Capitulo Veintiséis: Debilidad Oculta

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Sin duda alguna Lain podía hacer que Allen fuera inmune al hechizo de Kaylen pero por alguna razón permitió que este tuviera efecto sobre su protegido a pesar de saber que el joven odiaba a Kimy.

Kaylen estaba encantado de la vida observando la escena en la que la joven presumida – es decir – su protegida estaba sintiéndose como toda una ganadora por haber hecho –según ella – que Allen la besara. A fin de cuentas el trabajo de un protector consiste en velar por el bienestar de su humano.

La atmosfera romántica de aquel sitio enfermaba a Allen a tal punto que le provocaba dolor de cabeza pero no entendía porque no podía dejar de besar a la chica que tanta repugnancia le despertaba hacia pocos minutos.

Y es que aun mirándola a la cara y observando su vestimenta el joven continuaba sumido en aquel trance que se había profundizado por aquel aroma a rosas que desprendía la piel de la joven.

-Parece que Allen está padeciendo bastante con esta situación – pensó Lain riendo – ya eh permitido demasiados juegos así que está aquí llega el momento de telenovela rosa de esta chiquilla tan insoportable.

Al instante la fluidez de los poderes de Kaylen fueron cortados de tajo sin permitir que continuaran invadiendo la mente, e inclusive los sentimientos personales de Allen.

Desde el rincón oscuro en el que se encontraba observando Kaylen se percató de que el efecto de sus poderes en unos segundos dejarían de tener efecto en el joven, así que para evitar que  al darse cuenta de lo sucedido, Allen dijera algo ofensivo a Kimy, Kaylen se llevó a la joven hipnotizándola de repente.

Fue así como Kimy se levantó del sitio y enseguida –abriendo el portal hasta su habitación – su protector se la llevó.  Entonces fue el turno de Lain en aparecer frente a su desconcertado protegido.

-¿Qué diablos estamos haciendo aquí Lain? – inquirió Allen aun aturdido.

-Mejor dicho – respondió Lain – que estabas haciendo tú con esa chiquilla después de que no querías seguirla.

-¿De qué estás hablando? – Preguntó Allen  - lo último que recuerdo fue haberme sentado en este maldito sillón y haberle preguntado a la fuerza porque estaba llorando.

-¿En verdad quieres que te diga que fue lo que realmente sucedió?- dijo Lain añadiéndole misterio a su habla.

-Cuantas veces tengo que repetírtelo – dijo Allen enfadado.

-Te acostaste con ella en este mismo sitio – respondió Lain en tono serio.

-¡Pero qué demonios estás diciendo!

Con la declaración que su protector le había hecho, Allen comenzó a marearse y sentirse asqueado, pero también se puso furioso.

-¡Eres un imbécil  cómo pudiste permitir que sucediera algo así; con qué objeto provocaste que sucediera esto, porque tú fuiste quien lo provoco, es por eso que te empeñaste en que la siguiera!

Allen se levantó de súbito.

-Hazme entrar a la habitación de esa niña.

-Recuerda que no es tan fácil como se piensa mi querido Allen, todas las habitaciones tienen un modelo de seguridad distinto y podrías morir intentando entrar.

-Ya eh muerto una vez así que la muerte no es algo a lo que deba temerle.

-¿Tanto te encoleriza saber lo que sucedió?

-No trates de burlarte de mi Lain, perfectamente sabes que yo odio a esa niña; Desconozco las razones concretas pero no me agrada en lo más mínimo.

Por el amor de BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora