Tengo miedo

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-Está bien Ernesto- asentí - soy tuya, pero me estás lastimando.

-Lo siento cariño - dijo con una sonrisa sínica- sabes, necesito ir al baño, ya vengo... señorita- le habló a la mesera y ella llegó en seguida- necesito ir al baño y necesito que vigile a mi novia ¿Se puede?

-Claro- asintió.

Él sonrió y se alejó hasta desaparecer en el baño.

-Señorita- le dije- este hombre me tiene secuestrada desde hace un par de días y necesito desahecerme de él.

-¿Qué? - se escandalizó- ¿Le hablo a la policía?

-Sí , por favor, pero , en un momento más, tengo conmigo unos somníferos, por favor, te los voy a dar, cuando él , pida algo más , pónselos en su bebida, tengo un hijo y creo, creo que estoy embarazada de nuevo, de mi pareja , que no es él.

-Cuente con mi apoyo...

Le entregué el paquete con somníferos y justo en ese momento llegó Ernesto, pero no alcanzó a ver nada.

-Muchas gracias señorita...- hizo una seña dándole permiso a la mesera de que se retirara.

-Ernesto, todo está delicioso- dije para romper el hielo un poco, pensé que jugar su juego posiblemente funcionaría.

-Así es cariño, por eso te he traído acá y mira , te juro, te prometo que si tú te portas bien conmigo, regresaremos al centro de la ciudad, a tu antigua casa con Jung , nuestro hijo y conmigo... Simon... - hizo expresión de repugnancia- regresó con Wendy.

Escuchar eso fue como clavarme una daga en el pecho, justo en el corazón provocándome así la muerte instantánea. Todo se está quebrando en mí ¿Simon y Wendy? No, eso no puede ser posible ¿O sí? ¿Tan poco tiempo le duró el amor a Simon por mí?

-¿Regresaro?- repetí a modo de pregunta.

-Así es , tienen poco de haber regresado... La verdad es que , no es por ser chismoso pero- se acercó a mí como si me fuera a decir un secreto- Simon cree que lo dejaste por otro- susurró- y bueno... Como todos sabemos , un tiempo fuiste una zorra de lo peor... Pero eso no te quita lo buena - dijo.

-Ernesto, a mí no me vas a decir zorra...

-Niega que te metiste con tu chofer, con el dueño de la empresa más famosa de autos de la ciudad, con el jardinero y que fue en un viaje a México donde en una sola noche te acostaste con Simon...

-Tú, tú ¿cómo sabes todo esto?

-He planeado regresar a tu vida desde hace mucho tiempo, te amo, pero en el fondo también te odio. Y ahora , estás mejor que nunca, sinceramente jamás me ha importado Jung, me importas tú y lo que me puedes dar.

-¿Ah sí? ¿Y qué te puedo dar? - pregunté siguiendo el juego.

-Muchas cosas, pero eso lo sabrás poco a poco. Mientras no me hagas enojar , todo estará bien entre los dos.
-Señor, ¿Desean más vino? - preguntó la mesera.

-Sí por favor...

-Yo no, gracias - respondí- podría traerme un vaso con agua, por favor.

-Claro, en un momento se lo traigo- se me quedó mirando con complicidad.

-Este vino es lo mejor del mundo, su cosecha es buena, el sabor, el color y el olor es una exquisitez, al igual que tu compañía esta noche.

Realmente estoy aterrada de no saber si la mesera había hecho caso a mi encargó y si había logrado poner el somnífero en la bebida de Ernesto... No veo que haga espuma o algo así, no veo nada extraño en la copa... Creo que lo mejor será esperar y entonces sabré si lo ha hecho o no.

-Ernesto, te voy a confesar algo- suspiré- la verdad es que desde que te volví a ver , reviví todo lo que sentía por ti. Igual de principio estan algo confundida, pero, estos días a tu lado... No sé, me han ayudado a confirmar lo que yo ya sabía. En Simon te buscaba a ti, pero no te encontraba - él me veía atento, con la pupila dilatada, le gustaba escuchar lo que le decía- con todos los hombres con los que estuve, te buscaba a ti, pero, jamás imaginé que te volvería a encontrar, sólo que me daba miedo...

-No- dijo con dificultad- no tengas miedo cariño...

Sus ojos comenzaron a dar vueltas sobre su propio eje , al igual que la Tierra lo hace en un día común, al hablar , parecía tener malvaviscos en ambos cachetes que le impedían hablar y de pronto, sobre la silla, su cabeza se dejó caer hacia atrás y se quedó dormido. Me levanté a su costado , lo moví un poco y entonces descubrí que sí estaba dormido.

-Señorita- me acerqué rápido a ella- por favor, llame a la policía inmediatamente y diga que este hombre me tenía secuestrada , seguro que alguien reportó mi desaparición.

-Claro que sí señora y sí su desaparición estaba reportada pero, a mí, mi jefe me dio instrucciones de que no comentara nada y todo esto por ordenes del señor.

-Bien, por ahora le agradezco profundamente que me haya ayudado en esto, pero necesitó ver a mi hijo y estoy perdiendo el tiempo aquí. Si su jefe le dice algo, no se preocupe, búsqueme y yo le ayudaré , gracias- la abracé fuertemente.

Me percaté que nadie se diera cuenta de lo que sucedía y cuando eso sucedió , salí corriendo del lugar , tomé el coche de Ernesto y salí a la velocidad más grande para llegar al centro de la ciudad.
Después de unos minutos, logré entrar al centro de la ciudad. Inmediatamente conduje a la casa de Simon. 

(...)

Cuando llegué a su casa , había un coche que nunca había visto antes. Estacioné el auto y por la ventana miré algo que sería ahora sí mi muerte, Wendy en la casa de Simon, estaba sentada en su mesa, muy elegante, muy guapa y de pronto Simon aparece en la escena, no ha cambiado nada en estos días fuera.

¿Qué es bueno hacer? ¿Toco a la puerta de la casa de Simon? Wendy es la ex de Ernesto y lo sabe todo...
(...)

Fui a dos manzanas más de la casa de Simon, en el primer teléfono publico que miré, lo tomé y marqué el número de Simon.

-Hola- respondió.

-Hola, soy yo- contesté.

-A...

-No digas nada- lo interrumpí- Simon, por favor, no hagas ni digas nada de mí , no frente a Wendy. Tenemos que vernos, pero no en mi casa , ni en la tuya, por favor - solté un sollozo- no digas que soy yo, tengo miedo mi amor, tengo miedo. Te veo en The Standard, Downtown en 550 S Flower St. Por favor , necesito hablar contigo...

(...)

-Simon, ¿quién era? - preguntó Wendy.

-Número equivocado- dijo Simon cayendo en la realidad.

-¿Número equivocado y tardaste tanto pegado al teléfono? - preguntó incrédula.

-¿A qué hora te irás? - preguntó Simon algo distraído.

-¿Irme? Acabo de llegar Simon.

-Sí, sí, pero, comencé a sentirme mal Wendy, no me lo tomes a mal, te agradecería mucho si hoy me dejas solo ¿Sí?
Wendy sólo asintió, sabía que había algo más que Simon escondía y lo escribiría muy pronto.

¡Dios! Esto es extraño para mí ahora, hace mucho que no actualizaba, bueno, aquí lo tienen, la verdad es que morí, no tenía cabeza para escribir , me quedé sin ideas. Ya saben que hacer, espera les guste (aunque a mí no me gustó) pero veamos qué pasa...

Saludos y prometo escribir y actualizar más seguido 😊 besos!


Amantes PerversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora