a escondidas

capítulo trece.

Narra Yanire.
Me encontraba en mi cuarto, ya habíamos vuelto de la cena con Jesús y Dani ,que fue todo un éxito,por ciento.
Mi padre vino a hablar conmigo a las nueve de la mañana , no tenía ni ganas de hablar con el,ni de verle la cara, pero era mi padre, no me quedaba otra, básicamente.

-Estás cambiando mucho.

-Las personas cambian. -Sonreí falsamente.

-No, ellos te están cambiando. -Refiriéndose a Jesús y Dani.

-No. Ellos me hacen feliz.

-Te hacían , querrás decir. No les vas a volver a ver.

-Bueno, que se le va a hacer. -Reí irónicamente.

Mi padre decidió dar la charla por finalizada, y se fue de mi cuarto, no sin antes , recordarme que estaba castigada hasta nuevo aviso. Vamos, indefinidamente.
Dos semanas después...
-¡Chicos! ¿Estáis ya? -Pregunto mi madre entrando en el salón.

-Falta vestir a Martín, ya me encargo yo de eso. -Sonreí.

Os pongo en situación, nos íbamos de vacaciones con la familia Oviedo. Sí, diréis ,que familia mas rara, porque si, no me dejan quedar con ellos,y ahora vamos, y me toca vivir con ellos durante tres semanas.

-Ya te he avisado Yanire, ni un solo acercamiento a ellos. No más de lo normal.

-qué sí, papá. -Rechisté.

Subieron las maletas al coche, mientras yo vestía a Martín , Santi estaba hablando con Jesús y Dani para ver cómo íbamos en los coches, ya que los cuatro queríamos ir juntos.

-¿Al final qué? -Pregunté con Martín en brazos.

-Vamos en el coche de ellos.

-¡Si! -Grité. -La mejor noticia que nunca me han dado. -reí.

El asintió también. Si iba en el coche con Jesús y mi padre, no podía hacer nada, apenas podía hablar de nada con él. En cambio, si íbamos en el de sus padres, podríamos hacer lo que nos diera la gana, claro, dentro de lo normal, ya me entendéis. Sus padres nunca nos decían nada, además, nos prometieron no decir que "somos novios" por así decirlo.

-Qué fea estás. -Rio Jesús al verme entrando en su coche.

Le saque el dedo del medio a la vez que soltaba una carcajada. Me senté, por supuesto, a su lado, y le di un leve beso en la comisura del labio. Su madre me saludo alegremente, mientras que Juancarlos, su padre, estaba hablando con los míos sobre dónde parariamos para a desayunar, y cosas así. Yo ya tenía hambre, asique , espero que no tardaramos mucho en hacerlo.

-Este verano, va a ser increíble. -Sonrió Jesús cogiéndome la mano.

-¿Te recuerdo que vamos a estar con mis padres también? -Suspire.

-¿Y? A escondidas, todo sabe mejor.

Me quedé pensando en aquella frase, quizás Jesús tenga razón, ¿qué importan los demás? Y sobre todo, ¿qué importan mis padres? A ellos les parecerá mal todo lo que haga, pero, ¿quién dice que se van a enterar? Ya os digo yo que no lo harán,o al menos, eso espero.

Narra Jesús.
-¡Ya hemos llegado!.-Anuncio mi padre mientras aparcaba.

¿No os he dicho a donde hemos ido? Pues os lo digo ahora, estamos en Marbella. Tenemos una casa, que más que una casa es una mansión,y hemos venido a pasar aquí dos semanas. Todos los años venimos aquí, solo que este , venimos con compañía. ¡Y que compañía!.

-Jesús, Dani, enseñadles la casa ,y que elijan habitación.

Asentimos.
Cogí de la mano a Yanire, procurando que sus padres no lo vieran, y subimos al piso de arriba. Yo había elegido la habitación de ella, la que estaba justo al lado mío. ¿Quién dice que alguna noche de insomnio no podía ir el uno a la habitación del otro? Ah. Y así, no habíamos demasiado ruido. Como bien dije antes, este verano va a estar la mar de entretenido.

-¿Nos vamos a la playa? -Pregunto mi hermano entrando en la habitación de Yanire, donde nos encontrábamos todos.

-¡Si! -Gritó mi pequeña.

Solté una carcajada y salimos todos de ahí para que pudiera cambiarse, y así nosotros, hacerlo también. Una vez que ya tenía el bañador puesto, salí en busca de los demás.

-Ya estoy. -Sonreí entrando en la cocina.

-¿A donde vais? -Me pregunto el padre de Yanire.

- A la playa. -Dije sin más.

Él hizo caso omiso ,y salió de la cocina sin decir nada más. Mejor para mí.
Vi a Dani bajar las escaleras y me dirigí hacia él.

Narra Daniel.
Estaba claro que Jesús este verano, iba a meterse en líos. ¿No podía estarse quieto mientras estemos con los padres? Pero en fin, ¿qué se le va a hacer? Jesús es así, y así seguirá.

-¿Estás ya? -Me pregunto sacándome de mis pensamientos.

-Sí, como algo y nos vamos.

Cogí un donut que habia en la nevera y salí de la cocina comiéndomelo. Sólo faltaba Yanire por bajar, que según ella, no le quedaba mucho, aunque conociéndola, diez minutos como mínimo. Creo que nunca os he hablado de mí relación con Yanire, pero es bastante buena. Digamos que somos como mejores amigos, pero sin serlo. Porque ella tiene a Manu, el cual, no la deja en paz, algún día le parto la boca, como bien hizo Jesús en su día.

-Ya estoy. -Bajo ella las escaleras hasta posicionarse a mi lado.

-Pues vámonos. -Sonreí pasando mi brazo por sus hombros.

-Espero que haya tíos buenos. -Soltó Yanire en mitad del camino.

Cómo era de esperar, Jesús se dio la vuelta y la fulminó con la mirada. Ella soltó una carcajada, y yo también. Sabíamos que lo había hecho por joder, pero al parecer mi hermano, no lo había pillado.

Continuará...
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