𝐂𝐚𝐤𝐞 || 𝐃𝐞𝐚𝐧 𝐀𝐦𝐛𝐫𝐨𝐬𝐞 ||

🍰 18: Lenay

Precaución: contenido sexual.

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Narra Alexandra:

Al llegar a mi departamento, cerré la puerta detrás de mí, caminé hacia mi habitación y me deje caer en la cama, mirando al techo y soltando un suspiro.

Estoy desconcertada. No entiendo porque el Señor Ambrose se comportó como el mismo hombre amable, leal y humilde que conozco, pero luego se comportó de manera extraña e inquietante.

Miré mi dedo índice que esta cubierta por la tirita mientras recordé por un momento en que el castaño limpió la sangre que salió de la herida con su lengua. No entiendo porque hizo eso si pudo haber traído papel para detener la pequeña hemorragia.

"¿Que es lo que le pasa?"- pensé.

De repente recordé algo que no pensé que pensaría. Cuando me pidió que cortara las hojas secas de sus plantas y lo vi haciendo ejercicio. Sus brazos fuertes descubiertos me habían hipnotizado, me pregunto ¿como serán sus pecto...?

¡Un momento! ¡¿Que demonios estoy pensando?! No debo pensar en esas cosas, ni menos de él. No puedo mentir. Dean es un hombre guapo y fuerte, pero ahora en estos momentos, no quiero estar cerca de él por su comportamiento de hoy.

Le doy gracias de que me dio el viernes libre para estar con Lele.

Me levanté de la cama para vestirme con mi pijama, me volví a acostar en mi cama y me quede dormida, olvidando por ahora del medio lunático.

Mañana será un buen día. Eso espero.

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Al día siguiente...

Narra Lenay:

Salí un poco cansada del avión que me trajo a Las Vegas y fui a recoger mis maletas. Estoy muy entusiasmada porque estaré con mi querida amiga Alexandra en su casa en unos días mientras German estará de gira en Argentina.

A Alex y a mi se nos ocurrió esta idea porque no quería sola en casa por lo anterior dicho y ella me dijo que necesita la compañía de su mejor amiga por un tiempo y yo sin duda acepté estar con ella.

Al recoger mis maletas y al salir del aeropuerto, tomé un taxi, guardé mis maletas en la cajuela del auto con ayuda del taxista y éste me llevó hacia donde vive la morena.

Cuando llegué, bajé mis maletas del taxi, le pagué al taxista por llevarme y busqué el departamento de Alex para luego después encontrarlo y tocar el timbre.

La puerta se abrió y salió mi amiga para recibirme. Estaba a punto de saludarla con un abrazo y con un beso en la mejilla, pero no lo hice porque de inmediato noté algo en su rostro. Tiene un pequeño moretón rojo y una tirita en su mejilla izquierda.

—Alex.- hablé.

—Hola Lele.- me saludó la ojicafe.- Adelante, pasa.- me invitó a pasar y entré mientras arrastró mis dos maletas.

—¿Que te pasó? ¿Estás bien?- le pregunté preocupada mientras analizaba su rostro.

—Si, estoy bien. No te preocupes.- respondió despreocupada.

—Te ves como si hubieras estado en una pelea.

—De hecho así fue,- dijo.- y adivina con quien.

Me puse a pensar. ¿Quien pudo haber sido el responsable de ese moretón y de ese rasguño? No sabia quien pudo haberlo hecho, hasta de inmediato pensé en esa fastidiosa persona.