🍰 32: Hurt Dreams

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Precaución: contenido sexual.

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Narra Dean:

«Tu mama contrajo SIDA.»

«No recibirás nada a menos de que estés casado, antes de la fecha prevista de su muerte.»

«Si no aceptas la herencia bajo sus condiciones, se la dará a tu padre, sin condiciones. Podrías morir.»


Las palabras de Dott vociferaron en mis oídos, siendo el único ruido (para mí) que rompe un poco el silencio del ambiente. Solo podía en pensar en como encontrar a mi futura esposa, aún me enfurece de que mi mama quiere controlar mi vida aunque se esta muriendo poco a poco.

La manecilla del reloj de mi cabeza se movía con impaciencia, esperando a Roman, quien ya debería estar aquí hace más de veinte minutos. Seth y yo estamos sentados en el sofá sin decir nada hasta que decidí hablar, después de tanto esperar.

—¿Estás seguro de que lo llamaste, Seth?

—Por supuesto que lo llamé.- dijo él.- No estaríamos sentados en silencio si no lo hubiera hecho.

—¿Entonces en donde está?

—No tengo idea.

Antes de otra cualquier palabra, unos golpes en la puerta sonaron. Seth se acercó a abrirla y al hacerlo, Roman apareció finalmente. Se saludaron con un abrazo.

—Hola bro.- el samoano se acercó a mí.

—Hola hermano.- lo saludé, uniéndonos en un abrazo.- ¿Por qué tardaste?

—Lo siento. Tuve que llevar a Joelle a la casa de una amiga y tuve que cuidar a los bebes.- explicó, hablando de sus hijos.

—Aaww mis sobrinos.

—Nuestros sobrinos.- me corrigió Seth, Roman río un poco.

Los tres tomamos asiento en el comedor. Una sequedad se presentó en mi garganta y la cabeza me duele. Tantos pensamientos y asuntos me atacan: el matrimonio forzado, las consecuencias si no me caso, Sally enferma de SIDA, y sobre todo sin poder evitarlo, a Alexandra Knoxville.

—¿Para que nos llamaste, Seth?- preguntó Roman.

—No fue él quien organizó esta reunión. Fui yo.- dije con un hilo de voz por mi garganta. Solté un carraspeo.- Tengo una malas y preocupantes noticias, y unas otras cosas más que quiero contarles.

—¿Que pasa?- preguntó el pelinegro.

—Sally, digo mi "madre" está gravemente enferma y no le queda mucho tiempo de vida. Así que decidió hacer su testamento con su ahora abogada: Odette, y hoy fui a que me lo presentara.

—¡¿Odette?!- se sorprendió el ex bicolor.- ¿Te refieres a tu mejor amiga, la que confundiste al principio con un chico?

—Si, ella. Gracias por el dato curioso.

—¿Y de que se enfermó tu mama?- me preguntó Roman.

𝐂𝐚𝐤𝐞 || 𝐃𝐞𝐚𝐧 𝐀𝐦𝐛𝐫𝐨𝐬𝐞 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora