¿POR QUÉ TÚ? [Bendy x tu] Bendy And The Ink Machine

Cap. 29

* * * *

Algo dentro de ella la hizo cambiar, algo estaba a punto de salir... justo como sucedió con Bendy cuando escucho a Henry diciéndole esas palabras horribles o cuando la vio besar a ese chico por primera vez. Ese lado diabólico dentro de ella... ese demonio que llevaba dentro... esa tinta envenenada de la que estaba hecha... salió.

- ¡APARTATE! – le grito tomando una forma tan amenazante que el muchacho se vio obligado a obedecer de inmediato.

Su cabello pareció haberse convertido en tinta pura y goteaba sin parar, sus uñas ahora parecían garras, sus dientes se volvieron más afilados, sus ojos completamente negros, su mirada enfurecida terminaba de darle las armas para causar terror.

Fácilmente pudo librarse de sus ataduras y se levantó.

- ¡¿Q... que sucede?! – grito el chico aterrado arrastrándose e intentando retroceder en el suelo - ¿Por qué...?

-SAMMY... - lo llamo con esa voz atronadora - ¿POR QUÉ TENIAS QUE HACERLO? ¡¿POR QUÉ?!

El negaba con el cabeza desesperado, mirándola con un temor extremo.

-Tengo... ¡TENGO QUE HACER QUE TE ARREPIENTAS! – dicho eso se abalanzo sobre el atravesando con una de sus garras el pecho del muchacho.

Y... no pudo pronunciar una palabra más... sus ojos permanecieron mirando a la nada cuando ella saco de su cuerpo su órgano vital.

Después de unos escasos segundos, la chica volvió a la forma de antes y se quedó inmóvil observando aquel objeto en sus manos que escurría tinta y sangre a la vez.

-Yo... ¿lo mate...? – observo el estado lamentable del chico - ¿Sammy? T... tu... ¿sigues...?

Sus manos temblaban frenéticamente.

- ¿Por qué tenías que hacerlo? – repitió sollozando.

Apoyo su corazón en el suelo con una extraña delicadeza y respiro con dificultad.

Pero de repente... algo interrumpió esa extraña tranquilidad.

"¿Sammy? ¿Eres tu?" escucho una voz conocida a lo lejos, probablemente en otra habitación.

Los nervios se le pusieron de punta, sintió quedarse paralizada por unos segundos, pero sabía que no se podía dar el lujo de quedarse ahí.

Se levanto como pudo, sentía que sus piernas no la podían sostener.

Esa voz, esa maldita voz era su voz, y no quería tener que escucharla por un segundo más.

Salió corriendo de esa habitación lo más rápido que pudo.

-No, no, no, no ¡No! – chillaba para ella misma con cada paso que daba - Esto no puede estar pasando... ¡No ahora! – grito entre sollozos.

No supo por cuanto tiempo estuvo huyendo, pero cuando al fin pensó que estaba lo suficientemente lejos, después de buscar atajos entre los escombros, después de subir millones de escalones, después de todo se encontró nuevamente en un espacio conocido para ella. Finalmente.

-No puede estas pasando... - soltó de repente en un suspiro ahogado dejándose caer al suelo.

Hecho eso se dio cuenta de que su ropa estaba muy dañada, seguramente se habría desgarrado con las estacas de madera y se manchó aún más en los charcos que salpicaban la tinta al pisarlos. También descubrió lo cansada que estaba, respiraba con dificultad pues le dolía bastante el pecho, comenzó a hiperventilar además de que le dolían demasiado las piernas, se sacó los zapatos por que empezaron a lastimarla.

-No quiero... Bendy se volverá loco si sabe que el está aquí... Alice también tiene muy malos recuerdos... y Boris ¡que puedo decir de Boris! No puedo creerlo... No quiero creerlo. ¡Él no puede estar aquí! ¿Cómo... es... posible...?

No tenía idea de donde se encontraban los demás. De cualquier forma, prefería estar sola en ese momento, después se molestaría en buscarlos. Comenzó a llorar, y lo hizo por horas, estaba confundida y aterrada, por un momento había llegado a creer que todo volvía a estar bien, pensó, que volvería a sentir la felicidad que hace tanto tiempo había experimentado y se la habían arrebatado, y cuando por fin parecía que estaba a punto de lograrlo todo se derrumbó tan rápidamente, como si se hubiera tratado de solo un chiste, una broma de mal gusto para intentar ilusionarla.

Se sentía de lo peor, y ahora, lo que menos quería era que ellos se sintieran igual, así que decidió callar.

Una idea completamente errónea y absurda, pero era lo único que pensó, no sabía cómo actuar y supuso que ignorando su miedo... este desaparecería.

Pero las cosas no podían ser así. Las cosas nunca eran tan fáciles.