a escondidas

capitulo doce.

Narra Yanire.

-Qué sea la última vez que te escapas de casa. Estás castigada de por vida. -Me regañó mi padre.

-¡Pues vale!. -Grité indiferente.

-¡A tu cuarto! -Chillo el aún más.

Asentí.
Subí a mi cuarto con menos ganas que cuando iba al colegio. Lo bueno, es que no me habían quitado el móvil, podría hablar con Jesús.
La puerta de mi habitación se abrió dejando entrar a Santi, el cual, cerro la puerta detrás suya.

-¿Estás bien? -Me pregunto sentándose en la cama, junto a mi.

-Sí, estoy bastante bien. -Reí.

-¿Y esa sonrisita de tonta que me llevas?

-Jesús.

-Me lo imaginaba. -Rio él.

Le conté lo que pasó ayer, ya que no tuve tiempo de hablar a solas con él. Supuestamente, íbamos a quedar hoy para cenar fuera los cuatro, pero como estoy castigada, no me iban a dejar salir a ningún lado.

-Te vamos a extrañar hoy.

-No creo, ¿sabes por qué?

-¿Por qué? -Alzó una ceja.

-Voy a ir. -Sonreí satisfecha.

-¿Qué? ¡No! Vas a meterte más en líos.

-Me da igual. -Reí. -Necesito estar con Jesús.

-Estás loca.

Le estuve explicando mi plan sobre como iba a escaparme de casa, no le pareció tan mala idea, al fin y al cabo.

Narra Jesús
Según me dijo Santi, Yanire estaba castigada indefinidamente, eso significaba que hasta dentro de mucho no iba a verla, si es que a caso la volvía a ver.

-Hola tíos. -Saludo Santi.

-¿Qué pasa tío? -Rio Dani.

No tenía apenas ganas de hablar, solo sonreí, lo más sincero que pude, aunque creo que no lo conseguí mucho, pero, la intención es lo que cuenta, ¿no?
Justo cuando íbamos a entrar una voz detrás nuestra, hizo que los tres nos pararamos justo en la puerta.

-¿¡Yanire!? -Pregunté extrañado.

-¿De verdad crees que iba a perderme esta cena contigo? -Sonrió acercándose a mi.

-Pequeñaja. -Sonreí.

La estreché entre mis brazos y bese su frente todas las veces que pude. No me podía creer que se hubiera escapado de casa solo por estar conmigo.

-Tú padre te va a matar. -Respondí riendo.

-no, si no se entera. -Alzo los hombros.

Todos soltamos una carcajada al escucharla decir eso, era increíble esta mujer. Cuando la conocí, no era así de rebelde. Parecía una buena niña, pero me gusta este lado que tiene de rebeldía.

-¿Comemos o que? -Pregunto entrando en el restaurante.

Dani, Santi y yo asentimos mirándola como entraba, y seguimos su gesto. Una vez dentro, hablamos en que pedirnos, nadie tenía nada claro, hasta que ella, decidió que quería pizza. Raro en ella, nótese la ironía.

-Me muero de hambre. -Murmuro Yanire mirándome a los ojos.

-¿Te alimento? -Bromee.

Soltó una carcajada, y se echó encima mío. Cómo la echaba de menos, y eso que la había visto hace dos días o cosa así.

Narra Yanire.
El plan de escaparme de casa había salido tal y como esperaba. Por fin estaba con mi querido Jesús. ¿Podéis imaginar las ganas que tengo de besarle? No, no podéis. Son inimaginables.
¿Desde cuándo me había convertido en este tipo de chica? Ah ,si, ya se cuando. Desde aquel día que me choque con él en la graduación de mi querido hermano.

-¿Cómo piensas entrar ahora a casa? -Pregunto Jesús alzando una ceja.

-Pues como salí, idiota. -Reí.

-Repito la pregunta, ¿cómo has salido?

Solté una carcajada, él me fulminó con la mirada, pero , finalmente, termino riéndose conmigo. Jesús podía ser muy tonto, pero , era el mejor del mundo. Y era mío, sólo mío.

-Fácil, cómo hiciste tú el otro día. Saltaré por la ventana.

-No quiero que te hagas daño.

-No me lo haré. -Sonreí.

El camarero llegó con nuestra comida, fue colocando uno a uno los platos que cada uno había pedido anteriormente. Después, llego con las bebidas, algo que deseaba con ansia porque , básicamente, me moría de sed.

-Tranquila fiera. -Soltó Jesús cuando vio que casi me bebo el vaso entero de un tirón.

La cena transcurrió con normalidad, bueno, con alguna que otra tontería de parte de Dani y Jesús, pero normal. Si no fuera por ellos, todo sería un aburrimiento bastante interesante. Nótese la ironía.
El otro día me pare a pensar , ¿qué sería de mi vida si no hubiera conocido a Jesús? Y es algo, que no me lo quiero ni imaginar, la verdad. Me da miedo perderle algún día.

-¿En qué piensas? -Pregunto haciendo que dejara mis pensamientos a un lado y prestará toda mi atención en él.

-Nada, en tí.

-¿Si? Pues, voy a besarte.

Dicho esto, cogió mi cara con sus dos manos ,y me beso. Cómo es obvio, yo le seguí el beso, y con mucho gusto. Llevaba esperando este momento varios minutos.

-Cortaos un poco. -Rieron mi hermano y Dani al ver la escena.

Se me había olvidado la presencia de estos dos seres... Si es que ,cuando está Jesús , me olvidó de todo.
¿Estaré enamorada? No. O si. No sé.

Buenos días, buenas tardes o buenas noches 😁💛, como veis ,y si no lo habéis notado ya os lo digo yo, estoy cambiando la estructura de la novela, me gusta mucho más asi, espero que a vosotras también.
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