Narra Yanire.
-no te vayas de mi lado. -Me advirtió Manu.-Qué no. -Me quejé.
Entramos en el reservado, estaba repleto de chicos y chicas de nuestra edad. Al fondo se encontraban nuestros amigos, fuimos con ellos, y nos sentamos en unos sillones.
-¿Qué quieres de beber? -Me pregunto Manu.
-Coca cola. -Sonreí.
-Ahora vengo. -Me guiño un ojo.
Él se fue , mientras yo me quede hablando con Diego, un compañero de clase que le conocía de toda la vida. Me giré para ver si venía Manu, y no me lo podía creer. Estaba ahí otra vez el chico de antes. Parecía que me perseguía o algo. Me miró fijamente y sonrió acercándose a mi.
-Hola señorita. -Saludo riendo.
-Hola. -Respondí bajando la mirada.
-Me sigues, ¿O que? -Rió de nuevo.
-O tú a mí. -Me reí también.
-Ya estoy aquí. -Dijo Manu haciendo que los dos nos girasemos a mirarle.
-Gracias Manu. -Sonreí.
-¿Qué haces aquí? -Pregunto desviando la mirada al chico misterioso.
-Nada. -Dijo él alzando los hombros.
-No te quiero ver cerca de ella.
-Tranquilo, tío. -Dijo él.
-Manu, vete con Diego, en un rato voy.
-Como vea que haya más acercamiento de lo normal, te enteras. -Amenazo.
-¡Manu! -Me queje.
Por fin conseguí que se fuera ,y me quedé un rato más hablando con él.
-Por cierto. -Dije antes de que se fuera.
-Dime. -Sonrió.
-No se tu nombre.
-Jesús. Jesús Oviedo. -Me guiño un ojo.
Solté una carcajada por la forma en que lo dijo y deje que se fuera, al igual que yo, que me fui con Manu y los demás. Mi coca cola ya se había quedado caliente, pero ,no me importaba. Había pasado un rato agradable con Jesús.
-Esperate, voy a por otra. -Dijo Manu levantándose.
-No, está bien. Gracias. -Sonreí.
Estuvimos hablando un rato entre todos hasta que decidimos ir a la pista a bailar. Manu, como no, estaba todo el rato encima de mí. A veces se me hacía pesado que fuera así, pero el lo hacía por mí bien.
-Voy al baño, ahora vengo.
Se fue y me fui con Diego, alguien me agarró de la cintura y me dio la vuelta hasta quedar cara a cara con él. Era Jesús, de nuevo.
-No me has dado tu teléfono. -Sonrió en mi cuello.
-No me lo has pedido. -Reí.
-¿Me das tu número? -Volvió a sonreír.
-¡Pero bueno! Esto es una tomadura de pelo, ¿o qué? -Gritó Manu.
-Ya Manu. -Intente tranquilizarlo separándome de Jesús.
-¡No, ya Manu no! ¡Diego dije que la echarás un ojo!.
-¡No soy un puto animal! -Grite yo.
-Eh tío, relájate. Que ella puede hacer lo que quiera, ¿a caso eres su padre? -Intervino Jesús.
-¡Te parto la boca!
Dicho esto, Manu se tiro encima de Jesús, cosa que no duró mucho porque Jesús era mucho más fuerte que él,y se veía a simple vista.
-¡Jesús ya! -Grité viendo que había tirado al suelo a Manu.
Diego y otros más los separó y me dirigí a donde Manu. Le cogí del brazo y le saque de la discoteca.
-A casa. -Dije enfadada.
-Lo siento. -Suspiro.
Estuvimos todo el camino sin decir nada. Me acompaño a la mía, me dio un abrazo y se fue, como dije antes ,sin decir nada.
Me acosté en mi cama, había sido un día demasiado largo, y estaba bastante cansado.Narra Jesús.
-¿Dónde estabas? -Pregunto Dani.
-Nada. -Respondí furioso.
-¿¡Qué te ha pasado en la puta cara?! -Pregunto cuando dio la luz y me la vio.
-Pegue a uno, nada importante.
-¡Jesús! Eso tienes que curarlo. Ven, anda. -Suspiro.
Fui detrás de él hasta el baño, me senté en la taza del váter mientras el me curaba el labio. Pensé en ella, y comencé a sonreír como un tonto. ¿Cómo podía hacerme tan feliz, si casi no la conocía?.
-¿Y ahora sonries? Estás loco. -Rio Dani.
-Tengo que contarte ,tío.
-Dispara.
Le conté todo lo que pasó con ella, y no paro de reírse. Sobre todo, al pensar que yo tenía novia, y llevábamos un año y pico. Eso era lo mejor de todo.
-¿Qué crees que debo hacer? -Le pregunté tocándome el pelo.
-Aun no hagas nada. Tienes que ver que ella esté receptiva.
-Lo está hermano, lo está. -Sonreí.
-Mañana hablamos de eso anda, duerme.
-Buenas noches. -Reí.
-Descansa.
Continuará...
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a escondidas
ФанфикLa familia de ella, tenía una tradición, pero... ¿Será capaz de cumplirla después de conocer a Jesús Oviedo?