Capítulo XIX. Me reencuentro con Yibuti

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Me llevaron hacia su rey, y yo tan nervioso que ni siquiera podía decir ni una palabra.

-¿¡Cómo os atrevéis a traerme esta porquería?!- gritó el rey.

Yo tragué la saliva de nuevo y me puse a sudar.

-Llevenlo al calabozo, después le citaré cuando me lo traen para estrangularle la cabeza- dijo el rey en un tono serio.

Lo miré fijamente y luego me llevaron.

En el calabozo...

-¡Entra!- gritaron los guardias.

Me tiraron y me dejaron en el piso.

-¿Que he hecho?- me dije en mi mente.

De repente, alguien en la oscuridad me susurró.

-Oye, ven- susurró alguien.

Yo divisé hacia todos lados para asegurarme que no viniera nadie y me fui a la oscuridad gateando.

-Qué es? ¿Quién eres?- pregunté susurrando.

-Soy yo, Yibuti- dijo.

-¿Yi... Yibuti?- dije sorprendido.

Al parecer si era él, salió de la oscuridad y pude que si era él. Luego nos abrazamos e ideamos un plan.

-¿Pero... tu no estabas muerto?- pregunté.

-Ahora te digo, por mientras hay que idear un plan para salvarnos y salir de aquí- dijo.

-Ok...- me interrumpió.

-Tu te vas a ir por endija y yo te sigo y salimos- dijo.

-Pero....

-¿Tienes un mejor plan?- dijo en voz un poco más alta.

-N... No- tartamudeé.

-Entonces ve, rápido, perdemos el tiempo discutiendo- dijo en tono serio.

Agarré un destornillador y saqué tornillo por tornillo hasta quitar la endija de la pared.

-Vamos- susurró Yibuti.

Estábamos cruzando la endija pero nos escucharon...

-¡Atrapenlos!- dijeron los guardias en la puertilla.

-¡Corre!- gritó Yibuti.

Pasamos rápido y los logramos perder y escapar.

-¡Corre que nos persiguen!- exclamó Yibuti.

Nos adelantamos lo más que pudimos hasta llegar a... la nada.

-Entonces... ¿tu no habías muerto?- pregunté.

-No, al explotar la bomba salí volando millones de kilómetros y de la nada apareció un meteorito y me hizo llegar hasta acá dónde me atraparon- explicó.

-¿Y Ki?- pregunté de nuevo.

-Ki... yo solo pude divisar que él salió volando en mi dirección opuesta- explicó de nuevo Yibuti.

-Vaya...- suspiré.

Continuará...

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