21 Maneras de decir «Te Amo». [Bakugou Katsuki | BNHA]

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Me haces extremadamente feliz.

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—¡Cariño, llegaste!

El abrazo efusivo de la fémina al rubio no se cortó hasta que Bakugou la apartó para poder respirar. Estaba llegando recién de una misión de tres semanas, y lo que necesitaba era descansar. Pero al parecer ese día no podría.

—Déjame respirar un poco, mujer —dijo, dejó el bolso con sus cosas en el suelo del recibidor y se encaminó al salón de departamento.

La chica le siguió desde atrás, hablando de lo mucho que le había extrañado todo ese tiempo. El rubio se tiró al sillón de la sala como si de un muñeco de trapo se tratase, pero su descanso no duró ni un segundo al sentir a su esposa tirarse encima de él.

—¡Oye! No te tires tan brusco —gritó a la joven mientras trataba de acomodarse con ella encima. La chica levantó el rostro, y con una mirada de falsa tristeza ablandó el corazón de su esposo—. No... No me mires así.

—Te extrañé mucho. —La castaña empezó a depositar varios besos fugaces por todo el rostro del rubio, dejándole notorias marcas de lápiz labial en su cara. Estar sin él esos días había sido una tortura, y que ahora estaba con ella, lo aprovecharía al máximo.

La mano derecha del chico viajó a la parte trasera de su pareja, apretando su agarre, y con la otra mano tomó la nuca de esta para así darle uno de sus típicos besos flameantes.

La chica se sonrojó por su acto, en verdad no pensaba que el héroe empezara con su manoseo.

—Katsuki...

Pero el chico no la dejó terminar y le estampó otro beso en sus labios. Uno, dos, tres y siguieron dándose amor en el sillón, hasta que Bakugou se dignó a levantarse con su esposa en brazos.

—Vamos al cuarto.

—¡Ah! Pero he dejado cocinando la cena —explicó la fémina mientras se agarraba firme del cuello de su marido—, puede ser peligroso.

El rubio al escuchar la respuesta bufó de molestia y bajó a la muchacha con delicadeza en el sofá, mientras que él se adentraba a la cocina para luego salir unos minutos después. Su mujer alzó una ceja mirándolo divertida, y cuando este se acercó a ella nuevamente, [Nombre] pasó sus brazos por el cuello del rubio aproximándolo a su rostro para darle un tierno beso. Las caricias que esta le daba al chico, serían el detonante a la bomba dentro de él.

El rubio levantó a la fémina mientras la agarraba para que no se cayera, y ella entrelazaba sus piernas sobre el torso de su esposo.

El ambiente se estaba calentando, y el pequeño sonrojo que los dos estaban mostrando lo hacían notarlo.

El recorrido hasta la habitación de los dos fue un poco torpe, pues al no poder ver bien por dónde pasaba, hizo una odisea la llegada. Cuando por fin entraron al cuarto, el rubio llevó a su mujer a la cama, dejándola caer por inercia de la gravedad al colchón y mostrándole la vista que no veía hace casi un mes.

—Te extrañé tanto, Katsuki —habló la muchacha mientras el rubio se posicionaba encima de ella—. Me haces tan feliz.

Fue en ese momento que Bakugou lo entendió.

—Tú también me haces feliz.

Te amo.

Nota:
Una manera de decir te amo es hacerle entender a la persona que te hace feliz, muy feliz.