Recuento

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Día 1:

Ernesto me raptó, sin darme cuenta, puso algo en mi café y me ha secuestrado, me ha traído a un lugar poco higiénico, lejos, solo y muy protegido.
También , me violó, sin piedad , me amarró a los laterales de la cama y me violó, así, sin más.

Día 2:
Trajo un poco de comida, además se portó normal, no intentó violarme. Se fue por un momento y descubrí un pequeño escondite para guardar unas cosas, le he pedido un poco de papel y plumas o algo que me permita escribir. Escribí y dibujé un poco para que no sospechara de este diario que estoy haciendo, por si algún día me llegasen a encontrar, desearía que esto fuese leído.

Gracias a Dios Ernesto no ha estado aquí casi, se ha ido un par de horas y sólo ha venido para alimentarme a las horas que debo comer.

Estoy preocupada por Simon y Jung, quisiera que supieran que hasta el momento estoy bien.

Día 5:

No pude escribir durante dos días, no tenía cómo, sin embargo fueron días tranquilos.

Nuevamente Ernesto ha venido a darme desayuno y se fue , todo esto lo está haciendo con alguien. Me hace pensar en Wendy, no he preguntado le tengo miendo, me da pavor siquiera dirigirle la palabra.

No sé qué hora del día es , justo se acaba de ir, vino a darme mi merienda.  pero se ha ido con la ira al tope, intentó violarme una vez más, metí resistencia, se enojó, me golpeó y se fue.

Día 6:

No ha venido , me muero de hambre y deseo ir al baño, pero, no puedo, estoy esposada a esta cama sin poder hacer nada.

Día 9:

El día de ayer regresó a penas Ernesto, duré tres días sin comer ni beber agua y me oriné y cagué sobre mí , no puedo con esto, deseo morir , no me importa nada. Ahora sí estoy viviendo un infierno ¿Por qué yo? ¿Por qué no lo descubren?
Quizá muera más pronto de lo que lo deseo.

Ya son 15 días en cautiverio, me urge escaparme , aprovecharé cualquier momento de descuido de Ernesto, no me importa jugármela.

-Nena - dijo Ernesto- estos días te has portado muy bien y por lo tanto hoy decidí que te llevaré a pasear... Estamos muy lejos de Los Ángeles, así es que , no hay peligro alguno. Te compré un poco de ropa y ahora mismo te llevaré a que te duches , yo traía ayudaré...

-¿De verdad saldremos? - pregunté incrédula, quizá este sería mi momento ideal para escapar.

-Sí nena, te has portado muy bien y mereces salir un poco.

-De acuerdo, pero, respecto a lo del baño, creo que puedo hacerlo yo.

-Sí, tú puedes, pero quiero hacerlo yo, y si no me dejas , no te saco.

Sólo asentí y dejé que él me duchara , no quería , pero debía hacerlo, tenía que ser muy inteligente para poder escapar de este imbécil.
Pasaron unas horas y al fin estuve lista. No fue nada estrafalario el conjunto elegido por Ernesto y mi maquillaje , fue cargado, pues las ojeras se hacen presentes en mi rostro y los ojos hinchados delatan el mar de lágrimas que he llorado en los últimos días.

-Te ves preciosa amor.

Sus palabras me provocan un asco terrible, no lo soporto.
Sonreí y agaché la cabeza sin saber qué decir.

-Vámonos.

Lo tomé del brazo que me extendió, me llevaba bien agarrada , tendría que sacar mucha fuerza para soltarme de su agarre.

Salimos del lugar y respirar el aire fresco me trajo mucha nostalgia, tanta que llegó un nudo a mi garganta , a punto de llorar.
En seguida él me ayudó a subir al coche, mientras él rodeaba el auto para subir , en el suelo, donde yo estaba sentada había unas pastillas llamadas "clonazepam" las tomé ágilmente, son las pastillas que él me da para dormir. Las escondí en algún espacio de mi sostén.
Él subió, se me quedó viendo y me sonrió.
Ésta era mi oportunidad de escaparme.

En el camino me he percatado de que no estábamos tan lejos de Los Ángeles, estábamos a tan sólo 40 minutos lejos.
-El lugar al que te llevaré te encantará.

-¿Ah sí? ¿A dónde me llevarás? - le seguí la corriente , sonando interesada.

-Olive garden... - dijo con entusiasmo.

-¡Oh claro! Ese lugar es delicioso. Uno de los mejores lugares de comida.

(...)

-¿Qué desean ordenar? - preguntó la mesera.

-Por lo pronto una ensalada César, para abrir, al término te llamo para ver qué más nos puedes traer. También te pido un vino rosado con un toque de frambuesa, del más añejo que tengas.

-Excelente.

-Y que esté muy fresco.

La meseta asintió y se retiró.

-Cuando quieras ir al tocador me dices, te acompañaré, no soy idiota como para dejarte ir sola y que te quieras escapar.

-¡Está bien! - abrí demasiado los ojos.

-No hagas eso, odio que lo hagas, me haces sentir como un idiota. - dijo molesto.

Asentí y me sentí miserable, me degrada como mujer.

-Aquí está el vino señor, ya se los sirvo.

El acomodó ambas manos en su barbilla y asintió. La meseta servía el vino en las copas, la primer copa a la cual sirvió fue la de él, ávidamente Ernesto la tomó, olió y bebió un sorbo para verificar que estuviera en su punto, cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás y después dijo que sí una y otros vez con la cabeza en señal de aprobación.

-Excelente cosecha. Sírvale a la señora por favor.

La chica afirmó y me sirvió ahora a mí. Lo probé y en efecto, era delicioso su sabor, sin embargo sólo bebí ese único sorbo, si quería ejecutar mi plan debía estar sobria.
En esta ocasión la chica regresó con la ensalada.

-Ernesto, no, no quiero que te molestes, pero, te quería preguntar ¿cómo está nuestro hijo? , han sido más de 10 días que no lo veo y quiero saber cómo está.

-No me molesta que preguntes , es nuestro hijo, y él... Está bien, preocupado por ti, como es de esperarse - dijo cínicamente.

-¿Y Simon?

-Ese idiota, solamente trae problemas, no me molesta que preguntes por Jung, pero por Simon sí , ese idiota no te merece... Está consolándose con Wendy, mi ex mujer, porque, ya nos divorciamos, y lo hice para estar contigo.

-Pero, Ernesto, tú, tú sabes que yo necesito tiempo, para aprender a quererte de nuevo- dije en un intento de no molestarlo pero era tarde, el fuego le inundaba la mirada.

-No, no necesitas tiempo- me tomó la mano y la apretó sin piedad, provocándome un dolor terrible- porque tú eres mía, siempre lo has sido, y esta noche , saliendo de aquí, te haré mía de nuevo- se acercó a mi rostro, pasó la nariz por mi mejilla, aspiró mi aroma y repitió:- ¡mía!

Hasta aquí el capítulo de hoy, de verdad que tenía muchísimo tiempo sin escribir y me di el tiempo de hacerlo.Espero les guste , den su voto y comenten , les amo 💚

Amantes PerversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora