𝐂𝐚𝐤𝐞 || 𝐃𝐞𝐚𝐧 𝐀𝐦𝐛𝐫𝐨𝐬𝐞 ||

🍰 20: Bon Appétit

Precaución: contenido sexual y lemon.

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Narra Dean:

No puedo creer que al fin hice que Alexandra aceptara tener una noche de pasión conmigo. Mi plan salió justo como lo planeé.

Mi plan era seducir a su amiga Lenay para usarla como carnada para que Alexandra se acercara a mí y tenerla como si fuera una pequeña mariposa atrapada e indefensa en mi telaraña. Soy un genio.

Hacer la propuesta con respecto a dejar a Lenay en paz no era parte del plan, pero eso funcionó muy bien y tendré que cumplirlo cuando se termine esto.

Ahora solo falta que sean las 12:00 am para poder conseguir lo que he estado esperando por varios meses. Sin embargo, sigo sintiendo esa sensación extraña que aún no sé que es, como si mi corazón latiera muy fuerte al pensar en esos ojos marrones que tiene Alexandra.

Quisiera dejar de sentir eso, al menos para esta noche, pero no puedo evitarlo.

Narra Alexandra:

El taxi me dejó en la entrada del supermercado, tal y como le pedí. Tenía que comprar algunos alimentos para que Lenay crea lo que le dije en la nota que le había dejado, o si no ella va a sospechar de que en realidad fui a enfrentar a Ambrose por ella u otra cosa.

«Hoy a las 12:00 am, te espero aquí en mi casa para...un bocadillo nocturno.»

Esa frase sonaba clara y fuerte en mi mente, como si Dean lo estuviera gritandome en mi oído.

En serio no quiero tener relaciones con él, pero el trato ya esta pactado, y si lo rompo, solo me quedaría esperar que #Gernay se acabó por una infidelidad y ganarme el odio eterno de German Garmendia por no haber hecho algo para proteger a Lenay Chantelle. Así que no tengo más remedio que preferir a cumplir lo que mi engreído jefe y yo pactamos.

Por suerte para Justine, Ambrose no sospechó que ella me reveló lo que es él en realidad. Esta sana y a salvo.

Después de comprar las cosas, me dirigí caminando hacia mi departamento, ya que éste estaba casi cerca del supermercado. Al entrar a mi pequeña casa, me encontré a Lenay, buscando algo de comer en los gabinetes de la cocina.

Pobrecita. De seguro se esta muriendo de hambre por no haber comido nada hoy.

—Hola.- la saludé con una cálida sonrisa.

—Hola.- me devolvió el saludo con una media sonrisa melancólica.

—Tienes mucha hambre, ¿verdad?- le pregunté y ésta asintió con la cabeza, mirando abajo con un pequeño puchero.- Te prepararé algo.

Dejé las bolsas en la mesa, en donde están las cosas que compré y saqué algunos alimentos de las bolsas para preparar un puré de patatas y calenté un poco de pasta que guardé en el microondas.

—¿Como te sientes?- le pregunté a mi amiga mientras acabo de preparar el puré?

—Creo que un poco mejor. Gracias por preocuparte por mí.- me agradeció amablemente.- Alex, me gustaría que de ahora en adelante cuando queramos vernos, tú vengas de visita a Chile.- me dijo.- Ahí nos vamos a divertir más.

Sabia que eso que dijo es una forma de decirme que no quiere volver aquí de visita, con la intención de no volver a encontrarse a Dean Ambrose y la entiendo; aunque no voy a negar de que la voy a extrañar en tenerla aquí.