Capitulo Cuarenta y Seis: La pérdida de Erin y La Advertencia De Blake

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Había transcurrido ya más de una semana después de la visita nocturna de Caroline a la mansión de los privilegiados. Como era de esperarse aquella noche, los protectores tanto de Grace como de Allen habían reaccionado para proteger a la joven Smith, pero  las cosas habían tomado un rumbo distinto en el momento en que Allen había entrado a la habitación de Grace, y segundos después de mirar lo que ocurría tomaba a la chica de la mano y la llevaba consigo fuera de la morada.

En aquel instante Grace se había quedado helada ante la reacción de joven, pero después de pensarlo un momento se dijo a sí misma que aquel comportamiento no debía extrañarle puesto que un sentimiento como el que Allen albergaba por su antigua novia no era fácil de eliminar.

-Gracias por protegerme – dijo Grace tallándose el rostro para espabilarse aunque la noche aún seguía en su punto para dormir.

-¿No vas a seguirlo? – inquirió Marena.

-No tengo porque hacer algo así, supongo que Allen tiene muchas cosas de que hablar con Caroline y no tengo porque meterme en asuntos que no son de mi incumbencia.

-Entiendo – respondió la fémina.

Allen había llevado a la joven Caroline al mismo parque en el que se habían encontrado por primera vez pero en esta ocasión el aura entre los dos era distinta y hasta cierto punto sofocante. Sin embargo Allen había reaccionado con mucho más tacto del esperado.

-No hagas demasiado alboroto Caroline – la voz de Allen se mostraba bastante serena – esto no es un juego, pero al parecer tú estás tomándolo de cómo si de eso se tratara.

Caroline escucha atenta a las palabras del joven y al parecer sus ánimos ofensivos habían pasado para ese entonces.

-Tú conseguiste poder de diferentes entes del infierno sin embargo eso no te ayuda en nada frente a un protector. Si nunca pudiste con Lain mucho menos podrás con alguien como Marena, en cambio debes saber que a ella le encanta alimentarse de sus víctimas y aunque sea una mujer no se compadecería de ti en lo más mínimo.

-En estos momentos joven Allen deberías estar en el lecho de tu novia preguntándole si no le ha sucedido nada. Supongo que tal y como lo escuche ya has dicho que ella es el amor de tu vida así que no tienes nada que hacer aquí.

-Sé que deseas con toda tu alma acabar conmigo – Allen inspiro lentamente – y eso está bien si te lo has colocado ya como una meta, pero no veo la necesidad de querer atacar a una chica que nada tuvo que ver con nuestro pasado si es que alguna vez hubo algo a lo que se le pueda llamar “nuestro”.

-Quiero acabar con ella porque haciéndolo también acabaría contigo.

En el rostro de Allen se dibujo una media sonrisa con cierto tinte maligno.

-Me parece que no has entendido las cosas del todo.

Aquellas palabras provocaron un calambre en la joven que recorrió todo su cuerpo hasta su medula espinal.

-¿Qué quieres decir con eso? – inquirió la joven luchando contra su miedo para que la voz no le temblara.

-Es ridículo que pienses que acabando con la vida de Grace podrías hacerme un daño Caroline – respondió Allen después de una larga pausa – aunque no lo creas con todas las novedades que me han dado con respecto a tu historia mientras vivías, en lugar de hacerme más débil me has fortalecido de una manera tan grande que ya no me importa  ninguna cosa en lo más mínimo.

-Eso no es cierto – respondió la joven viendo caer todo su trabajo de un solo golpe.

-¿No, entonces como te explicas que ni siquiera me haya arrimado a Grace para saber cómo se encontraba si tal y como  te lo había dicho hace algún momento había descubierto que era el amor de mi vida? ¿Dime Caroline estaría yo hablándote de la manera en la que estoy  haciéndolo si tus palabras me hubieran afectado?

Por el amor de BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora