Preparatoria Westeros (+16)

24 - Tyrion: Paseo

Tyrion sintió unas manos agitándolo con brusquedad.

-Despierta de una vez.- dijo Cersei.

-Ya ya, suéltame carajo.

La mujer se alejó de él y abrió las cortinas para dejar pasar la luz. Tyrion sintió los rayos reflejarse en su cara mientras su hermana movía la otra cortina.

-Necesitamos hablar, en la madrugada me habló la Montaña, algo sobre una fianza por haber golpeado a uno de los Tyrell. Tú te tienes que encargar de eso.- Cersei se sentó en la silla que había ocupado en la madrugada Tyrion para drogarse. Su cabello rubio caía a la perfección sobre sus hombros. Los dólares gastados lo valían e incluso hacía que alguna persona que llegase a chocar con su hermana por un momento creyera que se había encontrado con Linda Evans de Dynasty en la calle.- Habló papá, me comentó sobre lo inútil que eres incluso para enterarte del incidente de la tarde anterior.

-¿Y qué más te dijo?- preguntó Tyrion mientras sacaba ropa limpia del closet y la colocaba en la cama.

- Me dijo que te mandara a ti a hablar con Stark sobre la situación del chico Tyrell.- exhaló el humo mientras colocaba la ceniza en el vaso de agua que su hermano solía tener cerca de la cama.- Claro está que no podemos mandar a mi hermanito el junkie ni a un sitio ni al otro así que iré yo con Ned Stark al instituto y me aseguraré de hacerlo entrar en razón.

-Por lo que se Clegane estuvo a punto de matar a Loras...

-Pero no podemos darnos el lujo de tenerlo encerrado, sabes bien que los hermanos Clegane protegen de Joffrey.- Cersei dejó caer la colilla en el vaso de agua.- Así que tú irás solamente a pagar y traerás de vuelta a la Montaña. Es una tarea simple y que no requiere siquiera que abras tu maldita boca.

La mujer se levantó. Como cada día, ella usaba un vestido nuevo de seda escarlata que combinaba perfectamente con las joyas que Cersei recibía de Robert cada que este regresaba de sus escapadas. Una mano finamente manicurada le entregó a Tyrion un maletín.

-Va la cantidad suficiente no solo para sacar a Gregor, también para pagarle a nuestros chicos de la policía. Si me entero que tomaste algo de dinero del maletín para comprar más cocaína haré que Payne te corte las manos.- sin esperar una respuesta de Tyrion, Cersei salió de la habitación cerrándola con un portazo.

Tyrion entró al baño para ducharse. A veces no entendía como Jaime podía tolerar a su hermana. En cambio para él, verla en algún momento del día era tan agradable como un dolor de muelas o una fila del banco en día de pago. Sabía bien que para Cersei tener que tratar con él era pura obligación además que solo recurría a su hermano el enano cuando no tenía otra alternativa. En los ojos verdes de ella siempre encontraba el resentimiento, ira y odio que ella le guardaba por haber "asesinado" a su madre cuando él nació.

Se secó y comenzó a vestirse. Dirigió la mirada hacia su escritorio en el cual aún quedaba un poco de residuos de polvo blanco. Así como el café era esencial para un oficinista, la adicción de Tyrion era lo único que le hacía levantarse y obedecer para otra vez comprar más coca. Ese círculo vicioso lo mantenía como un esclavo pero al menos tenía la ventaja de hacerlo olvidar por un momento el lastre de su pasado.

Llegó a la cocina y se encontró con Myrcella y Tommen quienes en ese momento desayunaban panqueques mientras sonaba en la televisión algo de Duran Duran.

-Buenos días a mis dos sobrinos favoritos.- le dio un beso en la mejilla a la chica y revolvió el cabello del niño.

-Buenos días tío.- sonrió la niña mientras se volvía a acomodar las gafas de sol que él le había regalado por el nuevo curso.

-¿Nos vas a llevar hoy al cine?- preguntó Tommen mientras intentaba cortar su comida. Myrcella tomó los cubiertos y el plato para ayudarle.

-No estoy seguro, es posible que hoy ocupe todo el día pero podemos cambiarlo para mañana.

-Pero para mañana tal vez ya no esté Buckaroo Banzai.- contestó Tommen con tristeza en su voz.

Sintiéndose algo culpable, Tyrion agregó:

-Está bien, me aseguraré de terminar esto pronto e iré por ustedes a la escuela.

-¿Y nos comprarás algo después?- añadió Myrcella.

-¿Tienes algo en mente?

Myrcella sacó de debajo de la mesa una revista juvenil en la cual parecían fotos de chicas usando camisetas de WHAM!, Prince, Cyndi Lauper y (porque no podía faltar) Duran Duran.

-Está bien, también iremos a la tienda, solo espero que no te tardes mucho en los probadores. La última vez estuve a punto de aventarme por la ventana.- contestó Tyrion mientras se servía jugo de naranja.

-Claro que no, ya sé cuál playera quiero.- dijo ella mientras seguía recorriendo las páginas con la mirada.

A Tyrion le gustaba consentir a sus sobrinos e incluso, solo por respeto a ellos, intentaba no inhalar nada cuando salían de paseo. En ocasiones pensaba en si llegaría a tener hijos como ellos pero su mente recibía rápido el memorándum de que eso nunca sucedería por más que él lo quisiera.

Minutos después, los Lannister habían subido a uno de los coches que Cersei solía usar para salir de compras. Una vez que él terminase de llevar a los chicos a la escuela, Tyrion tendría que pedir un taxi. La sola idea de permanecer sentado un minuto más en el vehículo de su hermana le resultaba un fastidio.

El chofer guardó las mochilas en el maletero mientras Tommen, Myrcella y Tyrion ocupaban el asiento trasero para jugar a contar coches durante el trayecto.

-Tío vas perdiendo.- repuso Tommen preocupado.

-Claro que no, solo les estoy dando ventaja.- dijo Tyrion pero en el fondo lo que hacía era recordar sus días de instituto. Antes solía emocionarle llegar a la escuela. algo curioso tomando en cuenta que los adolescentes preferirían hacer otras cosas que escuchar a un profesor de ciencias hablar sobre células y mitosis. Miró a Myrcella quien miraba por la ventana buscando coches rojos, cuando creciera esperaba que no fuese como su madre. A pesar de ser una chiquilla algo superficial tenía un corazón de oro, se merecía algo más que lentamente perder esa virtud.

Tommen buscaba autos azules y Tyrion estaba seguro de que con algo de suerte el niño se convertiría en un hombre de bien, solo esperaba que Cersei no destruyera sus sueños como Tywin a él.