XLIV

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Abril; 2011

Narra DaeHyun.

Pasó un mes...

La depresión era severa.

De por si trapear pisos solitario es un trabajo deprimente, sumado al cansancio de las clases y el malestar por amor a JinYoung.

No podía sacarlo de mi mente ni un solo segundo.

Aquel castigo que duraba fácilmente unos cuatro meses, se alargó a todo el año cuando la esposa del conserje parió a su hijo y le dieron licencia para ayudarla a cuidar a su pequeño los primeros tiempos de su vida.

El día en que nos extendieron el cargo del castigo, Guk y yo partimos en ira...

Todo en nosotros se rompió.

Y volví a ser el mismo maldito suicida que toda mi vida fui, recordé que Junior me dijo:

''Cuando te sientas muy mal y yo no esté cerca, toma una agenda y escribe todos tus sentimientos, luego, quema la hoja y respira profundo pensando en lo que te haga más feliz.''

Dí un suspiro y terminé de trapear aquella zona por última vez, sequé el ligero sudor de mi frente para tomar en cuenta aquello de la agenda y predisponerme a hacerlo.

-YongGuk, yo me ducho primero.- aclaré antes de estrujar los trapos, el mayor sólo dio un ligero asentimiento de cabeza casi sin ganas y, ni bien acabé con todo lo que tenía que hacer, me fui al cuarto que compartíamos juntos con Bang.

Había estado en pena por YongGuk también, puesto que la relación de él y HimChan estaba algo deteriorada por tal faltas de tiempo, HimChan lo entendía, lo esperaba. Pero Bang se culpaba de ello, él ya siquiera mostraba entusiasmo de nada más que correr a los encuentros de HimChan todos los sábados.

Yo, por otro lado estaba malísimamente mal. Me negaba a ver la mayoría de las veces a JinYoung, una sola vez salimos los cuatro juntos, hacía tres semanas pero mi mala onda hizo que su tarde se arruinara, yo lo noté.

Desde entonces... me negué a arruinarle las cosas de nuevo.

  Llegué al cuarto, quité el uniforme de conserje con una amargada mueca y entré a ducharme mientras meditaba todo lo que era que podía escribir en aquella agenda.

-Si escribo que me quiero matar y en vez de quemar la hoja, me quemo a mi...- solté una risa algo vacía, mirando mis muñecas luego.

-¿Dónde estás tú para sanar mis heridas, amor?- fue una frase que dije con sumo dolor, posé mi frente en los cerámicos de la pared en la ducha, dejando que el agua me quitara tal pesadez, pensando en él. Pensando en que tal cerca estuvimos a besarnos en el baile de fin de curso, pensando en tales roces en el verano cuando pasé esa semana en su casa. Pensando en su todo.

Pensando en cuando compartíamos cuarto, cuantas veces lo vi cubrirse sonrojado cuando su camisa se subía al dormir, de cuantas veces fue que dejó ver su piel saliendo del baño sólo en toalla, pensando en cuantas veces fue que me perdí en verle sus lindos labios contarme cosas sin callar, su bella risa carcajear por cosas sin sentido, su inocencia plena, sus ojos que me ponían atención en cada una de mis penas. Sus manos acariciar mis cicatrices mientras me cantaba por lo bajo a calmar mis llantos.

Extrañaba sus abrazos, que durmiese abrazado a mi... extrañaba que me hiciera escuchar sus latidos para calmar mis dolores, mis ansias de lastimarme.

Lo extrañaba a JinYoung.

Suavemente y casi inconsciente, di un envión con mi cabeza, y con ello un golpe en mi frente contra los cerámicos, suspiré amargado a terminar de ducharme y salir de pijama al cuarto; el cual no era más que un pantalón de jogging suelto y una camiseta vieja, a buscar aquella agenda y un lapicero, poniéndome a escribir sin más y con enojo del momento.

~  Amor... ¿por  qué soy tan cobarde?

¿Por qué? Cuando iba a jugármela por tu amor, me castigan así... y yo estoy aquí, como un estúpido deprimido. No puedo hacer nada...

Sí puedo, no me animo, eso es distinto.

Pero, ¿y si me animo y me rechazas? Siquiera sé si te gustan los hombres... siquiera sé si puede gustarte un perdedor como yo, amor.

Estoy cansado, me siento la nada misma.

Quiero tus labios con los míos, quiero fundirme contigo en un abrazo, quiero demostrarte que te amo... pero soy dañino, te hago mal.

¿Crees que no me costó ver como tus dulces ojos se ahogaban en lágrimas por mi mala autoestima? O ver como temblabas si me veías sangrar, como te desesperabas por calmarme mis arrebatos. Es duro...

No hay que ser experto para saber que no voy a llegar lejos en esta vida... y ni bien me canse, haré lo que mi padre hizo.

Quisiera poder pasar este último tiempo contigo, pero si lo hago y luego termino en un suicidio... quizás te lastime peor de lo que jamás pude.

Me dijiste que cuando estuviese muy mal, escribiera que me pasa...

Lo que me pasa es que te amo, fervientemente te amo. Te amo como jamás amé a nadie en mi vida, y en algún lado leí que soltar también es amar.

Luego de quemar este papel... te arrancaré de mi corazón.

Será la peor vez que me he lastimado cuando lo haga, cuando me obligue a no pensarte, a ya no verte más.

Fue un gusto enamorarme de ti, me hiciste sentir querido, valorado, y aunque quise más de nosotros dos... no se puede.

Bendito sea quien te haga feliz, suertudo el que llegue a tocar tus labios con pasión, tu cuerpo con dedicación... y cuando mi recuerdo descanse en un pozo de un insignificante cementerio, nadie más que YongGuk sabrá que quise ser yo quien te pudiese amar al máximo.

Lamento todo. ~

Miré la nota, la leí entre lágrimas y busqué un encendedor, no tenía ninguno. Quise atreverme a romper ese pedazo insignificante de papel, pero las palabras tan puras escritas allí me detuvieron tal cual JinYoung me hubiese detenido de lastimarme.

Me hice un ligero bollo en la cama, entre un llanto desgarrador abrazando ese pedazo de papel con fuerza... la depresión me estaba ahogando fuertísimamente.

El recuerdo de JinYoung sólo alimentaba mis sollozos.

~

A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora