21 - Bran: Sospecha

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Bran no estaba preocupado por la alfombra quemada sino por el castigo que su madre le pondría una vez que ella se enterara de la situación. Él no solo había desobedecido a ella al traer la máquina escondida entre sus cajas de la mudanza, también había dañado parte de una propiedad que no era de su familia.

Sabía que Robb no iría a contarle a sus padres, no era de esos hermanos que sienten satisfacción al ver a los demás sufrir pero sí era de la clase de personas que esperan que los demás sean honestos sobre sus acciones. Bran tenía poco tiempo para elegir sus palabras sabiamente y así reducir una represalia de meses a solo unas semanas.

Le vino a la mente el día anterior. Había ido a la biblioteca a la hora del almuerzo a jugar un rato a escondidas con las computadoras de la escuela. Si bien las máquinas eran algo viejas tenían la suficiente capacidad como para crear programas cortos. Bran estaba solo, la mayoría de los estudiantes parecían estar más ocupados socializando y la única compañía que le quedaba era la de la bibliotecaria, la señora Crakehall.

Mientras seguía experimentando con sus programas, Bran notó algo más en la computadora que estaba a su lado derecho. Alguien había olvidado un sobre amarillo. El chico lo tomó y revisó si tenía algún nombre.

BRANDON STARK

Extrañado, Bran volvió a leer las letras que habían sido colocadas ahí con una máquina de escribir eléctrica. No había remitente y mucho menos algún rastro de alguien que estuviese observándolo en ese instante. Bran se dirigió hacia el escritorio de la bibliotecaria quien en ese instante estaba muy ocupada leyendo El amante de Lady Chatterley.

-Señora Crakehall- susurró el muchacho, la mujer hizo a un lado el libro y se acomodó los lentes.

-¿Sí?

-Encontré esto.- le enseñó el sobre, ella lo tomó y lo examinó con notable desinterés.

-Tiene tu nombre.- le dijo Crakehall volviendo a buscar la página que había estado leyendo y añadiendo con severidad.- Retírate antes de que le diga a tu padre que me estás molestando con bromitas infantiles.

Sin chistar y confundido, Bran guardó el sobre dentro de uno de sus libros para evitar que se maltratara, después caminó al salón de química. Ahí, poco caso le hizo a la cátedra del profesor Pycelle. Su mente estaba ocupada pensando en el contenido del sombre.

Espero media hora mientras reflexionaba sobre el contenido hasta que al final sucumbió a la curiosidad, lo abrió con las tijeras para evitar que otros lo escucharan y se encontró con el diskette.

Ahora estaba totalmente convencido de que todo había sido una broma de pésimo gusto. No solo su preciada máquina que con tanto esfuerzo había armado estaba destrozada, ahora tenía el peso del próximo castigo de Catelyn Stark en su espalda. A pesar de que Bran intentaba no ser vengativo, en esa ocasión realmente quería encontrar al culpable para darle un par de puñetazos por ponerlo entre la espada y la pared.

Pero lo que realmente lo tenía más molesto era la constante sensación de estar siendo observado. No importaba el pasillo donde se encontrase o si este estaba vacío o repleto de estudiantes, Bran creía que en cualquier momento el tipo que le había roto la computadora llegaría a agredirlo sin importar si él era uno de los hijos del director.

¿Cuántos ojos le veían? ¿Dos? ¿Cuatro? ¿Docenas? No tenía idea pero sabía que alguien vigilaba cada uno de sus movimientos. Era evidente por el sobre que cuando menos sabían dónde encontrarlo, posiblemente hasta supieran su horario mucho antes del primer día de clases. Pensó incluso en la posibilidad de que tanto estudiantes como profesores estuviesen involucrados pero inmediatamente descartó al segundo grupo. Nadie querría tener problemas con su padre, no cuando este tenía a alguien poderoso como Robert Baratheon como amigo, o al menos eso era lo que Bran quería creer.

-Tal vez si le digo a Jon...

Eso hubiese sido un movimiento cobarde de su parte, tal vez la situación se agravaría. Esto era algo que Bran debía resolver por su cuenta al igual que tenía que enfrentar el regaño que le esperaba en casa. Entonces sintió por un segundo unos ojos posándose en él. El chico miró justo a tiempo para encontrarse con la mirada de un muchacho extremadamente delgado con el cabello rubio revuelto y los ojos grises. El desconocido cerró su casillero, se volteó rápidamente y subió las escaleras al segundo piso de dos en dos.

Bran se había quedado de piedra mientras intentaba conectar las ideas. Su corazón latía rápidamente por el terror. Sus sospechas ahora comenzaban a tener bases suficientes más no entendía qué es lo que esas personas querrían de él. No estaba seguro con nadie y tampoco podía fiarse de ningún otro alumno del instituto exceptuando a sus hermanos.

Se dirigió a su casillero para guardar sus libros de matemáticas, colocó la combinación y abrió la puerta. Una vez más, un sobre amarillo le saludó.

BRANDON STARK

Abra el sobre en privado.

Preparatoria Westeros (+16)Where stories live. Discover now