Octo

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3:28 p.m

Dae y Jimin salieron al pasillo, los chicos ya se habían ido y ellos estaban solos en el pasillo.
Mientras avanzaban en el pasillo, Dae vio a su hermana entrar al hospital y acercarse.

—¡EUNBYUL!

Dae gritó de alegría y aceleró la silla de ruedas para llegar hasta su hermana. Su hermana se dio cuenta de la acción de Dae al escuchar su nombre.

—¡DAE!

Gritó Eunbyul corriendo hacia ella. Dae aceleró más la silla de ruedas y parecía que el pasillo no tenía fin. Cuando estaba a centímetros de su hermana saltó de la silla y calló a sus brazos. Eunbyul la sujetaba como podía, Dae y Eunbyul lloraban de alegría por verse una a la otra.
Eunbyul volvió a sentar a Dae en su silla y la llevó junto con Jimin a su habitación.

—hace mucho no te veía, niña. Cuando me entré de todo esto, estaba muy preocupada. Quería verte, tenía cosas que hacer pero en ese momento nada era más importante que tú. Le pedí a mi jefe descanso, reservé el avión y después hospedarme aquí y hacer cita para verte y...muchas cosas.
—agradezco que estés aquí, Eunbyul. Necesitaba de tu compañía.
—lo sé, nunca debimos dejar de vernos.
—no, es tu trabajo. Además, yo quería tiempo con Jimin y...
—lo bueno es que ahora estamos juntas...y bueno, ¿que has planeado hacer para cuando salgas de aquí?
—no lo sé, los chicos me trajeron un conjunto. Pero eso es solo lo que me pondré, falta el plan.
—bueno, hagan algo divertido. Hagan retos o vayan a un parque de diversiones. Alócate.
—buena idea, hermana.

Jimin tenía una llamada de su madre y salió de la habitación un rato, mientras tanto, Dae y Eunbyul hablaban.

—cuéntame, ¿como te trata Jimin?
—oh, es encantador.
—¿en que sentido?—la miró con picardía.
—¡EUNBYUL!
—la chia rió—. Era una broma. Te creo, Jimin es un buen chico. Sabía que te haría feliz.
—sí, te agradezco que me lo hayas presentado.
—y que lo digas.
—¿y en cuanto a ti? ¿No has encontrado a alguien?
—no, los chicos en San Francisco no son lo que esperaba. Un gran atractivo, sí. Pero de que sirve cuando solo saben contar hasta el cinco.
—cierto. Nada como Corea. ¿Has hablado con mamá?
—no y no quiero hacerlo.

Ambas quedaron en silencio un rato hasta que Dae habló.

—Eunbyul.
—¿sí?
—¿has pensado en el futuro?
—¿como?
—sí, has planeado toda una vida y como la quieres vivir.
—la verdad no. Mi filosofía es "a donde el viento me lleve". ¿Por qué lo preguntas?
—porque yo sí lo he hecho.
—¿ajá?
—sí, y he pensado en que serás la madrina en mi boda.
—¿quien más? No te atreverías a traicionarme eligiendo a otra ¿o sí?
—no, pero también quiero que cuides a mis hijos los fines de semana o cuando no pueda.
—oh, vamos. Niños no.
—sí, niños sí.
—para eso están Taehyung y Hoseok.
—sí, lo sé pero no dejaré a mis hijos solo con ellos. ¿Y si incendian mi casa?
—ese no es mi problema.
—Eunbyul—Dae le dio un zape a su hermana.
—está bien, está bien. Lo haré. Espero que se te olvide cuando tengas niños.—la última oración la dijo en un susurro aún así audible para Dae, quien le dio otro zape en la cabeza.

[...]
7:08 p.m

Dae estaba ya acostada en su camilla. Había sido un día muy pesado. En unas horas más la mandarían a dormir y temprano la levantarían y pondrían anestesia para su operación.
En el horario de Dae faltaba aún una visita, sin embargo no había un registro exacto de la persona. Dicha visita estaba cruzando el pasillo y acercándose a la habitación de Dae. Tocó la puerta de la habitación.

—pase—dice Jimin y la visita abre lentamente la perilla de la puerta.
—hola, Dae~
—¿que estás haciendo aquí?—dice Dae con el ceño un poco fruncido y con la cara pálida, como si hubiera visto un fantasma.—. ¡Dime que mierda haces aquí!
—cálmate, Dae—Jimin trataba de tranquilizarla.
—¡lárgate, no te quiero volver a ver!
—Dae, solo quería ver como estabas.—el chic se acercaba a ella.
—¡mientes! ¡Siempre lo hiciste! ¡Por qué te creería! ¡Por qué lo haría ahora! ¡Lárgate!
—Dae, cálmate.—Dae estaba descontrolada. Jimin llamó a Nina.

Enfermedad Se Escribe Con C | P.jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora