21 Maneras de decir «Te Amo». [Bakugou Katsuki | BNHA]

• 20.5 •

y en las malas.

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—No me siento bien, Katsuki.

El doctor se dio cuenta de la debilidad de la muchacha y empezó a moverse de un lado a otro mandando a las enfermeras.

—¿Qué está pasando? —preguntó Bakugou, pero nadie le contestó— ¡Qué está pasando! —Una de las enfermeras le quitó el bebé al rubio y otra empezó a empujarlo de la habitación para que saliera—. ¡¡Maldita sea, no me empujes!!

—Lo siento señor, pero tiene que salir.

El rubio trataba de sacarse la enfermera de encima, mientras miraba desde la puerta como su mujer era manipulada como un muñeco de trapo, y su hijo había desaparecido.

Sus ojos se encontraron con los de su mujer, y pudo comprender que algo no estaba bien. Ella no estaba bien.

—Pongan intravenosa y preparen el quirófano. Necesitamos infusiones de sangre por cualquier duda. —Empezó a indicar el Doctor a todo el personal mientras se acercaba al rubio para así alejarlo de allí y calmarlo.

El Obstetra le tomó el hombro, pero Bakugou le apartó el brazo de un manotazo.

—¡Usted me dijo que iba a estar bien! —gritó furioso en la cara del médico. Este no dijo nada, ya sabía controlar a pacientes alterados como lo estaba Katsuki—. ¿¡Me han quitado a mi hijo y ahora quieren que me vaya!? Bastardo.

El doctor junto a la enfermera trataban de calmar al rubio, mientras que de fondo se escuchaban los débiles lamentos de [Nombre] y el llanto de Tetsuki.

—Debería calmarse y darse cuenta en la situación que está, está alterando a todos con sus gritos y así no podremos trabajar debidamente —dijo la enfermera.

Bakugou la asesinaba con la mirada, cosa que asustó a la muchacha y se fue a ayudar a las demás colegas.

—¡Solo quiero saber qué está pasando! —volvió a gritar. El doctor suspiró, si seguía perdiendo el tiempo tratando de que el rubio se fuera sería tiempo valioso perdido.

—Su mujer tiene una hemorragia puerperal, —Bakugou no entendió al escuchar el nombre—, o posparto. Estuvo mucho tiempo en labor de parto, y su placenta no se ha desprendido del todo, lo que hace que los vasos sanguíneos del útero donde esta estaba adherida no sanen.

Katsuki se quedó procesando todo lo que el doctor le había dicho, en simples palabras:

—Se está desangrando.

El médico asintió ante la conclusión del rubio, se giró para ver como las enfermeras ya tenían todo listo para cambiar de habitación.

—Y seguirá así si no la atendemos ahora. —Terminó de hablar el Obstetra y se alejó del rubio, que aún estaba parado viendo toda la escena.

[Nombre] siendo trasladada de una camilla a otra, con un par de agujas insertadas en el brazo. Sus ojos desorientados indicaban su próximo desmayo. Al lado suyo estaban las enfermeras tomando su ritmo cardíaco y su presión a cada momento. Empezaron a mover la camilla por donde él estaba estorbando, Bakugou se hizo a un lado, pero no se contuvo al ver a su esposa en ese estado y empezó a ir a la par de ella.

—Katsuki... —susurró la fémina cuando sintió el tacto de la mano de su marido en la suya. Bakugou se mordió el labio al verla en ese estado deplorable.

Habían salido al pasillo donde se encontraban todas las demás puertas. Los pasos de todos eran una caminata rápida alrededor de la madre.

Llegaron unos metros más alejados desde donde estaban entrando al quirófano, menos el rubio que fue detenido por un par de enfermeros.

Su mano ya no estaba unida a la de ella, y la angustia volvió a resurgir. Trató de detenerlos afirmando la camilla con sus manos, pero fue tirado hacia afuera de la habitación. Lo último que pudo ver fue a su mujer diciéndole algo de lejos, que aunque no no salió ningún sonido de ella, el entendió todo lo que le quiso decir.

En ese pequeño lapso agarraron al rubio.

—¡Sueltame, maldito! ¡Quiero entrar! —Forcejeó contra los dos profesionales mientras era arrastrado hasta la puerta que dividía los paciente con las visitas—, ¡¡Te dije que me sueltes!!

Bakugou sintió la puerta a sus espaldas y cómo estas se abrían. Lo empujaron rápidamente y cerraron la puerta. Katsuki se acercó y golpeó varias veces, haciendo que las personas a su alrededor lo miraran atónitos.

—¿Katsuki? —llamaron desde atrás, conocía la voz de su madre, seguramente ya sabía que [Nombre] estaba allí—. ¡Deja de golpear la puerta que asustas a todos!

—¡¡Me importa una mierda!! —gritó sin mirar atrás mientras seguía golpeando una y otra vez.

—¡Katsuki ya basta! —volvió a gritar su madre acercándose y tratando de alejarlo de allí. Su padre, su suegra y hasta Todoroki, que en ningún momento pensó en irse, lo miraban entre extrañados y con pena.

—¡¡¡No me moveré de aquí hasta ver a [Nombre]!!!

El rubio seguía y seguía machacando su mano contra el metal de la puerta, esperando el milagro de ver a su esposa, a su hijo e ir a casa sin ningún inconveniente. Dejar de pelear y ser la familia feliz que siempre quiso tener. Llegar del trabajo y ver que ella estaba esperándolo con su hijo en brazos. Pasear juntos, ir de vacaciones, el primer día de clases de Tetsuki, su celebración de casados. Dejar todo el pasado atrás y volver a intentarlo.

Sus golpes empezaron a bajar de intensidad y ritmo. Desde su vista al suelo pudo sentir como las lágrimas desbordaban su rostro, aunque intentaba aguantar como siempre lo hacía, estaba asustado.

—[Nombre]...

Te amo.

Nota:
Una forma de decir te amo es estar en la buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe.