A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoung

XXIII

Junio; 2010.

Narra DaeHyun.

-Come ya... bobo- reí apenas, Junior jugaba graciosamente con la comida y al yo estar algo mejor de humor reía apenas audible.

-Mmm... que tal si- dijo JinYoung, pinchando con su tenedor el brazo de HimChan de manera delicada pero haciendole dar un saltito pequeño y gracioso.

Junior y yo reímos a la reacción.

-Ah... basta ya que Guk no se pone cariñoso siempre... no me malogren el rato- se quejó HimChan.

Le hice una seña a Guk luego.

-Ya... suficiente cariño por hoy- dijo él pretendiedo, Him hizo un puchero y luego Junior le puso puré en la nariz.

Reímos los cuatro.

El hecho de que ahora Junior me ayudara a su manera a que yo no me lastimara realzaba un poco mi ánimo, estaba desconociéndome a mi mismo al reír pero era inevitable en realidad.

El rato pasó, entre juegos divertidos estuvimos pasandola bien los cuatro pero era la cena y ya se hacía tarde en realidad.

-Debemos irnos a dormir... buena noche- dijo Bang levantandose al terminar.

-Oye Junior... me mensajeas eh, que no te he visto en todo el día y eso que fui a buscarte malvado- rió el contrario.

-Claro... espera a mi mensaje cabeza de enamorado- bromeó Junior y me miró.
-Vamos Dae... no te juntes con estar chusmas-

Otra vez me hizo reír.

-Buena noche- dije sonriendo apenas para luego guiar conmigo a Junior a la habitación, era gracioso de vez en cuando compartir cenas así.

Al llegar mis muñecas pedían a gritos cortes, yo solamente estaba negado a cortarme y dañar la mentalidad de Junior otra vez más, no tenía ganas de escucharlo llorar y reprocharme que me iba a quedar sin sangre si seguía lastimándome.

Evité sus reproches y cerré la puerta tras ambos mirándolo, él entró al baño a vestirse de pijamas, por lo que entendí él ya se había duchado en la mañana al despertar.

Lo miré salir y se miró el pijama.

-Me queda tan grande casi como tu camisa de uniforme- rió subiendose a su cama y me miró curioso.

-¿Qué miras Park?- pregunté acercándome a mi cama a lanzarle suave un cojín, suspirando leve a ir al baño a vestirme de pijamas con apuro.

-Miraba a la pared... no es mi culpa que te hayas cruzado en medio- dijo en un tono risueño como broma.

-Tonto- reí desde el baño y salí a ir a subirme a mi cama, sentándome expectantemente mirándolo.

-¿Qué miras, Jung?- imitó mi expresión y mi tono.

-Me estoy preguntando ¿por qué estás en tu cama y no entre mis brazos? Se supone que debes calmarme cuando quiera lastimarme... ¿no es obvio que me lastimo de madrugada?- dije arqueando mis cejas ladeando apenas la mirada.

Se sonrojó.

-Aish... nada de niñadas de chicos ricachones, Park- dije a aquello, él solo rió y se cruzó de cama a acostarse en la mía abrazandose a mi, con firmeza lo abracé a él dándome lugar en su pecho a oírle los latidos, era impresionante como mis muñecas ablandaban las punzadas y las peticiones de más cortes con la daga.