A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoung

XXIX

Septiembre; 2010.

Narra JinYoung.

-Luces perfecto- dijo HimChan encantado.
-A Dae vas a fascinarle~- comentó sonriente.

-¿Qué cosas dices, bobo? DaeHyun y yo somos amigos solamente... y creo que para él nisiquiera soy su amigo- reí divertido de lo que HimChan dijo.

-Yo se que tarde o temprano terminarán juntos... eres la calma para él... en algún momento se enamorará de ti si es que no le gustan las mujeres... y tú... tú querido, te enamorarás de DaeHyun cuando menos lo pienses... estoy seguro además los shippeo demasiado- chilló riendo divertido, arreglándose frente al espejo.

Las palabras de HimChan me fueron graciosas.

-Lo que digas... él antes de gustar de mi me cortaría en cuadraditos con una tijera para que duela más que una navaja... y yo, antes de gustar de él... ehm... no se- reí suave confuso.

No podía decir que no tenía chances de gustar de él pero si podía afirmar que él no tenía chances de gustar de mi.

-te quedas sin excusas... vámonos que mi príncipe llega en poco y la gente en twitter ya anda publicando sus prendas- sonrió apurandome a bajar.

La fiesta a su debida hora dio inicio, la casa e incluso hacia las afueras se llenó de personas conocidas mientras todos me saludaban y deseaban un feliz cumpleaños.

Una hora después de que comenzó un DaeHyun bastante serio se apareció en mi casa y frente a mi.

-¡DaeHyun! Llegaste al fin~ vamos... te conseguiré alguna bebida buena- dije sonriente.

-No... ya me voy... necesito hablarte en privado asíque vamos a tu cuarto... ya- exigió tomándome de la muñeca y lo miré curioso.

HimChan a lo lejos me veía con una expresión insinuante, malpensando la situación de ambos y negué leve a HimChan pero asentí a DaeHyun.

-Eh... está bien... no veo porque el apuro pero vamos Dae- lo guié conmigo arriba, hacia donde mi habitación, la planta de arriba y la tercera no estaban habilitadas a que el resto subiera por lo que realmente estabamos solos, al entrar a mi habitación él cerró la puerta tras de él mirándome con ese odio como al principio.

Yo pasé saliva algo grueso.

-Te... te ves bien...- sonreí leve, él buscó algo en su bolsillo.

-Solo quiero que me digas las razones de lo que te voy a preguntar- dijo en seco mirándome.
-Traidor- murmuró luego, sacando un celular de su bolsillo para acercarse a mi algo intimidante.

Era mi teléfono.

-¿Tú lo tomaste?- su "traidor" me hizo dar una punzada al pecho pero al ver mi teléfono lo arrebaté de su mano ofendido.

-No... yo no lo tomé, alguien lo dejó en mi almohada... no sería un traidor como tú- dijo él con frialdad.

Tuve miedo del porque me llamaba así.

-¿Por qué contaste sobre la forma en que me ayudas ahora?- susurró odiándome tan solo con mirarme.

-Dae...- al saber que se enteró lo miré apenado.
-Juro que no tuve la intensión de hacerlo- susurré nervioso de como apuñaba sus manos.