21 Maneras de decir «Te Amo». [Bakugou Katsuki | BNHA]

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Perdóname.

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No podía creer que después de 4 meses, 4 largos y exhaustivos meses, por fin estaba en casa. O casi.

Tal vez parecía un idiota mirando la perilla de la puerta principal de su hogar, pero no entendía que era lo que lo detenía.

Quería entrar, saludar a su mujer y volver a su rutina de siempre cuando volvía de una misión. Pero esto era diferente, otra historia era contada y sabía que si entraba allí tendrían que hablar.

Hablar. Él no era bueno para hablar.

Los nervios eran demasiado, que en cualquier momento empezaría a botar pelo de tanto que se estaba rascando la cabeza.

—Maldita sea —susurró.

Lo único que podía hacer era entrar, o escapar como un vil miedoso. Y en definitiva él no conocía la palabra miedo.

—Solo entra de una vez... —Se alentó a sí mismo mientras mantenía sujeta la manilla de la puerta.

¿Por qué estaba así? Si todo estaba bien.

—¿Quién está ahí?

Bakugou se quedó quieto en su lugar al escuchar al otro lado de la puerta la voz de [Nombre], al parecer había hecho mucho ruido.

Bueno, llegar a las 1 de la madrugada nunca lo había hecho, pero antes de venir tuvo que pasar por otro lugar.

—Puedo escuchar tu respiración, maldito enfermo. —Otra vez la chica habló, pero ahora con un tono rudo.

—No me hables así, tonta.

Después de comentar eso, la puerta se abrió de zopetón y dejó ver a una chica toda despeinada y en pijama. [Nombre] se quedó mirando penetrante al rubio. Ella no quería apartar la mirada de él, ni él de ella.

—Katsuki...

—Estoy de vuelta.

Cuando dijo eso, su mujer empezó a derramar un par de lágrimas. Volver a ver a su pareja la hacía llorar, eso y algo más.

—Te extrañé tanto... —dijo la chica después de abalanzarse hacia él y abrazarlo como nunca—. Yo en verdad te extrañé... Tengo tanto que contarte. Pero cuando peleamos yo no pude, pensé que... Ya no volverías.

—¿Acaso querías que no volviera?

—No digas eso, bruto. —Dejó de mantener el abrazo y empezó a arrastrarlo para que entrara. Se acercaron al sofá para estar más tranquilos, y mientras la chica iba por un poco de té, él dejó de lado todo su equipaje.

La chica volvió con el té y se sentó junto a su marido.

—Te extrañé mucho, Cariño —dijo [Nombre] agarrando la mano del rubio y jugueteando con ella—. Cuando te enojaste pensé en hablar contigo, pero sabía que no me contestarías. Por eso no te molesté.

Bakugou se mantenía callado, escuchando lo que decía su mujer. Sentir el tacto de ella era tan reconfortante, era como si nada hubiese pasado.

—No voy a volver a pasar esto.

—Yo tampoco, por eso te digo en este momento que dejaré de hablar con Shouto, no quiero volver a separarme de ti.

Katsuki se quedó pensando ante ese comentario. ¿Estaba haciendo bien negándole amistades a su mujer?

—Perdóname —dijo al final [Nombre] apretando la mano de su pareja y mirándole a los ojos. Katsuki se quedó mirándola de vuelta.

—No digas eso —susurró, aunque la chica no le escuchó—. Conversemos mejor en la mañana, estoy cansado.

—Vale... —respondió la chica antes de pararse con la bandeja de té y llevársela a la cocina.

Katsuki se levantó del sofá y empezó agarrar sus cosas para llevarlas a su habitación. Pero la mano de su mujer lo detuvo, no se había dado cuenta que ya estaba con él.

—Deja ahí, mañana lo llevas.

El rubio asintió y agarró la mano de su mujer. Pero antes de poder dar un paso más, el rubio paró y se mantuvo en silencio, pensando en lo que antes su mujer dijo.

—Hey. —Como paró de repente, la chica igual lo hizo. Ella se dio vuelta para mirar a su pareja sin entender porqué—. ¿No dijiste que tenías algo que decir el día que peleamos?

En ese momento la joven empezó a ponerse nerviosa y, agarrándose con la mano el vientre, apretó la mano del rubio.

—Qué te parece si te lo digo mañana cuando hablemos mejor...

Bakugou no dijo nada, más dio una afirmación con la cabeza.

Mañana resolverían todos los problemas, y esperaba que esto fuese solo un traspié en la relación.

Te amo.

Nota:
Una forma de decir te amo es pedir perdón por los errores cometidos.