Duo

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Narradora omnisciente

Jimin salió del baño al oír el grito de su novia. Entró corriendo a la habitación donde estaba y la encontró con lágrimas en los ojos y cabello entre sus dedos.
Jimin se espantó. Corrió hacia ella y la tomó en brazos. Salió cargando con ella de la casa y la subió al auto. En minutos llegaron al hospital donde le harían estudios.

[...]

—pérdida de peso, moretones, bolitas en el cuerpo y caída exagerada de cabello...señorita, usted tiene cáncer. No sólo son los signos lo que lo indica, sino que la biopsia ya nos dijo todo.

Fue como si Dae hubiera recibido un golpe de puño en su estómago y luego en su garganta. Tenía ganas de gritar de dolor. De retorcerse en el suelo y llorar.
El corazón de Jimin se hizo pequeño y se retorció dentro de él para después partirse en mil pedazos.

—y...¿me voy a morir?—preguntó con lágrimas en los ojos.

—no sabemos, pero no hay que hacerse esperanzas o deprimirse. Tenemos que hacerte un estudio más para detectar el tumor o tumores y luego empezarás con quimioterapia. Los dejo solos.

El doctor salió de la habitación. Dae bajó su cabeza y comenzó a llorar en silencio.
Jimin se levantó de la silla donde estaba y se puso en cuclillas frente a Dae.

—Dae, escúchame.

—tengo cáncer, Jimin—sollozó.

—cariño, estarás bien.

—moriré y nunca podré casarme contigo, no podré darte hijos y...me voy a morir, Jimin. Moriré...

—no, no te vas a morir—Jimin empezó a llorar.

—¡Jimin, es cáncer! ¡De aquí no salgo a menos que sea dentro de un ataúd!

—¡cállate, Dae!—le gritó.

Dae lloró más y Jimin la abrazó y se aferró a ella. Él también estaba llorando. Estaba asustado. Tenía demasiado miedo y las palabras de su novia le herían más de lo que ella estaba ahora.

—¿Eun Dae?—una enfermera entró a la habitación preguntando por Dae.

—sí, soy yo.

—necesitamos hacerle una radiografía y demás estudios. Venga conmigo.

—sí.

Besó la mejilla de Jimin y acompañó a la enfermera. Ella la llevó a un cuarto y le pidió que se pusiera la bata del hospital. Dae obedeció. Después se recostó en donde le sacarían la radiografía.

—solo no te muevas, ¿vale?
—está bien.

La radiografía se sacó y se envió a Dae a una habitación del hospital donde se quedaría.

—disculpe, ¿Eun Dae?—Jimin preguntó a una de las enfermeras por su novia.

—habitación 835.—contestó la mujer.

Jimin caminó a la habitación que le indicó la enfermera de la recepción. Estaba en el quinto piso de seis que contenía el edifico del hospital. Tocó la puerta de la habitación y una enfermera abrió.

—deme un segundo, joven.

—claro.

La enfermera terminó de hacer su trabajo y dejó pasar a Jimin a la habitación.

—las horas de visita son de 12 de la tarde a 3 de la tarde y de 5 a 10 de la noche. Y en algunos casos se puede quedar toda la noche pero con supervisión. Que tenga un lindo día.—aclaró la chica de cabello negro.

La enfermera se fue y Jimin entró a la habitación. Dae yacía acostada en la camilla de la habitación. Tenía unos cables conectados a su muñeca. Jimin se sentó en una silla a lado de ella.

—¿aún me quieres, Jimin?—preguntó Dae sin mirarle, con los ojos cristalizados.

—te amo, Dae.

Las palabras de su novio eran sinceras y salieron fácilmente de su boca ya que era cierto. Dae sintió las palabras de su novio y sonrió sin muchas ganas.








Editado: 20 / 07 / 2019

Enfermedad Se Escribe Con C | P.jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora