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Esto esta mal.

Muy mal.

No puede gustarme. No puede.



Salgo de abajo de Marcos y tomo mis cosas. El me mira confundido.



— ¿A donde vas?


Lo miro y el espera mi respuesta.


— Esto esta mal — le digo — No quiero hacerte mal Marcos...



El se pone de pie y me abraza.



— Podemos intentarlo — dice — Puedo enamorarte, lo intentemos.


Salgo de su abrazo lentamente y niego.


Me acerco y le dejo un beso en la boca.


— Chau — digo y le doy una sonrisa triste.


— Tami... quedate conmigo.


Su rostro me trasmite tristeza.


Le doy una ultima mirada y salgo de la casa.


(***)



Unos diez minutos después de llegar a mi casa y acostarme a mirar el techo, el timbre suena.



— ¡Abrime! — Grita Duki.


Le abro y le doy una sonrisa triste.


— ¿Que paso?




Le cuento todo y el me mira mal.


— Sos una maricona — dice — tenes miedo a sentir algo por el y que te encante, no tenes lo huevos suficientes. Tenes que arriesgarte.


Asiento.


— No puedo. Y no insistas.


El levanta las manos en rendición.



— Esta bien... viví mal toda tu vida.

Le golpeo el hombro y el rie.


— Bueno... me voy a la mierda — dice y se pone de pie. Me da un abrazo y yo lo miro mal.



— ¿Me dejas por la del septum? — pregunto divertida.



El me da una sonrisa y tres minutos después me encuentro sola de nuevo.


Mi celular suena y me llega un mensaje.


De: Número Desconocido

¿Miedo de enamorarte?

¿O de lastimarlo a el?


Me acuerdo de los mensajes que me llegaron unos meses antes y me pregunto quien sera.

deseos encontrados ; mks ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora