Capítulo VII. El juicio

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Exiburn solo se reía y se reía a carcajadas, no había forma de parar su risa, por mientras yo lo miraba con una cara muy seria. De repente, uno de los habitantes se me acercó y me dijo por el oído:

-Oye, denuncialo ante la IJE- me susurró.

-El IJE, ¿Qué es eso?- pregunté yo con una cara de curiosidad.

-El IJE es el Instituto de Justicia de Espacial, mi majestad- dijo otro de los pobladores.

Ante eso, volteé la mirada a un punto fijo, y golpeando mi "varilla mágica" contra el suelo, dije:

-Exiburn, ya que tu ego y arrogancia son tan grandes sobre usted, me he visto herido y le tendré que reprochar por sus actos en el IJE.

-Pff, haz lo que quieras, yo tengo el poder sobre la galaxia- dijo mientras se iba.

Días después en el IJE...

Todos estaban hablando y haciendo ruido, y en ese momento ingresó el jurado para comenzar el acto.

-¡Silencio! ¡Silencio! ¡Quiero profundo silencio!- gritaba el juez mientras golpeaba su martillo.

Todos se quedaron viendo al juez, la cual no se veía con muchas energías y que se había vestido cinco minutos antes del evento.

-Aquí estamos debido a un reporte por parte de Cale Chinchilla- dijo el juez.

Yo me levanté y saludé a todos.

-Díganos señor Caleb, ¿cual es su problema?- dijo el juez.

-Bueno, gracias por la palabra, he decidido traer esto hasta acá porque el señor Exiburn, gobernador del planeta vecino, me ha estado incomodando con sus palabras e insultos- dije yo.

-Ajá- dijo el juez.

Y así siguió e hicimos el juicio.

Dos horas después...

-De acuerdo, hemos llegado a un acuerdo, Señor Exiburn, usted...

En la mente de Exiburn

-Ese pedazo de... uish, espera, ¡Ya se que hacer! :D

En la vida real

-Bueno señor....

-¡Señor Juez! ¡Señor Juez!- interrumpió Exiburn.

-¿Sí?- preguntó el juez.

-Tome, le voy a dar 30.000 dolares espaciales si me deja libre- dijo Exiburn.

-Oh, pues, queda libre señor, su condena iba a ser de 50 años, pero quedó libre- dijo el juez.

-¿QUÉ?- grité

Me quedé sin reacciones, ¿CÓMO PUEDO SER ESO?

Exiburn salió contento y relajado, y me miró sonriendo diabólicamente.

-Ya nos veremos- dijo mientras me miraba diabólicamente.

Yo, solo, no pude reaccionar.

Cuando llegué a mi trono, llegué muy enojado.

-¿Que pasó?- preguntó el subgobernador.

-¿¡Cómo puede ser!? ¡Lo sobornó!- grité yo

Todos se quedaron boquiabierta.

Continuará...

Un Universo no tan infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora