CAP. 4 - Parte 1.

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T/N.

Últimamente, el bar se está volviendo, más que un lugar para beber, un lugar de encuentro. Ahora el alcohol ya no es la única razón por la que voy ahí, es  más, hasta ha pasado a segundo plano, la principal razón por la que voy casi todos los días, es por ver y compartir con Jimin. Pasar un rato agradable con él es lo único que espero al final de todos los días. Ir a su encuentro...

Extrañamente, mi confianza se la he dejado tan fácil y sencillamente, que me asusta. Mi situación social actual me ha enseñado a no confiar en nadie, o hacerlo lentamente y con mucho cuidado, poco a poco ir transmitiendo mi confianza a otros, más si son desconocidos. Pero con Jimin es distinto, todo es tan distinto, no sé por qué o qué es lo que tiene él que me hace sentir tan extremadamente bien, tranquila y, valga la redundancia, confiada.

No tengo ni la más mínima idea de cómo fue que en tan sólo dos semanas, yo haya conseguido olvidarme de mis problemas simplemente con verlo sentado en la barra también a la espera de mi compañía. Su presencia es otro de los magníficos placeres que puedo darme el gusto de sentir.

Hoy era, una vez más, una noche de ir a su encuentro y compañía. En realidad, ya estaba junto a él sentados uno frente al otro en una mesa cuadrada. Él sonreía extrañamente más de lo normal, jugaba tímido con su vaso de cerveza mientras, de vez en cuando, me miraba como cavando en mis ojos, algo que me cohibía pero a la vez me gustaba; raro en mí, que suelo enfrentar a todo el que me mire como lo está haciendo él ahora, pero como dije antes, con él todo es tan distinto.

- Creo que llegó el momento de que nos conozcamos más a fondo.- comenzó él. Inmediatamente lo miré sorprendida atragantándome vo y él, como si nada, soltó una divertida carcajada.- Tranquila, no me refiero a... tan a fondo.- hizo una breve pausa.- Por Dios! ¿en serio pensaste que hablaba de eso?- dijo con una brillante sonrisa la cual no tardó en contagiarme.

- Contigo nunca se sabe.- hablé entre risas, él se hizo el ofendido e indignado, pero no duró mucho, pues seguimos riendo hasta que volvió a hablar.

- Ahora, hablando en serio, quiero conocerte realmente.- se acomodó en su asiento mirándome verdaderamente interesado en escuchar... mi vida?

- Entonces...

- Entonces... como veo que no entiendes de lo que hablo, empezaré yo.- reí silenciosamente mientras bajaba la mirada...

Aún no te das cuenta pero, sientes tantas cosas por él, que te hace reír por cosas mínimas y estúpidas.

- Bien. Por dónde empiezo? Ah! Ya sé.- hablaba para él mismo, se veía muy tierno haciéndolo. Es la perfecta combinación de un tierno e inocente niño con un sexy y atractivo hombre, en todos los sentidos.- En mi vida, he tenido solo una relación seria hace más o menos un año...- hizo una pausa en la que aprovechó de mirarme intensamente.- ... Pero creo que no tardaré mucho en tener otra.- luego sonrió con algo de ternura pero a la vez, con una gran seducción, acto que hizo arder mi cara. La sentía como quemándose en un espantoso fuego, pero lo que no estaba bien en todo esto es que yo no soy para nada así, nunca me había puesto así por un hombre, y si esto no es suficiente, su indirecta... simplemente me encantó, se sintió tan bien escuchar esas palabras.

Pasamos la noche entre bromas, risas, algunas copas de alcohol y, sobre todo, un montón de cumplidos y piropos por parte de Jimin hacia mi, los cuales siempre hacían sonrojarme y a la vez, quería más de ellos.

Sinceramente, no sé qué es lo que pasa conmigo... Me asusta lo que pueda estar sintiendo por una persona a la que sólo llevo de conocerla dos semanas, pero el problema es que con Jimin me siento diferente, porque él también lo es. No es como todos los otros hombres que he conocido y que están actualmente en mi vida. Su forma de hablar, de reír, de mirar, de caminar, la manera en que sus ojos desaparecen en una línea cuando se ríe, o cómo peina su cabello hacia atrás, hasta sus bromas, todo él es diferente, especial, encantador... Lo sé porque a mí, ya me encantó en todos los sentidos posibles, mi conflicto sentimental está en que me da algo de miedo admitirlo por completo...

En fin. Él decidió acompañarme hasta mi casa, pero no vivo sola. Con quien comparto hogar es con Yoongi, y si me ve llegar con Jimin, tal vez arme un escándalo... le gusta protegerme, pero a veces sobrepasa los límites, lo entiendo pero definitivamente no dejaré que le haga daño a alguien que no se lo merece, en este caso, es a Jimin.

¿Cómo has llegado ha proteger de tal forma en tan poco tiempo a una persona que, para variar, la conociste en un bar? Las cosas que logra hacer este sentimiento...

Lamentable no logré detener a Jimin y finalmente llegamos a mi casa. Con algo de miedo y nerviosismo abrí la puerta, deseando, por primera vez, que Yoongi no estuviera en la casa.

- Creo que no está.- dije en un pequeño susurro, hablando conmigo misma, pero Jimin logró escuchar.

- ¿Quién no está?- preguntó casi empujandome para entrar a la casa, como pude, lo detuve y lo jalé hacia fuera de la casa, no quería que hiciera ruido pues Yoongi podría estar en otra parte de la casa.

Y como si lo hubiera invocado, apareció mientras bajaba las escaleras. Rápidamente entré y cerré la puerta dejando a Jimin afuera sin entender nada. Yoongi se dio cuenta de que yo estaba ahí, me saludó y, como era común, siguió su camino hacia la cocina, mientras yo aproveché de abrir un poco la puerta y encontrarme con un tierno y confundido Jimin.

- Hey! ¿por qué me cerraste la puerta?- preguntó indignado, pero sólo lo hacía verse más tierno. Con una pequeña sonrisa, salí cuidadosamente y cerré la puerta.- ¿qué pasa?- volvió a decir al verme actuar tan silenciosamente.

- Por favor no hagas tanto ruido.- hablé sin poder aguantar la risa, pero me tapé la boca con mis manos, y sin querer, Jimin también rió.

- ¿Qué es lo gracioso? ¿y dime ya por qué debo ser tan silencioso?- decía aún entre risas.

- Es que hay... alguien en mi casa, y no quiero que haga un escándalo porque estás aquí.- Jimin me veía confundido.

- ¿Puedo saber quién es esa persona?- no sé si su mirada era de confusión o... celos.

- Mmh... digamos que vivo con un hombre muy amargado.- entonces él abrió los ojos y podía distinguir, ligeramente, un poco de decepción. Algo que me confundió a mí ahora.

¿Realmente siente eso? Y si es así ¿por qué?


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Holi😁 otro capítulo, espero y les haya gustado🙂

Recuerden dejarme sus comentarios😉 y si quieren que el prox. capítulo se los dedique, también diganmelo🤗

Cuídense y besos <3

 ⚔︎REOS⚔︎ [JM & T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora