Yibuti y yo viajamos cientos de kilómetros hasta llegar a la casa presidencial de Exiburn *tardamos tanto porque el planeta de Exiburn es treinta veces más grande que Rusia y se tarda cuatro días en atravesarlo*
La casa presidencial era muy bonita, con rosas y margaritas, un jardín muy extenso y en el centro una fuente de la que caía el líquido extraño rodeada por flores.
Yibuti y yo entramos lo más rápido posible.
Dentro de la casa presidencial...
Ki era el vicepresidente, y si Exiburn no estaba, él lo reemplazaba, pero solo era rango alto cuando cuando estaba dentro de la casa presidencial, fuera de ella se consideraba alguien común y corriente.
-¡Ki!- grité.
Buscamos por todas partes, hasta que lo encontramos en la biblioteca.
-¡Bingo!- dije yo con una sonrisa algo diabólica.
-Vaya Vaya- dijo Ki mientras se dirigía a nosotros.
Saqué el arma que traía y el apunté.
-Exiburn me ha contado de ustedes- dijo Ki con las manos en el bolsillo.
-Para ahí- dije apuntandole con el arma.
-No te preocupes, yo te devuelvo el favor- dijo.
Ki chasqueó sus dedos y empezaron a salir soldados con armas muy peligrosas.
-Yo tengo a cientos de soldados de mi parte- dijo.
Yibuti y yo solo retrocedimos y corrimos.
-¡Siganlos!- gritó Ki.
-¿Ahora que hacemos?- pregunté casi sin aire.
-¿Para que sacaste el arma?- me preguntó.
-¿Pero....me interrumpió Yibuti.
-¿Porque sacaste el arma?- preguntó de nuevo.
-Es que...- otra vez me interrumpió.
-¿Para que querías usar el arma?- preguntó por tercera vez.
-No sé- dije un poco cansado.
-Ok, ahora di lo que ibas a decir- dijo.
-¿Dónde nos iremos a esconder?- pregunté por fin.
-Yo tengo un lugar perfecto- dijo Yibuti.
Yibuti me llevó a una puerta algo rara.
-Métete- me dijo.
Y como no me metía, me jaló del brazo.
-Auch- exclamé.
Y nos metimos a un lugar aún más al fondo y no nos encontraron.
-Como sabias de ese lugar?- pregunté.
-Yo trabajé aquí- me respondió.
-¿QUÉ? ¿Tu fuiste parte del imperio maligno de Exiburn?- pregunté muy sorprendido.
-Así es- me respondió.
Yo solo no lo podía creer.
-Bueno, ya es hora de salir- dijo.
Ambos salimos y corrimos afuera de la casa, pero aún seguíamos adentro del residencial.
Continuará...
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Un Universo no tan infinito
PertualanganAventura, fantasía y ciencia ficción te hará sentir como en el universo infinito, bueno, no tan infinito, así que comencemos