XIX

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Narra DaeHyun.

Y desperté...

¿para qué rayos desperté?

Estaba desconcertado, no entendí como era que fui a parar de la estación abandonada de tren a mi cama del instituto.

¿cómo rayos?

Toqué mi frente y me ardía, en cuanto quise levantarme por una ducha fue cuando me di cuenta que estaba en bóxer y camisa.

Mi expresión se tensó.

Recordé de golpe que JinYoung fue por mi pero ya no recordaba más nada luego de haber escuchado sus latidos, me quedé dormido y de repente despertaba y era otro día, yo estaba seco, mis heridas estaban todas vendadas pero significaba que él se había deshecho de mi ropa y eso me enojaba de una forma inimaginable.

-No muestro ni la piel de mis brazos... y él me quita el pantalón... ¿es que quiere guerra acaso? Maldito- estaba enfurecido, miré a la mesita de noche y estaba la sopa con una botella con jugo y otra con agua, una pastilla y una nota.

Leí la nota en voz alta, apurada y enojado.

-DaeHyun te dejé el desayuno, tienes fiebre asíque pedí permiso a que saltaras las clases, espero te guste la sopa y te sientas mejor luego de tomar la misma, volveré al término de las clases aunque tal vez no te importa ~JYP.- leí aquello y bufé haciendo un bollo la carta, tomé la pastilla y la sopa porque estaba hambriento o de lo contrario hubiera echado todo por la ventana y suspiré en espera.

Me di una ducha en el proceso y el fin de clases se aproximó, la puerta se escuchó y yo estaba mirando por la ventana; lo más parecido a un demonio estaba encarnado en mi en cuanto a Park JinYoung.

-DaeHyun... ¿te sientes mejor?- dijo él, yo no me di vuelta ni medio milímetro siquiera.

-¿Quién te da el maldito permiso a quitar mi ropa?- susurré en un tono grave; las consecuencias de por si eran graves pero me estaba ateniendo lo mejor posible mi impulsividad.

-Es que estabas muy lastimado y como no despertabas yo... bueno quise atendrte las heridas y estabas empapado como para dormir así... y dormido ya no te quise despertar... yo- apuñé mis manos y noté que se quedó callado de inmediato.

La voz de JinYoung estaba en un tono nervioso por completo, como atemorizado en cuanto respondió mi pregunta la cual en realidad no respondió.

-Dije quien... y no porque- susurré haciendo sonar mis dedos y lentamente volteé a verlo, él se veía pálido y su cara estaba la mitad hinchada y morada, me miró con temor e hice contacto visual con él, tomando cercanía.

-¿sabes lo que va a pasarte a la próxima que hagas algo parecido?- arqueé una ceja mientras me acercaba más y más a él, arrinconádolo de forma intimidante; yo estaba vestido ya.

El contrario negó y estaba con miedo mirándome fijamente, encogiéndose a tal horrible cercanía.

Posé mi mano en la pared, llevé mi otra mano a su cintura para rozar mi dedo ligeramente en su costado.

-¿Sientes la línea que tracé en tu cintura?... bueno... la próxima no será mi dedo... sino mi daga- susurré seriamente sin bromear en ningún momento.

-Y mi daga luego va a trazar la línea de tu mandíbula... y luego tu cuello... y luego se clavará justo en tu homóplato izquierdo... te quedarás sin aire... y vas a morir- aclaré mirándolo de bastante cerca, él dejó lágrimas sin atreverse siquiera a moverse.

-¿P..por qué eres t..tan desagradecido de lo que hice por ti?- sollozó bajo y temiendo demasiado.

-Porque no te he pedido ayuda en nada... y tú te entrometes en mi miserable vida... y si piensas entrometerte entonces te haré sufrir un cuarto de lo que sufro yo cada segundo... asíque... te conviene alejarte de mi- mi mirada filosa no dejaba de mirarle sus ojos los cuales dejaban lágrimas de apuro.

-Necesitas a..apoyo... necesitas a alguien... ¿no entiendes que tú solo vas a matarte? Y no voy a dejar que te mates como un idiota luego de haberme hecho tantas malas pasadas a mi... no vas a librarte tan fácil de mi... porque al menos merezco respeto y es lo que siquiera tienes en tu vocabulario... ¿o qué te crees el rey para hacer de mi lo que se te plazca? Cuando yo solo te saco al menos del dolor físico... eres un maldito desagradecido- sollozó enojándose y doliéndole.

-Si necesitara a alguien claramente no serías tú... ¿quién dijo que no quiero matarme? Solo haz hecho que mi dolor físico se fuera pero me haces enojar como no imaginas-

-¿Por qué te enoja el hecho de que al fin a alguien le importas? Eres un estúpido... y seguirás siendo el débil que usa la agresión en vez del afecto... no pensé que fueras tan monstruo- susurró alejándome de un empujón y yendo a sentarse a su cama a sollozar más y más.

No me importaba; aunque al mismo tiempo si me importaba un poco.

Él tenía razón con el hecho de que yo no aparentaba ser tan monstruoso y bestia así, pero sus pensamientos no me importaban.

-¿Crees que le llevo el apunte al hecho de que te importo? Porque nadie te pidió que me brindaras importancia... solo quise ser yo por mi cuenta pero te haz tomado la tutoría como si fueras mi niñera... y te diré... que si no fuera por la expulsión tú no estarías físicamente bien de lo que te hubiera hecho desde el principio... déjame en paz, Park... ya no quiero saber de ti... siquiera quiero pensar que existes- lo miré con seriedad.

-¡¿P...p-por qué me odias tanto?!- exclamó en un sollozo aferrándose a él mismo mientras me miraba.

-¿No estás acostumbrado a que te odien, verdad? Pues no estoy acostumbrado a que me jodan como tú me jodes... asíque... mientras me jodas te odiaré de una manera casi imposible- aseguré y el lloró peor.

-No se... c-como es que tus padres o quien sea que te crió te soportó hasta que al fin te metieron en un instituto en el que no debes de volver a tu casa... eres un maldito insensible... me haces doler sin necesidad de hacerlo- sollozó levantándose y caminando rengo hacia la puerta para salir luego de un portazo.

Sus palabras; llenas de ignorancia, me rompieron nuevamente el corazón negro que tenía en el hueco de mi pecho.

Pero el tenía razón.

Casi no tardé en quedar en lágrimas en cuanto él se fue después de azotar la puerta de esa forma; ahora era la carga en la vida de alguien más.

Peor era el hecho de que mis atrocidades eran de forma de defensa y casi que inconscientes o no sería tan bestia así.

Yo era un desagradecido con quien me tomaba importancia.

Y no lograba darme cuenta cuanto era que en realidad debía de agradecerle.

Solo quedé en llanto por algún rato.

Y la única persona que me tomó importancia volvió minutos después.

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A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora