Enfermedad Se Escribe Con C | P.jm

Undecim

—y aquí está—decía Nina sacando las radiografías del sobre de color azul.—. Cuando el sobre azul llega, es un avance para ti.
—¿que ves?
—bueno, al menos el primer tumor sigue normal. Se puede operar. El segundo está desarrollándose. Creo que tendremos que darte quimioterapia y después operarlos. Todo saldrá bien.—devolvió la radiografía a su sobre.
—bueno.
—Ah, por cierto. La psicóloga quiere verte. Ayer no fuiste.
—ayer no tenía ganas ni de existir.
—bueno, o te le levantas ahora o le llamo a Jimin para que te ayude.
—me levantó, no quiero molestarlo.
—está bien.

Dae se levantó de la camilla y caminó lentamente hacia la silla de ruedas. Se sentó y comenzó a andar. Avanzó hasta la habitación de la psicóloga y tocó la puerta. «pase» se oyó del otro lado y Dae entró al consultorio.

—buenos días—decía entrando al cuarto.
—buenos días, Dae. ¿Como te encuentras?
—más animada que ayer. ¿Que haremos hoy, doc?
—bueno, seguiremos hablando.
—como quiera. Empiece.
—bien, ¿quien es Choi Youngjae?
—agh—rodó los ojos—, es mi ex novio.
—¿por qué terminaron?
—no lo sé, ¿por qué no le pregunta?
—Dae—la miró seria.
—bueno—suspiró—. Si le soy sincera realmente no lo sé, una vez que regresé del hospital él se marchó y no me dijo por qué.
—¿se marchó? ¿Hospital?
—sí, he estado en hospitales antes por apendicitis y un accidente que necesitaba operación. En la última necesitaba cuidados en casa y fue cuando se marchó.
—¿después llegó Jimin?
—Eunbyul siempre me presenta chicos de su trabajo, Youngjae era uno de ellos, es su amigo y me lo presentó. Pasó lo qué pasó y me dejó, después Eunbyul me presentó a Jimin y después se hizo mi novio.
—¿Eunbyul es amiga de Youngjae aunque te haya herido?
—sí, las relaciones que ella tenga con personas no tienen nada que ver conmigo. Si son amigos yo no tengo por qué decirles que no lo sean.
—¿por qué vino Youngjae?
—dijo que se enteró por Eunbyul que estaba enferma y vino a verme. Dice que siempre le importé.
—¿le crees?
—sí le soy sincera...no lo sé.
—te entiendo, Dae. ¿Sabes algo de tus avances médicos?
—sí, me darán quimioterapia y después operarán los dos tumores.
—está bien. Pides retirarte, hemos acabado. Te avisaré si te necesito de nuevo.

Dae solo asintió con la cabeza y se retiró del consultorio de la psicóloga. Fue a su habitación. Jimin estaba sentado en la camilla viendo el televisor de la habitación.

—hey~
—la miró—. Hola—sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran.
—¿que haces ahí?
—estaba esperando a que volvieras.
—¿en mi cama?
—no es tuya, es del hospital.
—mía, dije.
—sí, no sabía que hacer. Acuéstate conmigo—se hizo a un lado, palmeó el espacio vacío y se acomodó de lado. Con una mano en el espacio vacío y la otra sosteniendo su cabeza. Una pose graciosa que hizo a Dae reír.—. ¿Que? ¿No vienes?
—hasta que te acomodes bien.
—oh, por favor.
—no, Jimin.
—entonces—volvió a hacer su pose—, dibújame como a una de tus francesas.
—Dae miró su pose y explotó en risas—. ¿Que estás haciendo?
—oh, ven. Dae, ven conmigo.
—no, no, no. Sabes que no puedo, no estoy para tus cosas.—trataba de huir.
—no, tú vienes conmigo—logró tomar su brazo y arrastrar la silla de ruedas hasta él. Se levantó de la camilla y cargó a Dae en brazos para después recostarla sobre la camilla.
—Jimin~—se quejó.
—shh—puso su dedo índice entre sus labios. Cerró la puerta de la habitación y se recostó a lado de Dae.
—Jimin, sabes que no puedo hacer esto. Estoy enferma.
—¿Y? Ese día yo también estaba enfermo.
—pero tú tuviste la idea de hacerlo. Además era solo gripe.
—no digas nada, ya logré tirarte en la camilla.
—Jimin, va a entrar Nina y si nos ve...
—no nos verá.
—no, Jimin. No puedo.
—no, es que no quieres.
—no, sí quiero pero no debo y no puedo.
—ay, que nena eres. Al menos déjame abrazarte.—rodeó la cintura de Dae y se pegó a ella.—. Pero cuando salgas de aquí no te escapas de mí—le susurró al oído.