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Habían pasado 2 horas de recorrido. La sección 23 llegó hasta el muelle de un lago que se encontraba a las afueras de la ciudad de Sutaar. El soldado instructor al frente empezó a dar las indicaciones del siguiente ejercicio. Luego de un par de minutos los soldados entendieron las instrucciones. Se podía ver a lo lejos a miembros de la sección 15 llegando hasta un muelle. A Jeivex y Tarko se les notaba una cara de cansancio terrible, por su parte, Krao seguía fresco.

El ejercicio consistía en subir en botes con capacidad de 8 tripulantes y remar desde un muelle a otro siguiendo una cuerda tensada a lo largo de 640 metros que era la distancia de muelle a muelle. Cada sección constaba de 40 alumnos, por lo tanto, había 5 botes y 8 cuerdas tensadas a lo largo para cada bote separados por más de 15 metros entre sí. Las cuerdas también servían para transportar a los botes de regreso mediante un sistema de poleas eléctrico. Parecía fácil para los jóvenes cadetes excepto por el hecho de que cada 80 metros debía un tripulante diferente sumergirse en el lago y encontrar una pieza de un artefacto al cual debían armar al finalizar para completar el ejercicio.

-¡Krao, Tarko y Jeivex irán en el mismo bote!- ordenó el maestro Dicon- no olviden las rocas- agregó con una sonrisa.

-si señor- respondieron los jóvenes castigados, al unísono.

-Grupos de 8 ¡ahora ¡- Ordenó nuevamente Dicon.

Los jóvenes empezaron a reunirse con sus compañeros más cercanos formando de esta manera los grupos.

- ¡Pueden usar su animal fusión! ¡Comiencen! – gritó el maestro Dicon

Jeivex, Krao y Tarko asentaron las rocas dentro del bote, su expresión de alivio se reflejó en sus rostros, sin embargo, la embarcación ganó aproximadamente 600 kilos de peso extra. El descontento de sus compañeros se podía notar. El bote se hundió de forma que faltaba poco para que se inunde por encima del borde. Los demás botes empezaron a dejarles ventaja.

-Ustedes 3 deberían ir afuera y apoyarnos nadando desde atrás, si subimos todos, el bote se hundirá- propuso Codu quien formaba parte del grupo.

-Es verdad, por nuestra culpa ganamos mucho peso extra- dijo Jeivex.

-Si no hay de otra... hagámoslo, compañeros- dijo Krao y se lanzó al agua entusiasmado. Jeivex lo siguió.

Todos los demás tripulantes se quedaron viendo a Tarko para saber en qué momento se lanzaba al agua. Tarko viró su rostro muy enfadado y se lanzó también al agua.

Las ubicaciones de las piezas estaban marcadas con unas boyas flotando en la superficie del lago. En esa parte del trayecto los jóvenes tenían que sumergirse y encontrarlas.

Los jóvenes que se habían quedado atrás empezaron a remar mientras Jeivex, Krao y Tarko usaban sus pies para impulsar el bote, esto les dio una rápida partida a pesar del peso de las rocas. A Docu se le ocurrió la idea de aletear para ganar más impulso lo que les dio un buen resultado por su fusión con un zancudo. Darpo que también era volador con su fusión de cigarra imitó a su compañero. Los 3 compañeros restantes; 2 chicos y 1 chica solo remaban ya que estaban fusionados con un grillo, una hormiga y un ciempiés respectivamente. De esta manera llegaron en unos segundos a la primera boya; era como que el bote estaba siendo impulsado por un motor. A ningún otro grupo se le ocurrió la idea de Docu. Dicon que los estaba observando junto al soldado instructor solo sonreía al ver al grupo de jóvenes avanzar en el ejercicio.

Yo iré primero, dijo Krao y se sumergió.

-¿Cuánto creen que mida de profundidad este lago, compañeros?- preguntó el joven grillo.

-Ya le preguntaremos a Krao cuando salga, Larkos- respondió la cadete ciempiés.

Pasaron un par de minutos hasta que Krao salió con la primera pieza.

-Aquí está- dijo Krao arrojando la pieza al bote

- ¿Qué es eso? - Pregunto Jeivex

-No lo sé, parece algún componente de un aparato electrónico- respondió Codu.

- ¡Vamos a la siguiente, dejen de perder el tiempo! - gritó Tarko enfadado.

Los jóvenes avanzaron rápidamente hasta la segunda ubicación y fue el turno de Jeivex de sumergirse. A los pocos minutos salió con un cable eléctrico desde el fondo.

El turno de Tarko llegó y este salió con un pequeño motor en su mano.

¿Cuánto mide el lago de profundidad, Krao? - preguntó Larkos quien se notaba nervioso.

-de 15 a 20 metros, no estoy seguro- respondió Krao

-Lo que pasa es que no sé nadar muy bien- comentó Larkos avergonzado.

- ¿Acaso tus padres no te enseñaron? - preguntó Tarko molesto.

-No te preocupes iré yo en la siguiente, Larkos- dijo Darpo. El cadete cigarra se lanzó al agua, después de unos segundos regreso con una especie de manguera.

Así avanzaron los chicos hasta llegar a la última boya en la cual con un poco de dificultad Larkos logró sacar la última pieza. Les tomo poco tiempo darse cuenta de que el artefacto que debían armar era una aspiradora. El grupo de Jeivex quedo en 2 lugar debido a que su improvisado modo de navegar les ayudó a ganar ventaja sobre otros cadetes. El grupo de Kelly llego primero, ella solo se reía de sus amigos Jeivex y Krao.

Dicon que ya estaba del otro lado del lago en su vehículo solo hizo un ademan con su brazo a un soldado instructor de que continúen con el siguiente ejercicio, claro sin olvidar las rocas de Jeivex, Krao y Tarko debían cargar como castigo.

Los cadetes continuaron trotando y cada cierta distancia tenían que completar una serie de ejercicios físicos; unos consistían en levantar enormes y pesados troncos, pasar a través de campos enlodados por debajo de alambres de púas electrificados, montar y desmontar campamentos, cruzar cantidades boscosas de territorio sin tocar el suelo solo usando árboles, y muchos ejercicios más. A Jeivex, Krao y Tarko les fue levantado el castigo para que puedan seguir el ritmo de sus compañeros; al sargento Dicon ya se le estaban ocurriendo otras formas de castigarlos. Todos estos ejercicios no representaban gran esfuerzo para los cadetes al estar fusionados, sim embargo había ejercicios en los que no se les permitía usar su fusión.

Eran las 13 horas de ese día y la hora de almorzar había llegado.

- ¡Atención, cadetes! Ya deben tener hambre, como ya saben no se les permitió traer mochilas con suministros por la razón de cada cual deberá conseguir su propia comida, pero no estoy hablando de cazar o recolectar. ¡Esto es otro ejercicio! - pronunció con voz fuerte el maestro.  

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