A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoung

XXI

Junio; 2010.

Narra JinYoung.

-Entonces por celos de mi popularidas me hace cosas en contra que no interesan demasiado en realidad... y- DaeHyun dejó un ligero ronquido y comprendí que se durmió.

-Que raro tú... que no me escuchas... pero no importa supongo- murmuré bajito mientras le acariciaba su cabello con suavidad, él se acurrucó contra mi pecho alzando un poco su cabeza de modo que tuve alcance a mirarle el rostro y sonreí leve mientras acariciaba su cabello.

-¿Por qué es que querrás matarme? No te he hecho nada malo- susurré sumamente bajo, DaeHyun dejó un suspiro tensando un poco su expresión y me animé a pasar mi mano de su cabello a su rostro, delicadamente brindándole caricias suaves en sus facciones mientras lo observaba dormir.

Debido a mis caricias su expresión en vez de tensarse comenzó a relajarse.

-Eres mucho más lindo cuando estás relajado- dije en ese tono inaudible aún mientras lo acariciaba.

Él tenía un rostro que cualquiera podía envidiarle.

Solo que su maldad opacaba sus atributos en realidad.

Acaricié con mi pulgar bajo sus ojos, él tenía los mismos algo hinchados de tanto haber llorado, ante una de mis caricias me abrazó mejor apegándome a él y un sonrojo se hizo evidente en mi, lo miré y solo subí mi mano de nuevo a su cabello.

Entre los sueños de DaeHyun por momentos él hacía ademanes de sollozar por lo que cuando comenzó a inquietarse comencé a cantarle bajo y suave cerca de su oído a calmarlo.

Así pasé la tarde entera por completo.

Entre canciones suaves, caricias delicadas y calmándole los malos ratos al menos por algún par de horas hasta que él despertara y me volviera a odiar y alejarme de él una y otra vez más.

Yo no entendía mi masoquismo de aún quedarme e insistir cuando sabía las probables consecuencias pero no pude contra mi instinto de querer mejorarle al menos un poquito sus malos ratos.

Narra DaeHyun.

El rato hizo que me fuera imposible despertar, él era suave, me recibía en su pecho y brazos con una delicadeza suma, me acobijaba con su pequeño cuerpo a comparación del mío a mi edad, me acariciaba de una manera que podría calmar incluso una guerra, sus latidos calmos eran la droga que podría pasar la locura del menos cuerdo.

Y me hacían cuestionarme el odio que yo le tenía.

En tan solo un abrazo me hizo comprender que necesitaría mil abrazos más de su parte.

En cuanto el sueño me hizo el efecto contrario comencé a despertar lentamente, una voz suavecita y tan dulce cantaba cerca de mi oído, era bien afinado y tan calmo que me hacía pensar que ya estaba en otra realidad más que la vida en carne y hueso.

Su mano con delicadeza pasaba por mi cabello aún y no dejaba de cantarme a modo de consuelo; yo no había soltado el agarre aún y no pensaba soltarlo tampoco.

"Let someone guide you to a better path than where you are walking into"

Fue lo que él cantó con esa dulce afinada voz, si mi inglés no era tan malo entonces entendí que la letra decía "deja que alguien te guíe a un mejor camino del cual estás caminando."

Una ligera y no notable sonrisa se formó en mi.

-So there's no sins from now on- continué la canción, que en español era "así ya no hay más lastimaduras de ahora en más."

Él dejó una risita ligera.

-Despertaste...- susurró deteniendo sus caricias en mi cabello.

-Continúa... desperté por error- excusé aquello riendo apenas, alzando la vista apenas estando algo inexpresivo ya.

-Puedes seguir durmiendo otro rato si quieres- comentó él volviendo a sus caricias en mi cabello.

-En realidad no quiero... tendríamos que ir a cenar... estoy como algo cansado de dormir y me gustaría estar despierto para cuando vuelvas a cantar algo- comenté enderezándome apenas apoyandome se uno de mis codos mirándolo de cuerpo entero un segundo mientras él estaba acostado aún.

-Más te vale que no menciones que lloro como niña y me consuelas como si fueras mi madre- entrecerré ligero los ojos.

-Será un secreto entre ambos- murmuró riendo suave desacomodando apenas mi cabello, sentándose a medias.

-Un secreto innombrable ante otros... y oye... se me ocurrió algo- me senté con cuidado y al tenerlo abrazado de la cintura lo senté al mismo tiempo.

-¿Qué cosa?- preguntó mientras se sentaba conmigo, abrazándome de manera suave.

-Pero es solo a escondidas- aclaré mirándole el rostro, notándole lo morado aún, él asintió leve.

-En vez de... autolastimarme y traumarte con mis heridas... ¿me consolarías de esta forma a cada que yo quiera lastimarme? Me cuesta pedirlo... pero si lo guardas como secreto las cosas entre ambos comenzarán a ponerse menos tensas... prometo que si aceptas ya me guardaré todas las impulsividades hacia ti- suspiré leve, me costaba realmente pedir aquello.

Él me regaló una sonrisa brillante y asintió al instante.

-Claro que si... es secreto... lo prometo- aseguró aquello mirándome.

-Está bien... debemos ir a cenar ya... vámonos- con cuidado lo solté y me puse de pie, él de igual forma y ambos fuimos a la cafetería de la secundaria, encontrándonos a Bang y Him, ellos nos hablaron y se preocuparon por ambos pero aunque JinYoung estuviera algo rengo solo mantuvo una sonrisa enorme todo el rato.

Yo siempre inexpresivo pero fue buena señal, entre todos buscamos una mesa los cuatro juntos y luego de retirar la cena en bandejas fuimos a sentarnos a comer y hablar por un rato.

Estuve más relajado que lo normal.

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