello?

No lo sabíamos ninguno de los dos.

La historia no se borra, solo se pretende olvidar para aquellos quienes son débiles y los más fuertes reemplazan sus recuerdos con mejores vivencias; quienes no pueden soportarlo más solo optan por desaparecer del mundo.

Podía decir entonces que DaeHyun, mi actual pareja ya desde hacía varios años, era de los suicidas fuertes.

Él estuvo justo a punto de no soportarlo más, estuvo a punto de ser de los más débiles, pero dio un giro inmenso a su futuro y cambió su destino e historia por completo.

Cuanto agradecí ser yo su razón; de nuevo.

Cuanto agradecí estar yo entre sus brazos en una cama y de noche, así durante años y aún nos quedaban más años por pasar juntos.

Agradecí ser yo quien regía el corazón de DaeHyun por más odio que él alguna vez me tuvo, ser victorioso con lo que quise me hizo ser el hombre tan feliz que era ahora.

Pasaron tantos años y lo recordaba como si aún estuviera pasando en estos días, lo cual fue extraño pero jamás lo iba a olvidar.

Coloqué la sábana a la altura de mis caderas para poder taparnos a ambos al menos así, la noche era cálida como para taparnos demasiado, mi mano volvió a aferrarse de la de él.

Pude recordar las primeras veces que nos acostamos juntos, sus nudillos hacía seis años no eran nada parecidos a los de ahora, los del DaeHyun de ese entonces estaban deteriorados, sus manos siempre lastimadas y mal cuidadas, a menudo tenía heridas cortantes y lastimaduras en sus dedos, ahora acariciarle las mismas era suave ya que no tuvo más de esas marcas, sus manos eran un punto débil mío, no podía evitar acariciarlo y aferrarme de las mismas.

Me dolía a veces recordar que con esas manos le hizo daño a tanta gente, incluso hasta mi.

Porque al igual que él tuve mi pasado oscuro, no era que yo fui suicida pero me encantaba pelear con gente incluso con armas o simplemente a puño limpio; realmente disfrutaba.

Más que todo cuando fui a un instituto con solo hombres.

Pelear me fascinaba, pero por diversión, cada vez que peleaba contra alguien y ganaba mi popularidad aumentaba y eso era algo que me encantaba bastante.

A DaeHyun también le encantaba pelear... eso me recuerda a cuando fue nuestro primer cruce en el instituto; yo tenía 16 años, DaeHyun 17 años.

Para ese entonces los bandos estaban bien formados.

Creo... que sería entretenido recordar un poco sobre como terminamos de pareja.

No tenía sueño, me acurruqué mejor mientras acariciaba los brazos y manos de él, comenzando a pensar sobre aquello que ocurrió 7 años antes.

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A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora