Capítulo V. El Comienzo de lo peor

52 3 0
                                    

Mis padres fueron a reportar el caso a la policía. Por lo que el policía le pidió a mi padre que me describiera para poderme identificarme y resolver el caso.

-¿Cómo es él?- le cuestionó a mi padre.

-Él es delgado, usa anteojos, y es de piel clara- respondió mi padre muy desesperado.

-Ajá- dijo el policía mientras anotaba en su libro.

-Espero que lo puedan identificar- le dijo mi padre a mi madre.

-Y ¿cuántos años tiene?- le preguntó el policía.

-Él tiene diez años de edad- respondió mi padre.

Mientras tanto en el planeta desconocido...

Yo gobernaba a como pudiera; me daban comida gratis y tenía muchos otros privilegios, pero no todo era color de rosa, ya que llegó un día en el que el planeta vecino le declaró la guerra al mío.

Lo que parecía ser una guerra apocalíptica o sin fin, sucedió como cualquier otra guerra normal.

Pero, aquel planeta no era común, a su lado tenía el planeta más grande de la galaxia, Ribus, la cual poseía armas que podrían eliminar a un humano en milisegundos.

-Mando a evacuar a todos- dije yo.

Así es, evacué a todos, pero, a diferencia de la tierra, hay túneles bajo tierra los cuales pueden albergar personas para protegerse, en cambio en este planeta ya los ciudadanos vivían bajo la tierra, ya que afuera más condiciones atmosféricas no eran las mejores. Habían tormentas tres veces más grande que un huracán categoría 5 en la tierra.

-Señor supremo, este planeta carece de armas y de bombas nucleares, en cambio el planeta la cual nos declaró la guerra tiene quince veces más armas de fuego y nucleares que nosotros, asi que hay que hacer algo- exclamó el subgobernador.

-Ya sé que hacer- dije yo.

Entonces, lo que hice fue...

Continuará...

Un Universo no tan infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora