Un Apetito Adolescente

Noche de lentejuelas (página 9 y 10)

Hoy fue un buen día, al parecer mi suerte siempre va mejorando con el paso de los días; esta mañana estaba sentado sobre mi mesa, pensaba en que demonios estaba ocurriendo con mi vida, sabía que estaba disfrutandolo eso está claro, pero no del todo, estaba ido imaginando algunas cosas malas que podrían pasarme cuando de repente me llegó un mensaje, ¿y quien era? Bueno, pues resultó ser una de las chavas más bonitas de mi aula, todos la deseaban; era una chica alta...más alta que yo a pesar de que mida un metro ochenta y algo. Cuando me percate del mensaje le respondí rápido, todos lo hacen,
-me podrías pasar la tarea?- me dijo sin siquiera un hola y tampoco es que hubieramos hablado recientemente, sin importarme mucho le dije -espera un momento ahorita mismo te la mando- sabía que ella solo tenía interés en eso pero luego me dijo
-gracias guapo- eso no se dice a cualquier persona ¿o sí? Estaba confundido, ella es "popular" al igual que yo así que puede haber una oportunidad, le mandé la tarea, agarre el valor y la invite a comer, espere un momento, estaba sudando, casi temblando, ni sé por qué lo hacía; ella vió el mensaje y tardo unos segundos en contestarme -emmm claro ahora mismo no tengo nada que hacer así que prepara algo que voy para allá- me dijo un poquito nerviosa a traves de un audio; quedé anonadado, no esperaba esa respuesta, le mandé mi dirección y fui corriendo a preparar la comida y música clásica, no me llama la atención, pero a ella le encanta; me fui a bañar y en pleno acto escuché el timbre sonar.
-ya vine, soy Hannia.
Me tardé un poco en responder para hacerme el ocupado, después abrí de una manera segura, ella pasó..se veía hermosa con ese vestido de lentejuelas, le iba a dar un beso en la mejilla pero ambos nos movimos, según accidentalmente, y nos dimos un beso de media luna... ella se sonrojó, lo que quiere decir que le gusto.
No tenía comida, no habia comprado nada...solo tenía un poco de carne y no precisamente de animal, eso fue lo que le hice de comer; al terminar de cenar levanté los platos, pero sin querer derrame un vaso de agua sobre aquel lindo vestido que llevaba Hannia, intenté secarlo con un trapo pero fue en vano; ella me dijo que lo mejor sería quitárselo para que no se enfermara; me pidió que la ayudáse con el cierre, estaba excitado, su aroma era delicioso y su piel era suave; ya era tarde y se veía cansada, así que le pedí que durmiera en mi departamento, ella accedió, y en estos momentos está a mi lado, durmiendo profundamente...