Hacia 5 años el cielo se habia pintado de luto igual que Deller no habia sido el mismo desde que Aldora habia muerto en combate, una leyenda habia caido, habia dejado el mundo en paz tras su muerte tal y como prometio, los mundos habian sido purificados. Pero ¿Qué había sido del pelirrojo? Este había sido el mejor gobernante que había pasado por el poder, siendo un hombre justo y perseverante, sonreía a todo mundo y cuidaba al más débil pero su pecho estaba vacío, su pecho dolía a falta de su amada Alfa. Deller decidió no enterrarla sino congelar su cuerpo en una cápsula de tiempo y allí la mantenía, fresca y joven, atesorando a su reina, la cual al haber partido también se lo llevo a el.
Damian había contraído matrimonio con Esthela, tenia 2 hijos. Después de haberse convertido en el líder de Somnio decidió tomarla como esposa y tener de reina a su amada Esthela. Somnio volvía hacer un lugar digno de admiración. Los mundos estaban en paz, no habían enemigos, no había miseria ni hambre, la tierra de infierno paso a paraíso, todo lo que la difunta una vez soñó.
-¿Por qué no pasas la noche aquí Deller? Mañana puedes retirarte. Otauro no se incendiaria por faltar una noche- Recomendó Damian mirándolo con nostalgia- Vamos tío. Estar encerrado allí todo el tiempo te hará volverte loco, Aldora no hubiese deseado esto para ti-
-Lo se- Respondió soltando el aire de sus pulmones- Pero necesito estar cerca por si algo llega a salir de control- Se acercó para abrazarlo con familiaridad- Nos vemos después Damian. Ve a cuidar a tu esposa-
El triste rey, así era conocido Deller, siempre se le veía deambulando por el castillo buscando algo que se le había perdido pero nunca regresaría a sus manos, se arrepentía de tantas cosas y todas señalaban a Aldora. Moría por haberla amado más, por haber estado un poco mas cerca, por haber llegado hacer lo que ella necesitaba. Tomó asiento frente a la cápsula de frío, para mirarla, apreciar su frío cuerpo ¿Era egoísta por no enterrarla? No sabia, ni quería pensar en esa respuesta. Algo dentro suyo muy dentro le decía que ella algún día volvería a el. Deller quedó dormido con lágrimas en los ojos.
-Ya es tiempo de volver- Hablo la voz de aquel viejo- Ya ha pasado mucho tiempo Aldora y llega una nueva amenaza para los mundos. Los enemigos vuelven a levantarse, con los mismos planes pero con cuerpos distintos-
- Padre, asesine a Muchas personas, no soy merecedora de volver a el mundo de los vivos- Respondió tomando las manos del viejo- Todo esta mejor desde que me fui, desde el momento en que morí todos son felices-
-Felicidad que conseguiste tu hija. Hubo una vez un líder el cual fue llamado para ayudar a un país que moría por la infertilidad, ayudarlos a volver hacer lo que fueron algún día. Pero su ego y orgullo de Alfa lo llevaron a no querer mezclar su raza ¿Sabes en que término eso?- Pregunto tocando su rostro ancestral- Llevo a la destrucción de Magnus y todo por mi culpa. Cometiste un error pero lo solucionaste. Tu tiempo allí abajo aún no termino, aun falta terminar con toda la maldad de los mundos, para eso naciste-
-Padre- Lo abraza con fuerzas- Gracias por todo-
Estaba en el mundo de los patriarcas, el mundo espiritual, tenia un largo tiempo allí pero no sabia con exactitud cuanto, no iba a mentir extrañaba Muchas cosas y a veces quería volver pero se sentía mal por todo lo que había sucedido. Un vértice se habría en medio de la sala del consejo, Aldora cerró los ojos y con lentitud entró allí. El viaje fue largo, todo era confuso y extraño, recibía todas sus memorias, todas las cosas que había olvidado, ya que cuando se entra al mundo espiritual todo lo bueno de la vida es eliminado del cerebro y tan solo los tormentos son dejados. Estaba en completa oscuridad y tenia frío. Cuando abrió los ojos vio a Deller a través de un cristal mirándola perplejo, un frio insoportable invadió su cuerpo, todas sus células temblaban. Cayó al suelo cuando la puerta fue abierta, Deller la estrecho en sus brazos con lágrimas en los ojos.
-¡Estas viva Aldora! Sabía que volverías- Unas lágrimas copiosas llenaban sus ojos- Me has hecho una falta insoportable ¡Maldita sea!-
Aldora sonrió con debilidad mientras tiritaba del frío, pero a pesar de sentir cada parte de su cuerpo congelada, su corazón latía de nuevo, estaba en los brazos de Deller, sentía su calor, su respiración, los latidos de su corazón, estaba inmensamente feliz.
FIN
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Alfa y Omega
Ficção GeralEl planeta verde cambio, cuando se dio cuenta que no era el único con seres vivientes, durante tantas décadas sabían que no estaban solos en la tierra, pero solo abrieron los ojos cuando escucharon por primera vez un saludo desde la galaxia. ~Hello...