a escondidas

capitulo diez.

Narra Yanire..
Qué Jesús viniera a verme era lo mejor que me podía pasar. Le extrañaba tanto...

-¿Quieres algo de comer, de beber...? -Pregunté riendo mientras me separaba un poco de él.

-No tranquila, estoy bien así. -Sonrió.

Sin saber que decir ninguno de los dos nos sentamos en la cama, solo nos mirábamos. Vi como Jesús se lamió los labios. Dios. Jesús eso no joder.

Me acerqué lentamente hacia él, cuando vio mis intenciones,fue él, quién acorto la distancia entre nosotros, y junto nuestros labios. Por fin. Digamos que era mi primer beso, ya que el del otro día... No cuenta. Al menos, no para mí.

-Te quiero. -Susurro volviendo a juntar nuestros labios.

Sonreí en mitad del beso.
Nos separamos por falta de aire, y me apoye en su pecho.

-Sabes que no podemos ser nada, ¿no?

-Sí,lo sé.

-Sí mi padre se entera de que estás aquí, me mata y te mata.

-Tú padre no se va a enterar. -Rió.

Dicho esto, volvió a besarme. Adoraba sus labios. Básicamente,lo adoraba a él. Nos tumbamos en la cama, y estuvimos hablando, aunque de vez en cuando, caía algún beso.

-Quedate a dormir. -Susurre acariciando su cuello.

-¿Y si nos pillan?

-Pues nos habrán pillado, pero habré pasado la mejor noche de mi vida. -Sonreí.

-Quiero que seas solo mía.

-Ya lo soy, Jesús.

-Pero quiero hacerlo bien, como en las películas. Quiero ser tu primer amor ,y tú último.

-Eres increíble. -Sonreí de nuevo.

Narra Jesús.
-Buenos días princesa. -Susurre al ver que abría los ojos.

-Buenos días. -Rio.

-Me tengo que ir. Esta tarde nos vemos.

-Adiós, te quiero. -Sonrió levantándose.

-Yo más.

Salte por la ventana y eche a correr hasta llegar a casa. Dani ya habría llegado supongo, apenas eran las siete y media de la mañana.
Entre en mi casa lo más silencioso que pude, y fui directo a mi cuarto.
Me cambié de ropa ,y me puse con el móvil. No tenía nada de sueño, y tampoco había dormido casi nada. Prefería ver a Yanire mientras dormía, se veía realmente hermosa.

-¿Dónde estabas? -Pregunto Daniel entrando en mi cuarto.

-Dormi con Yanire.

-¿¡Qué!? Cuéntame. -Gritó.

-¡Dani! ¡No grites! -Le regañe.

Se tiro en la cama junto a mi ,y le conté todo, se quedó bastante sorprendido. Me estuvo dando consejo sobre lo que tenía y no tenía que hacer respecto a Yanire.

-¿Desayunamos? Me está entrando hambre.

Dani asintió y bajamos a la cocina para ver qué desayunábamos. Íbamos a ir de compras por la mañana, para así por la tarde quedar con Yanire y Santi.

-¡Mamá nos vamos! -Grité cerrando la puerta.

Narra Yanire.
-Buenos días feo. -Sonreí tirándome encima de Santi.

-Mira que eres bruta, eh.

-Tengo que contarte cosas.

-¿Qué? ¡Cuenta! -Exigió.

Solté una carcajada, y me quite de encima suya para poder sentarnos los dos y contarle todo lo sucedido ayer con Jesús. Me puse incluso, nerviosa al recordarlo todo de nuevo. Si mi padre llegase a enterarse de algo de esto, no me dejaría salir nunca más de casa.

-¿En serio? ¡Dios! Con razón ayer salió corriendo al ver que no estabas en la discoteca.

-¡Ya! Me quedé en shock cuando lo vi en la ventana. -Reí.

-Pero, Yanire, ya sabes lo que hay...

-Sí,lo sé,pero quiero salir con él.

-Aun no... Espera un poco, y que papá lo vaya asimilando poco a poco.

-El no tiene que asimilar nada, es mi vida, el no me manda nada en ella.

-Bueno...pero es tu padre. Déjame que hable yo con el, ¿vale?

-Está bien. -sonreí.

Nuestra madre nos llamó porque ya estaba el desayuno, nosotros bajamos corriendo, ya que nos moríamos de hambre.

-¿Qué vais a hacer hoy? -Pregunto mi madre mientras daba de comer a Martín.

-Hemos quedado con los gemelos. -Respondió Santi.

-Ya sabéis lo que opina papá de ellos.

-Mamá, ya estoy harta. -Respondí levantándome de la mesa. -Papa no es nadie para decir si puedo o no tener novio.

-Ya no es por papá. Es tradición de la familia, siempre has estado de acuerdo con cumplirla, ¿por qué ya no?

-Porque me gusta un chico, y quiero tener una relación con el. Por eso no quiero cumplirla. Quiero hacer cosas de mi edad. -Me queje.

-Háblalo con papá...pero no va a ceder, y yo tampoco.

-¡Pues adiós!.

Dicho esto me levanté de la mesa y fui a cambiarme de ropa, no aguantaba un minuto más en esa casa...

Continuará...
Chicxs este fin de semana, no sé si podré subir nada, tengo muchos exámenes y muchísimos deberes. Intentaré subir uno al menos.
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