XXXII

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Septiembre; 2010.

Narra JinYoung.

Lo miré llorando en desesperación; jamás pensé tener el fin tan cerca a mi en tan temprana edad, él me miraba con un odio puro y se acercó a mi oído luego.

-Grita...- susurró sínico haciendo ademán con su mano a apuñalarne.

Un jadeo de dolor fuerte se me escapó de los labios y tomé de golpe mi abdomen dejándome apoyar en la pared de aquel muro, haciéndome ver dolorido.

DaeHyun se puso frente a mi y dándome la espalda.

-Hecho... ahora quiero a YongGuk- exijió con seriedad mirando al resto.

-No hasta que hagas sangrar a ese enano- dijo el líder.

-Ese no era el trato- murmuró serio DaeHyun.

-Entonces haremos el trabajo por ti- insinuó aquel chico con seriedad.

DaeHyun me tomó la cintura haciendome ocultar tras su espalda y cuerpo, solo me encogí con temor a todo.

-A él no se te ocurra que lo tocas... primero muerto yo ántes que muerto Park JinYoung- amenazó con su daga.

Me aceleró los latidos.

¿me estaba defendiendo?

Fue tan dulce.

Narra DaeHyun.

Luego del susurro al oído de JinYoung simulé una apuñalada en su abdomen pero amortigué la daga contra el muro y no contra el cuerpo de JinYoung, su jadeo de dolor sonó real, él había captado mi plan.

Supe bien que los pandilleros estaban allí en contra de Park y no por Guk, cuando mi celular sonó era el tono de notificación personalizada que yo tenía para cuando Guk me mensajeara; supe que era una farsa por completo.

Y los pandilleros me la pagarían.

¿por qué querían dañar a JinYoung?

No lo voy a permitir.

-¿Por qué lo defiendes eh? ¿acaso no quieres libre a Bang?- se intentó acercar a Junior.

Recibió un dagazo de mi parte, dos, tres.

Otros más recibieron dagazos en el intento.

Arrinconé más a JinYoung en mi espalda, asegurándome de que si intentaban algo no le dañaran a Junior.

Él me protegió por tantos meses, no iba a dejar que lo dañaran.

-¡Ah! Maldición... m-me las pagarás Yoo- dijo el que recibió el dagazo.

Ellos no llevaban armas al parecer pero...

¿por qué dijo Yoo?

Se oyó un ruido en los escombros del fondo del callejón y entrecerré mis ojos desconfiado.

-Tú... si... Yoo... me las vas a pagar... dijiste que lo dañaría... por algo no traje armas maldito- dijo el chico mirando hacia el fondo y tras los escombros.

-¿Yoo?... ¿Yoo YoungJae?- habló JinYoung tras de mi.

Y tras los escombros se erguió un chico de pie.

-Yoo YoungJae...- murmuré entrecerrando mis ojos con enojo.

-¿Qué tienes que ver tú con todo esto, eh? ¿me crees idiota como para darme cuenta si Bang es el apresado o no?- le dije cuando YoungJae se acercó con miedo a nosotros.

-¿Hasta tan lejos llegaste para querer que me maten?- dijo JinYoung con dolor de pensar aquello.

-Fueron... fueron mis celos- susurró con arrepentimiento YoungJae, comenzando a llorar en su lugar.
-Park JinYoung... tú... te llevas por lejos todo lo mejor... te llevas todo lo que anhelo e incluso te lo llevas sin saberlo... sin saber como me destrozas en el camino... todo por tu maldito ego- sollozó mirado a Junior con odio puro.

-¿Qué rayos me llevé? Te peleaste conmigo por celos de que yo conociera a más gente que tú... ¿y yo soy quien destroza? Porque tu literalmente acabas de planear algo para yo terminar posiblemente muerto... ¿qué rayos tienes en la cabeza?- sollozó JinYoung tras de mi.

Suspiré molesto por completo.

Entendí que todo fue una trampa y que seguramente lo del teléfono de JinYoung había sido Yoo YoungJae quien lo tomó y me lo dejó en mi almohada.

-Lo que sea que hayas querido lograr solo te hundió peor... disfruta la miseria, envidioso- le dije a Yoo, tomé la mano de Junior y sin más lo saqué de allí conmigo a ir en silencio al instituto, aún tenía que hablar cosas a solas y seriamente con Junior.

Narra JaeBum.

Soy un iluso perdidamente enamorado de Yoo YoungJae.

Tanto que si él solo me usó como pañuelo descartable yo no pude dejar las cosas mal entre ambos.

No iba a dejarlo solo en la mañana en que el plan se concluía y si; fui al callejón.

Me escondí tan bien que nadie me notó viendo aquella escena y cuando todo acabó, que los pandilleros golpearon a YoungJae por aquel plan que salió mal se fueron.

YoungJae quedó solo y un poco lastimado, llorando desconsolado de pie cubriendo su rostro.

Suspiré y salí de mi escondite a ir a abrazarlo con cuidado, él se aferró de mi incluso sin verme ya que estoy seguro que predijo que yo iría a por él.

-Ya... calma... no estás solo- susurré a él, acariciándole la espalda.

JaeYoo solo lloró peor mientras se escondía en mi pecho.

-J-JaeBum ah~... v..viniste- sollozó aferrado a mi.

-Siempre estuve aquí...-susurré palmeando suave su espalda, él alzó su vista sonriendome con cariño mientras lloraba.

-No... mi JaeYoo no llora- susurré negando secandole las lágrimas.

-Tu JaeYoo llora como mariquita- rió ligero y suspiró en pena.

-Cierto... ven... te llevo a mi casa... es domingo, te llevo así te atiendo esas pocas lastimaduras que tienes- él asintió y lo subí a mi espalda con cuidado a caminar y llevarlo a mi casa.

Aunque la pena de sus palabras que no me necesitaba seguían rondando por mi mente, era mentira que iba a dejar que se hunda si no era conmigo a su lado.

Es lo que un buen amigo hace a pesar del amor secreto.

Solo seguí mi camino a mi casa, él sollozaba dolorido en el alma aún.

Al llegar solo fui a mi cuarto a poder sentarlo en mi cama para ir por un botiquín.

Sus palabras me dejaron la chance perfecta para insinuarme por última vez.

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A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora