capítulo tres.

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Narra Yanire.
-no te vayas de mi lado. -Me advirtió Manu.

-Qué no. -Me quejé.

Entramos en el reservado, estaba repleto de chicos y chicas de nuestra edad. Al fondo se encontraban nuestros amigos, fuimos con ellos, y nos sentamos en unos sillones.

-¿Qué quieres de beber? -Me pregunto Manu.

-Coca cola. -Sonreí.

-Ahora vengo. -Me guiño un ojo.

Él se fue , mientras yo me quede hablando con Diego, un compañero de clase que le conocía de toda la vida. Me giré para ver si venía Manu, y no me lo podía creer. Estaba ahí otra vez el chico de antes. Parecía que me perseguía o algo. Me miró fijamente y sonrió acercándose a mi.

-Hola señorita. -Saludo riendo.

-Hola. -Respondí bajando la mirada.

-Me sigues, ¿O que? -Rió de nuevo.

-O tú a mí. -Me reí también.

-Ya estoy aquí. -Dijo Manu haciendo que los dos nos girasemos a mirarle.

-Gracias Manu. -Sonreí.

-¿Qué haces aquí? -Pregunto desviando la mirada al chico misterioso.

-Nada. -Dijo él alzando los hombros.

-No te quiero ver cerca de ella.

-Tranquilo, tío. -Dijo él.

-Manu, vete con Diego, en un rato voy.

-Como vea que haya más acercamiento de lo normal, te enteras. -Amenazo.

-¡Manu! -Me queje.

Por fin conseguí que se fuera ,y me quedé un rato más hablando con él.

-Por cierto. -Dije antes de que se fuera.

-Dime. -Sonrió.

-No se tu nombre.

-Jesús. Jesús Oviedo. -Me guiño un ojo.

Solté una carcajada por la forma en que lo dijo y deje que se fuera, al igual que yo, que me fui con Manu y los demás. Mi coca cola ya se había quedado caliente, pero ,no me importaba. Había pasado un rato agradable con Jesús.

-Esperate, voy a por otra. -Dijo Manu levantándose.

-No, está bien. Gracias. -Sonreí.

Estuvimos hablando un rato entre todos hasta que decidimos ir a la pista a bailar. Manu, como no, estaba todo el rato encima de mí. A veces se me hacía pesado que fuera así, pero el lo hacía por mí bien.

-Voy al baño, ahora vengo.

Se fue y me fui con Diego, alguien me agarró de la cintura y me dio la vuelta hasta quedar cara a cara con él. Era Jesús, de nuevo.

-No me has dado tu teléfono. -Sonrió en mi cuello.

-No me lo has pedido. -Reí.

-¿Me das tu número? -Volvió a sonreír.

-¡Pero bueno! Esto es una tomadura de pelo, ¿o qué? -Gritó Manu.

-Ya Manu. -Intente tranquilizarlo separándome de Jesús.

-¡No, ya Manu no! ¡Diego dije que la echarás un ojo!.

-¡No soy un puto animal! -Grite yo.

-Eh tío, relájate. Que ella puede hacer lo que quiera, ¿a caso eres su padre? -Intervino Jesús.

-¡Te parto la boca!

Dicho esto, Manu se tiro encima de Jesús, cosa que no duró mucho porque Jesús era mucho más fuerte que él,y se veía a simple vista.

-¡Jesús ya! -Grité viendo que había tirado al suelo a Manu.

Diego y otros más los separó y me dirigí a donde Manu. Le cogí del brazo y le saque de la discoteca.

-A casa. -Dije enfadada.

-Lo siento. -Suspiro.

Estuvimos todo el camino sin decir nada. Me acompaño a la mía, me dio un abrazo y se fue, como dije antes ,sin decir nada.
Me acosté en mi cama, había sido un día demasiado largo, y estaba bastante cansado.

Narra Jesús.

-¿Dónde estabas? -Pregunto Dani.

-Nada. -Respondí furioso.

-¿¡Qué te ha pasado en la puta cara?! -Pregunto cuando dio la luz y me la vio.

-Pegue a uno, nada importante.

-¡Jesús! Eso tienes que curarlo. Ven, anda. -Suspiro.

Fui detrás de él hasta el baño, me senté en la taza del váter mientras el me curaba el labio. Pensé en ella, y comencé a sonreír como un tonto. ¿Cómo podía hacerme tan feliz, si casi no la conocía?.

-¿Y ahora sonries? Estás loco. -Rio Dani.

-Tengo que contarte ,tío.

-Dispara.

Le conté todo lo que pasó con ella, y no paro de reírse. Sobre todo, al pensar que yo tenía novia, y llevábamos un año y pico. Eso era lo mejor de todo.

-¿Qué crees que debo hacer? -Le pregunté tocándome el pelo.

-Aun no hagas nada. Tienes que ver que ella esté receptiva.

-Lo está hermano, lo está. -Sonreí.

-Mañana hablamos de eso anda, duerme.

-Buenas noches. -Reí.

-Descansa.

Continuará...

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