XVI

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Junio; 2010.

Narra JinYoung.

Y me empujó.

Lo vi al borde de las vías; verlo de esa forma cuando me acerqué en silencio me hacía doler el pecho.

¿Cuánto podía sufrir para hacerse esas cosas?

Ahora veía porque Guk quería que yo lidiara con Jung DaeHyun en ese momento; porque Guk sabía la razones y yo al no saber solo iba a insistirle que estuviera bien.

Como en su cumpleaños, que lo obligué a divertirse conmigo sin necesidad de que me dijera porque no quería; y Dae acabó divirtiéndose.

Pero ahora no era cuestión de divertirse, lo miré, él estaba de espaldas a mi y fui a posar mi mano en su espalda con cuidado.

El sollozaba tanto.

Lo abracé de su espalda con cierta fuerza, conteniéndolo.

Y me empujó.

-No me toques- dijo en un tono tan oscuro y entendible como si no hubiera estado sollozando en ningún momento.

De su empujón caí sentado pero no iba a rendirme, me levanté y fui a abrazarlo otra vez, él me brindaba empujones en seco para soltarlo pero yo me había aferrado a su camisa.

-No te resistas a mi abrazo DaeHyun... lo necesitas- susurré cerrando fuertemente los ojos con ganas de llorar.

-No necesito de nadie, mucho menos de ti- dijo él empujándome con fuerza.

Y cuando acabé en el suelo bajo la lluvia él se puso de pie y me miró.

Se veía horriblemente herido en todo sentido.

Tanto herido como en sangre que como de alma y sentimientos.

Me hizo doler cuando impacté el suelo y lo miré de manera fija; se notaba el odio con el que me estaba viendo a mi.

-Lárgate- dijo en seco.

Me negué.

Quise pensar que hice mal en negarme a aquello pero no, hice bien, me levanté del suelo y lo observé con mirada de pena, él hizo ademán de alzar su mano en señal de querer golpearme por invadir su espacio.

Narra DaeHyun.

Su insistencia en todo me molestaba.

Era un maldito momento y él venía a joder peor mi existencia; mi enojo crecía aún más.

¿Por qué cuando echaba a Bang venía Park?

Si eché a Guk fue para no desquitarme con él, ahora tenía a JinYoung molestándome y yo, peligrosamente necesitaba descargarme.

Su insistencia volvió a joderme.

¿era que no se daba cuenta que no lo quería cerca mío? Dos veces lo empujé fuerte y aún así no se iba ahora.

Maldito enano.

Apuñé mi mano y la alcé, fue como por ley de impulsividad y cuando hice ademán de golpearlo el detuvo mi mano en el aire tomando mi muñeca, mirándome con los ojos inundados en lágrimas.

-¿Hasta cuando creerás que golpeándome me vas a alejar? Han pasado meses DaeHyun... date cuenta que no funciona, maldición... dime que te pasa ¿qué puedo hacer por ti?- su voz sonaba quebrada.

Pero su agarre en mi muñeca dolía.

-Hasta que te golpee y te duela tan fuerte que te de realmente terror acercarte a mi... lo que podrías hacer por mi es irte y pensar en tus asuntos y no los míos- mi mano estaba tensa, quería descargar mi odio y lo estaba odiando por no dejarme solo.

-Dejarte solo no es un favor razonable... anda... golpéame si quieres... ¿crees que te tengo miedo? En el fondo eres un débil... un débil que no se deja ayudar por nadie por miedo al rechazo total ¿crees que no se que eres así? Maldición Jung eres muy obvio- sus palabras se acallaron por un golpe mío, que le dió vuelta la mirada y le hizo emanar sangre del interior de su boca.

-¿Quién es el maldito débil ahora?- murmuré con odio puro a sus palabras en cuanto a mi.

-Tú...- se resignó a no pelear conmigo físicamente y me miró sin importarle su labio roto.
-Tú eres el maldito débil... déjame curar tus heridas y me voy tranquilo sabiendo que no te desangraste como un idiota aquí- no aceptó una negación y se deshizo de mi chaqueta con algo de brusquedad.

Yo supe que las heridas le dieron impresión pero no dije nada más que ceder para que se fuera lo antes posible.

-A veces... tú das más lástima que tus estupideces- dijo él solo secando la sangre con ayuda de la lluvia.

-Te odio- mis ojos se llenaron de lágrimas por la angustia.

¿Qué me estaba pasando por la maldita mente? Odiar a el único que me curó las heridas, soy un idiota.

Pero lo odiaba realmemte.

El rato me dejó entre sollozos espontáneos, sollozos dolorosos que no pude atener siquiera frente a él, me pesaba en el alma.

Él dejó un suspiro, me abrazó incluso si no le correspondí para nada mientras yo lloraba.

-Dae... ven conmigo- susurró bajo para guiarme en donde un techo pequeño en la estación de tren abandonada, se sentó en una banca y me sentó al lado, no me soltaba del abrazo y yo me dejé hacer al no poder parar de llorar.

-No estás solo... tranquilo- susurró él en un tono angelical, me guió donde su pecho a que yo posara mi oído a oír sus latidos.

Era la primera vez en la vida que algo más que los cortes me curaba las penas.

Y me curó las penas mucho mejor que una daga en mi piel.

Sus latidos estaban calmos, JinYoung estaba inexpresivo pero acariciaba mi cabello y me mantenía encimado en su pecho; y yo solo me dejé hacer.

-Sabes... mis padres me faltaron demasiado... y mi niñera cuando yo lloraba me ponía a escuchar sus latidos mientras me acariciaba el cabello... y... es mágico como funciona de cierto modo- dijo cuando notó que mi llanto se había cortado y suspiró para limpiarse la sangre de su labio.

Solo asentí leve sin distraerme de sus latidos, desviando la mirada y lentamente cayendo en sueño sin casi poder controlarlo a aquello.

~

A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora