No sé de qué forma , pero cuando estaba en la universidad estudiando la carrera , aprendí a llevar un registro para saber en qué día vivimos, es algo muy extraño pero increíblemente funcional.
Según mis cálculos y si no me fallan, hoy hace cinco días que Ernesto me tiene secuestrada, quiero encontrar la manera de salir, pero no se puede.
Esto me recuerda a una película que miré hace un tiempo.Las horas se pasan lentas aquí , son horas vacías, horas que no tienen nada, es tiempo perdido. Me da rabia no poder hacer nada para irme.
-Hola mi amor - dijo Ernesto entrando a la habitación.
Se acercó hacia mí con intenciones obvias y yo no respondí, solamente volteé el rostro. Mis manos ya no estaban esposadas a la cama, pero mis pies sí y aunque intentase escapar, sería una maniobra especializada para un mago escapista.
-Ernesto, déjame ir, quiero estar con mi hijo, necesito estar con él.
-No, eso jamás. Jung está bien, lo fui a ver ayer, está preocupado por ti, pero bien. Si te vas correrías a los brazos de Simon y no queremos eso.
Se acercó un tanto más intentando besarme y quité mi rostro para impedirlo.
Al ver mi rechazo se subió sobre mí, una vez más con la intención de abusar sexualmente de mí. Al bajarse los vaqueros, moví la rodilla derecha con motivo, para golpearle las bolas al desgraciado, sí lo hizo y él se cayó del dolor pero en ese momento, se transformó completamente, llenándose de furia, una furia que me provoca el peor de los miedos. El temor se apoderó de mí , lloraba del nerviosismo, no sirvió de nada llorar, ni antes, ni después del puño que me golpeó en el rostro, en el que casi vuelan estrellas al rededor de mi cabeza.-¿Qué te pasa? - pregunté molesta.
-A mí nadie me rechaza, ni mucho menos me golpea.
Se levantó, se arregló el pantalón.
-Me voy y no sé cuándo regrese... No debemos levantar sospechas de que estamos juntos.
-¿Cómo que te vas? - pregunté confusa.
Él se giró dándome la espalda, volvió a girarse para verme y entonces ahí lanzó una sonrisa llena de malicia, seguido de eso, salió por esa puerta dejándome sola y atada a una cama y con ropa interior solamente.
Después de unos momentos el sueño llegó a mí tumbándome por completo.
Desperté queriendo pensar que todo había sido una pesadilla, pero esto era más real que cualquier otra cosa.
De pronto el hambre comenzó a apoderarse de mí , las "tripas" como dicen por ahí, rugían y rugían , estaban gritando el hambre que tenían.Intenté nuevamente zafarme de las agarraderas que tenían presas mis piernas, sin lograr nada, ni siquiera rasgar un poco la argolla que rodeaba los tobillos. Aquel intento fue in fraude que me debilitó.
(...)
Han pasado dos días desde que Ernesto se ha ido, el hambre y la sed pareciese que juegan a una competencia de espadas a ver quién de los dos gana. Estoy semidesnuda, con ropa interior únicamente, por las tardes hace un calor infernal, pero por las noches un frío que me descontrola.
Mis ojos ahora están secos de tanto llorar, no sé cuántas veces me he orinado en la cama, esto es un infierno.
A pesar de creer que estoy seca, se me escapa una lágrima de desesperación y después otra de rabia , hasta mojar mi rostro por completo, lágrimas de impotencia, hambre, sed, dolor. Estoy en el peor momento de mi vida.(...)
Hoy es el tercer día en el que amanezco orinada, con un dolor terrible de estómago por no comer en más de 48 horas, con una debilidad en la que hasta respirar me está costando trabajo. La sed ya secó por completo mi lengua, mis labios están resecos.
Mi vejiga se encuentra llena al tope, el abdomen bajo arde de las ganas de orinar, de pronto recuerdo la famosa "orinoterapia"...
Descargué esas ganas en mis manos, las llené de ese líquido caliente y amarillento hasta llevarlo a mi boca, sin encontrarle sabor, me lo bebí, me quemaba la garganta, sin embargo fue un alivio hacerlo, nunca en mi vida me había sentido tan denigrada.La sed no saciaba y el hambre seguía en una lucha de espadas.
Estaba cayendo de nuevo en un sueño profundo, estoy sin fuerza alguna, hasta que escuché un ruido que me sobresaltó.
-¡Ya regresé! - dijo Ernesto- ¡Qué asco! Estás toda sucia, tan fina mujer que eres, tan limpia, tan guapa y tan sucia, qué asco me das- dijo acercándose a mí- Te traje comida y agua...
Levanté la mano con pocas fuerzas esperando a que me diera el vaso de agua para beberlo todo, pero no obtuve el éxito deseado.
-¡No!- exclamó- aún no, primero hay que asearte, estás asquerosa.
Este hombre no podía torturarme más. Me desató de la cama y cargando me llevó hasta la ducha, me bañó con cuidado, de cierta forma como si fuera un amor paternal, un padre bañando a su bebé recién nacido, con tanta delicadeza que pareciera incapaz de romper el pétalo de una rosa, pero no era así, su mirada era oscura con un brillo de psicopatía. Pasaba ma esponja por mi cuerpo con temor a dañarme; al pasar la esponja con agua por mi rostro, bebí un poco de agua del grifo, no lo soporté más.
-Ahora sí , ya estás limpia, toma...
Acercó el vaso de agua hasta mis labios, le tomé la mano con las mías y temblando comencé a beberme el agua de una forma desesperada que sentía el correr del agua por las comisuras de mis labios hasta llegar a mi pecho y a mis piernas. Ernesto tomó el tenerdor y comenzó a darme una torta de huevo y pan que me había traído, junto con un pequeño plato de sopa.
Terminé con el agua y aún sentía la sequedad en mi garganta.-Dame más agua - imploré.
-De acuerdo- me tocó la cabeza como si fuese un perro al cual le ha obedecido en hacer un truco.
Al llegar trajo más agua y la tomé de la misma manera que la vez anterior. Ahora había terminado con la comida y aún seguía con la espada peleando, el hambre no terminaba.
-Sé que has de tener más hambre aún, pero no puedo darte más o vomitarás todo, tienes tres días sin probar nada. Es lento Adele. Esto lo hago porque te amo- dijo- fue un castigo para que tú aprendas a no hacerme enfadar... Últimamente me enfado muy fácil y tengo ciertos arranques.
Comencé a llorar de nuevo, me ponía mal no poder hacer nada, él notó que estaba llorando, de inmediato secó mis lágrimas y siguieron corriendo más, sólo me queda rogar a Dios que me salve de este infierno que estoy viviendo.
No me odien 😢 yo les amo. ya saben que hacer chicxs ❤ ¡Gracias por la espera!
Rox...
Prometo estar más activa ya, se los juro.
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Amantes Perversos
RomantizmCuando vi a esa bella mujer de ojos color verde, nariz respingada, labios carnosos y rosas y ese hermoso rostro, caí en una rendición de la que estaba seguro no saldría jamás.