XVII

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Junio; 2010.

Narra JinYoung.

-¿Ilógico no? Que tu me des malas pasadas y yo aún me quedo apoyándote... pensando que eres mi amigo cuando solo quisieras navajearme- susurré cuando él se durmió en mi pecho, procurando que no me escuchara mientras me secaba la sangre del labio y lo mantenía encimado a mi a escuchar mis latidos.

La lluvia arrazaba la ciudad por poco, era más un diluvio que una lluvia, yo solo miraba algo perdido al rededor.

Mi cadera dolía por amortiguar el piso en aquellos dos empujones que el contrario me dio, encima había amortiguado el piso donde habían piedras; peor aún.

Pero no iba a dejarlo solo.

-Ilógico que me odies y que aún así aprendí a tomarte cariño... Jung- susurré mientras acariciaba su cabello mojado, suspiré tediosamente, mi rostro me dolía por aquel golpe pero me mantuve fuerte ante ello.

-Quizás no debí insistirte tanto... no soy quien para entrometerme... pero a mi si me importas... no iba a dejarte desangrar en las vías del tren, bobo mayor- murmuré en lo que lo abrazaba mejor cubriéndolo del frío.

Era una estupidez que lo protegiera tanto porque él parecía poder protegerse mejor que nadie.

Pero solo lo aparentaba.

Con dolor di otro suspiro más, pensando que la lluvia iba a pasar pero la tarde pasó al anochecer y diluviaba aún.

Lo tomé en brazos para levantarme pero supe que así él iba a recibir el agua de frente, me las ingeníe a subirlo a mi espalda colocándole mi suéter encima también y cuando lo alcé y aseguré bien comencé a caminar entre la lluvia, incluso si la cadera me dolía e incluso si la cara me dolía, incluso también si estaba triste como nunca antes e incluso si el contrario al estar mojado, dormido y ser efectivamente más grande en cuerpo que yo me generaba más peso de lo que comunmente pesaba él.

Pero no importó.

Nada me detuvo para llevarlo conmigo de vuelta al instituto.

Quise tomar un taxi pero DaeHyun estaba ensangrentado y ambos empapados tanto que ningún taxista se atrevió a frenar para llevarnos; de cierto modo tenían razón en cuanto a nuestro aspecto.

Seguí caminando.

-¿Cómo es que fuiste a deparar casi fuera de la ciudad? Maldición- las vías del tren el la estación abandonada literalmente quedaban casi a la otra punta de la ciudad comparada a nuestro instituto.

Al pasar de un largo rato caminando y casi dos horas llegué, estaba rengo por la cadera, dolorido del rostro y cansado físicamente.

DaeHyun no despertó ni un solo momento.

Agotado fui a deparar a nuestro cuarto, estaba helado por haberle cedido mi suéter a Dae pero no me importó demasiado.

Llegando al cuarto le quité los dos suéteres y lo dejé en camisa, miré sus lastimaduras y una vez más lo curé de todo aquello mientras con una toalla le quitaba lo mejor posible lo empapado, quité sus zapatos y pantalón a colocarlo en un cesto de ropa a lavandería y lo miré para curar las heridas que se hizo en su pierna también; lo dejé en bóxer y camisa a acostarlo y acobijarlo bien en su cama ya que su camisa no estaba tan húmeda y no iba a quitársela tampoco.

Lo miré un momento y luego me miré a mi mismo, mi camisa se había manchado con sangre por traerlo encima mío y yo estaba empapado y con frío, por suerte Dae estaba tibio y no helado.

Yo estaba congelado por poco.

Quité mis prendas a colocarme algo más abrigador y seco luego de darme una ducha tibia pero aquello no pasó mi congeladura.

Estaba pálido a excepsión de mi mejilla y mis labios, mis labios estaban algo morados por el frío y de un lado estaban rotos, y mi mejilla estaba morada por el golpe de hacía unas horas.

Mi rostro era inexpresivo; no quería reprochar pero me dolía que él me dejara en ese estado cuando hice todo lo posible para que volviera al menos vivo al instituto, ese sentimiendo de dolor ante el odio que él me tenía me oprimía el pecho pero no iba a decir nada sobre aquello.

Después de todo estaba bien que DaeHyun decidiera no quererme, él no tenía la obligación de querer a alguien que notoriamente odia.

Pero el odio por su parte me dolía.

Cuando acabé de alistarme bien calentito en ropa me senté en la cama, lo miré dormido y suspiré a buscar un libro que leer y entretenerme un poco.

Cuando quise ver mi teléfono la pantalla estaba trizada y distorcionada ya que yo lo guardaba en los bolsillos de atrás y me había caído sentado sobre piedras cuando DaeHyun me empujó esas dos veces.

Suspiré tedioso pero no hice ningún drama, solo intenté leer aquel libro intentando buscar un poco de tranquilidad un rato, intentando escapar de la realidad y el dolor que me pesaba en el cuerpo por el cansancio, me estaba enfermando por tomar tanto frío y esforzarme tanto en ese día.

Me sentía horrible pero no lo di a notar y al llegar hasta cierto capítulo en el libro dejé un marcador de hojas y lo cerré para dar la espalda cerrando los ojos, durmiéndome en el instante casi.

Pasando dolorido la madrugada entera.

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A mi si me importas. || DaeHyun × JinYoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora