Enfermedad Se Escribe Con C | P.jm

Viginti tribus

—Dae.—movió su hombro suavemente—. Dae, despierta.—esta vez movió un poco más fuerte su hombro tratando de despertar a la chica—. Dae, es importante.

Jimin siguió moviendo el hombro de Dae hasta que ella despertó. Talló sus ojos adormilada y miró a Jimin aún con los ojos cansados. Parpadeó suavemente mientras terminaba de despertarse. Cuando tomó en cuenta al pequeño Jimin en cuclillas en frente de la camilla sonrió y tomó su mano para acariciar los nudillos de esta. Jimin entre,azul sus dedos mientras miraba dulcemente a su novia.

—estaba soñando, Jimin—dijo suavemente, su voz se oía un poco, solo un poco ronca—. Estaba volando.—su tono de voz se hacía triste—. Volaba. Muy lejos de aquí.—seguía acariciando la mano de Jimin—. En unos meses mi sueño se hará realidad. Mis alas se extenderán, me iré volando al cielo.

Si Jimin decía que esas palabras no lo entristecían estaría mintiendo. Porque era cierto. Cuando Dae muriera, volaría lejos de ahí hacia el cielo. Y nunca más volvería.

Pero Jimin no tenía tiempo para pensar en cuando Dae muriera.

—pues te tengo una sorpresa—dijo Jimin con una sonrisa. Dae quitó su expresión triste y sonrió para su novio—. ¿Por qué no en ves de volar al cielo...—sacó de su bolsillo del pantalón unos papeles bastante particulares—, volamos a Alemania?—sonrió con los boletos de avión en mano.

Dae miró con asombro los boletos de avión que sostenía Jimin en la mano. Sonrió ampliamente haciendo que sus ojos desaparecieran. Jimin había recordado haber escuchado de la propia boca de Dae que quería ir a Alemania para su luna de miel. Y eso le iba a dar Jimin.

—¿quieres ir?—preguntó Jimin mirando la sorprendida cara de su novia.
—eso no se pregunta, ¡claro que quiero ir!—Dae se abalanzó a su novio y lo abrazó fuertemente para después dejar besos en toda su cara y terminar con un beso en sus labios.

Dae había recuperado en un segundo esa ocurrencia suya que le caracterizaba antes del diagnóstico del doctor.
Mientras Dae se bañaba y arreglaba para salir, Jimin hacia los trámites de la salida de Dae del hospital y agradeció a los doctores que se ocuparon de ella, así como a Nina, la enfermera que siempre estuvo con Dae y llegó a formar un vínculo un poco más cercano con ella.

Dae terminó de asearse y de vestirse. Nina le retiró el catéter que la conectaba a la máquina que marcaba su ritmo cardiaco y se despidió de ella. Irían a la casa de la pareja, donde se encontraban ahora su hermana y su amigo, y harían sus maletas para partir esa tarde al país europeo.

Jimin ayudó a Dae a subir al auto y arrancó. Condujo hasta la casa de ambos y estacionó el auto. Ayudó de nuevo a Dae para bajar del auto y entraron a la casa. Sorpresa la que se llevaron.

Cuando Jimin abrió la puerta de la casa, encontraron a Eunbyul y a Chanyeol besándose en el sofá que estaba cerca de la puerta de entrada. Estos se dieron cuenta y se separaron asustados. Jimin y Dae con los ojos como platos cerraron de nuevo la puerta. Jimin tocó el timbre y seguido dio tres golpes en la puerta, Eunbyul se levantó del sofá y abrió la puerta.

—¡Hola! Hemos vuelto—dijo Jimin alegre como si nada hubiera pasado.—. Tenemos una noticia que darles. Nos iremos a Alemania, por favor no quemen nada y no desordenen mucho, gracias.

Jimin entró a la habitación de la pareja, sacó del armario las maletas de la pareja y comenzó a guardar su ropa en ellas. Eunbyul y Chanyeol seguían en el sofá, sonrojados e incómodos por la escena que habían visto. Dae estaba en frente de los tórtolos con los brazos cruzados.

—no crean que se salvan del regaño—dijo Dae calmada.
—oh, por favor. Soy tu hermana mayor, no puedes regañarme por un beso.—se quejó Eunbyul.
—no tengo por qué regañarte por un beso. Pero sí por comerte a besos a mi amigo y en MI casa—hizo énfasis en la palabra 'mi'. Dae caminó hacia Jimin y sacó del armario su ropa para comenzar a meterla en las maletas también.
—la pareja los siguió a la habitación—. Ustedes nos prestaron la casa.—se defendió Eunbyul.
—sí, pero no imaginamos que al regresar los encontráramos así.—dijo Jimin.
—ay, solo fue un beso—dijo Eunbyul cruzada de brazos.
—¿un beso? ¿Un beso?—dijo Jimin con tono burlón—. En mis tiempos lo llamábamos calentura.
—¡JIMIN!—le riñó Dae. Eunbyul tenía los ojos abiertos como platos junto con Chanyeol. Jimin se encogió de hombros.—. No tanto así, pero sabemos que si no hubiéramos llegado habrían pasado a más.

Las caras de Chanyeol y Eunbyul se habían hecho más rojas. Y es que había que admitir que sí se veía muy avanzado el supuesto beso entre los dos.

—está bien, chicos. Sabemos que se quieren. No es malo. Solo que pues, todavía no formalizan nada y no estamos acostumbrados.

Eunbyul y Chanyeol asintieron con la cabeza un poco más despreocupados por el tema. Pero a todo esto, el comentario de Jimin había pasado desapercibido por la pareja.

—esperen—dijo Chanyeol extrañado—. ¿Por qué están empacando?
—lo dije, ¿no?—Jimin siguió empacando—. Nos iremos a Alemania uno o dos meses. Después regresaremos.
—tienen la casa para ustedes. Hagan lo que quieran—dijo Dae entregándole las llaves de la casa a Eunbyul—. Solo no desordenen nada cuando lo hagan.

Eunbyul y Chanyeol se lanzaron miradas cómplices. Ya sabían lo que harían en ausencia de la pareja. Jimin y Dae terminaron de hacer su maleta y la cerraron, tomaron las llaves del auto y la copia de las de la casa, los boletos y algunos papeles importantes. Chanyeol y Eunbyul llevaron a la pareja al aeropuerto y regresaron a casa.

Mientras tanto, Jimin y Dae esperan su vuelo...