DESTINY

Capítulo 1

Haruno Sakura estaba sorprendida por las expresiones que hacía Tenten. Jamás la había visto de aquella manera tan feliz, aunque le alegraba.
¡Había abierto su tienda de armas! Pero algo más había en aquella curvatura que tomaba como sonrisa.
Sus hoyuelos, sus ojos, su brillante piel...
Sakura se convirtió en una experta. Más cuando ella había padecido amor desde que vio a Sasuke.

—Tenten-chan—le sonrió, dándole un sorbo a su té—. Dime, ¿quién es el afortunado?

—¿Qué? ¿El afortunado?—susurró la castaña, bastante vigorizada.

Sakura había dado en el clavo. Había alguien. Alguien que todos muy bien conocían.

—Lee-

—¡Lo sabía!—gritó la pelirosa bastante emocionada—. Sabía que teníais algo. O sea... Bueno. Se os ve bien juntos y cuando aparece tú sonríes.

—Sí, pero... Ya sabes, Sakura-chan. Siempre estará el miedo.

Los ojos esmeralda de Sakura se fijaron en los castaños de Tenten. Sí que reflejaban temor al futuro que le llegaría en su relación con Lee, pero la Haruno tenía una sensación de satisfacción. Un sexto sentido que le decía que Tenten debería lanzarse sin importar qué.

—Hazlo—se limitó a decir.

—¿Hacerlo? Sakura-

—Antes de que sea demasiado tarde, ya sabes qué ocurre...—y sí; Sakura no solo estaba pensando en su amiga cuando hablaba, si no, en ella—... podría ser demasiado tarde. Tenten-chan. Miles de cosas están ocurriendo ahora, a nuestro alrededor. Ino, Temari... Hinata ya está casada con Naruto, incluso. Solo quedamos nosotras.

—Pero eso no importa.

—Claro que no importa—dijo de inmediato. Depender de alguien nunca es una opción de aquellas kunoichis, y eso ya lo tenían más que demostrado—. Pero, ¿no te gustaría tener alguien a quien abrazar cadas mañanas?—los ojos de Sakura se mostraban perdidos ante Tenten, que observaba cómo su amiga, poco a poco, comenzaba a temblar. Frunció su ceño mientras miraba a la pelirosa—. Digo... Quizás no así; es una tontería. Pero la cuestión es tener a alguien y saber que siempre podrás contar con esa persona. Despertar y saber que puedes compartir el día con...

—Sakura-chan. ¿Te encuentras bien?—interrumpió.

—¡Por supuesto! La cuestión es que tienes que hacerlo. Decirle sobre tus sentimientos a Lee-san.

—Y tú tienes que irte con Sasuke-kun.

—¿Qué?—se alteró al escuchar su nombre.

Sasuke-kun.
El chico del que tanto estaba enamorada. ¡¿Por qué diablos tuvo que marcharse?! Y más aún. Él llegaría. Y eso Sakura estaba a punto de averiguarlo.

—¿No te lo dijo Naruto?—le sonrió—. Sasuke-kun está de camino a la aldea. Quizás esté unos días o se quede... no lo sé. ¡Pero aparecerá! Y debes estar ahí con las maletas hechas.

—No puedo irme. Estoy a punto de crear una planta para niños en el hospital junto a Ino, y además... Tsunade-sama me necesita.

—Ino se las podrá apañar un mes o dos y Tsunade-sama solo te necesita para averiguar para qué sirven los pergaminos que te dio. ¿Cuántos te quedan?—suspiró.

—Solo me faltan dos.

—Uno.

—¿Qué?—se sorprendió la Haruno, notando la seguridad de su amiga.

—Hagamos un trato. ¡Un trato muy atrevido!—incluso Tenten se estaba avergonzando. Pero por un momento pensó que sería buena idea, ya que si ella lo hacía, Sakura estaría dispuesta. Quizás así era la única manera de ayudar a su amiga—. Yo me encargaré de uno de los pergaminos, pero tú tendrás que robarle un beso a Sasuke-kun.