Enfermedad Se Escribe Con C | P.jm

Viginti unum

—sobre verde~

Nina entró a la habitación de Dae con un doctor detrás de ella. Iban a revisar la radiografía juntos y a quitarle el catéter de la mano a Dae. Jimin estaba a un costado de ella tomando su mano.

Nina abrió el sobre con cuidado y sacó cuidadosamente las radiografías. Dae estaba temblando de la emoción. Eran tres radiografías y una carta. Nina revisó las radiografías y su semblante pasó de una sonrisa a una especie de mueca triste. Revisó el contenido de la carta y fue cuando sintió que su corazón se detuvo.

Le enseñó ambas al doctor a su lado y este las revisó. Sus cejas se levantaron sorprendido y después bajaron. Posó su mano en el hombro de Nina quien estaba a punto de llorar. El doctor se acercó a Dae quien miraba confundida al doctor y a Nina por su reacción y se sentó en la camilla.

—escucha, Dae. Esto realmente es muy inesperado. Pero tómatelo con calma.—Dae asintió lentamente comenzando a preocuparse. El doctor tomó las radiografías y las puso contra luz—. ¿Ves estas tres manchas?—Dae asintió—. Son tumores malignos, Dae.
—quiere decir que...—su voz comenzaba a quebrantarse.
—quiere decir que tienes cáncer terminal, Dae y eso...básicamente indica que no te queda mucho tiempo.

Dae sintió cómo se hundía su pecho. Sus ojos estaban a punto de explotar.

—es algo que ya no podemos operar ni medicar.—dijo el doctor.—. Y, Dae...—le dio la carta—. Te quedan tres meses de vida.

Dae soltó un suspiro, sus ojos comenzaron soltar lágrimas. Su pecho dolía a más no poder. Ahogaba gritos por el nudo en su garganta. Tapó su boca con su mano. Se sentía pequeña, muy pequeña. Negaba con la cabeza varías veces. Nina tampoco pudo evitar llorar al ver a Dae así.

—los dejamos—dijo el doctor antes de tomar el brazo de Nina y sacarla junto con él de la habitación.

Jimin subió totalmente a la camilla de Dae y la rodeó con sus brazos llorando.

—cariño, estarás bien.—trató de calmarla.
—Jimin.—sollozó en su pecho.—. Me voy a morir.

Jimin lloró más fuerte por las palabras de su novia. Dae apretó el abrazo de Jimin. Eunbyul tocó la puerta de la habitación y después la abrió. Tenía un ramo de flores en mano y una sonrisa en su rostro.

—y...¿quien sale del hospital mañana?—dijo feliz.

Dae miró triste a Eunbyul en la puerta. La de pelo largo miró a Jimin y a Dae llorando y entonces entendió. Sus ojos se hicieron agua, Dae negó lentamente con la cabeza y soltó lágrimas de nuevo. Eunbyul soltó las flores y corrió a abrazar a su hermana.

La puerta volvió a abrirse dejando ver a un Chanyeol bastante feliz, hasta que vio el abrazo que rodeaba a Dae llorando. La sonrisa de Chanyeol se borró. Caminó hacia la camilla abrazó a Dae junto con su hermana y su novio.

[...]

Eunbyul, Chanyeol y Jimin esperaban afuera de la habitación a que saliera la enfermera que le quitaría el catéter a Dae. Chanyeol abrazaba a Eunbyul quien todavía lloraba. Cuando la enfermera salió de la habitación Nimin caminó rápido hacia la puerta. La abrió despacio y entró.

Dae estaba acostada boca arriba en la camilla. Tenía los ojos cerrados y una máquina al lado que marcaba su ritmo cardiaco. Jimin se sentó en la silla al lado de la camilla.

—¿estás despierta?—preguntó cerca de su cara.
—sí.—dijo neutra y sin abrir los ojos.

Jimin trataba de buscar en su mente algo divertido que hiciera a Dae reír o aunque sea sacarle una pequeña sonrisa.

—adivina quien se ha pintado el cabello—Dae hizo caso omiso a Jimin—. ¡Yoongi! Ahora es azul. Pienso que se quedará calvo algún día. Cómo Chanyeol.

Dae no mostró emoción alguna. Jimin pasó saliva duramente. Trató de buscar otra cosa.

—hey, ¿recuerdas la última pendejada que dijo Peña Nieto?—trató de reír genuinamente—. Dijo volvido, ¿no?
—Jimin.

Jimin detuvo su risa falsa y miró a su novia. Dae seguía con los ojos cerrados y sin expresión alguna en el rostro.

—hoy no estoy ocurrente.

Jimin tomó un semblante serio y se acomodó mejor en la silla.

—por lo menos mírame a los ojos, ¿no?—reclamó.

Dae abrió los ojos pesadamente y miró a Jimin. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar. Jimin se puso de rodillas frente a la camilla y tomó la mano de Dae.

—tres meses—dijo Dae—. Es mucho tiempo y a la vez muy poco.
—lo sé—besó la mano de Dae.

En eso, Jimin pensó en algo grande. Tuvo una idea que probablemente alegraría a Dae o le haría pasar bien sus últimos días.

—¿como era la boda que querías?
—¿que?
—sí, cuando me dijiste que querías hacer si salías de aquí. Cuéntamelo.
—ay, Jimin, no estoy de humor para...
—por favor, dímelo.
—está bien...—Jimin escuchó atento—. Invitaría a todos, exceptuando a tu tía. Dije que Eunbyul sería la madrina y Yoongi el padrino. Dije que Hoseok y Jin harían la decoración y Jin me ayudaría a arreglarme. ¿Por qué quieres saberlo?
—solo quería saberlo...—besó la frente de Dae—. Descansa, te veo mañana.

Jimin salió de la habitación con una gran idea que pondría a trabajar enseguida.