• 16 •

14.3K 1.9K 401
                                    


Tengo miedo de perderte,

_________________________________________

La única manera que tenía Bakugou para saber cómo se encontraba su mujer cuando el estaba trabajando era llamarla cada treinta minutos. No era por hostigarla, pero no era fácil estar lejos de la futura madre de tu hijo y no tener miedo de que algo le pudiese pasar mientras no estabas al tanto de ella.

—No te preocupes tanto, Kacchan —dijo Midoriya al ver el inminente rostro de preocupación de su "por ahora" compañero de guardia-—; [Nombre] seguro está bien.

—Cállate y métete en tus asuntos.

Midoriya no dijo nada más, y esperó a que el rubio se fuera por su camino de resguardo.

Ninguno de los dos sabía que tendría que trabajar con el otro, o sino Bakugou hubiera desistido de ir a hacer guardia mientras se inauguraba el nuevo estadio provincial de la ciudad, pero más que nada necesitaba despejar su mente, y qué mejor que trabajando.

Katsuki empezó a caminar por su lado, escuchando los pasos del pecoso atrás suyo. No iba a gritarle, solo haría su trabajo.

—Kacchan, —llamó el chico atrás suyo. Bakugou cerró los ojos un poco irritado—, se me olvidó decirte un recado.

—¿Ahora qué? —respondió cortante girando su cabeza sin dejar de caminar.

—Uhh, no sé cómo decirlo... —Se quedó pensando antes de hablar—... Todoroki quiere hablar contigo.

En ese momento el rubio dejó de caminar, haciendo que el peliverde se golpeara con su espalda al parar tan brusco. Solo se quedó parado unos segundos antes de volver a caminar, pero más rápido de lo normal. Midoriya volvió a avanzar, ahora junto a él.

—Kacchan...

—No tengo nada de que hablar con ese bastardo.

—Pero no es algo malo que quiera hablar contigo —comentó—, tal vez quiere solo hacer las pases, o disculparse con [Nombre], o...

Bakugou tomó del cuello a Izuku, manteniéndolo inmóvil. Este no reaccionó, sabía que esta era una consecuencia de hablarle del bicolor, pero solo le hacía un favor a su amigo.

—Escuchame bien, pecoso de mierda —soltó arisco—. No te mato ahora mismo porque estamos trabajando. Pero te juro que algún día me las pagarás por la idiotez que hiciste.

—Pe... pero, yo solo te digo lo que veo...

—Maldita sea, Deku. —Lo soltó bruscamente antes de empezar una pelea. Él hace mucho que había dejado de ser tan brutalmente violento por [Nombre]—. Si no fuera por ti, ellos no se hubieran vuelto a reencontrar.

Midoriya se quedó allí, pensante. Tal vez si era verdad que por su intervención los dos se volvieron a juntar, pero no era su culpa todo lo demás.

—Puedes pensar eso, Kacchan. Pero yo solo quiero el bien de todos, por eso te digo que Todoroki quería hablar con [Nombre] hoy.

Katsuki frunció el ceño al escuchar lo que dijo el pecoso.

—¿Qué?

Midoriya se dio cuenta de que había arruinado algo.

Bakugou sacó su celular rápidamente, y empezó a marcar el número celular de su mujer, hace unos minutos la había llamado, pero ahora era diferente.

¿Aló, Cariño? ¿No me llamaste hace poco? ¿O ya extrañas mi voz hermosa?

—[Nombre], ¿no ha ido nadie para allá?

Mmm... No, ¿Por qué? ¿Qué pasa? —Bakugou se quedó callado, no sabía si decirle que no hablara con el bicolor o solo quedarse en silencio, tampoco quería privarla de nada—. Espérame cariño, están llamando a la puerta.

—Oye, solo ten cuidado. —Decidió no decirle nada, tampoco quería preocuparla.

La tendré. —Desde la otra línea se escuchaba tenuamente los pasos que daba, seguramente para llegar hasta la puerta—, ¿Cuándo llegarás? —preguntó.

—Yo creo que en un par de horas más, ¿Quieres que lleve algo?

Oh, sí. Qué tal si me traes esos dulces de la tienda que son como... —De repente calló, dejando la línea en silencio. Katsuki solo escuchaba unos murmullos—... Todoroki.

—¿Aló? ¿[Nombre]? —La llamó desde la línea, solo podía escuchar murmullos y más murmullos, pero no le contestaba—. Maldita sea, contesta.

Katsuki esperó unos segundos más, pero la llamada se cortó, dejando al rubio entre preocupado, furioso y ansioso. No era momento de gritar y romper el celular en pedazos, tenía que irse ahora mismo.

—¡Deku idiota, cuida mi puesto! —gritó sacándose la credencial de héroe y tirándosela—. Algo que hagas.

—Ahh uhm, ¿ok?

Y allí se fue, corriendo hasta su casa. No quería pensar lo peor, ni lo mejor. Solo quería llegar y dejarle en claro al bicolor quién era él. No iba a dejar que se saliera con la suya, no otra vez.

Sin nota.

21 Maneras de decir «Te Amo». [Bakugou Katsuki | BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora