Nobody Likes Me [KatsuDeku]

Cap -6-

No era agradable.

Nada es agradable.

Estoy forcejeando, desde que desperté, con una especie de chaqueta de fuerza, encadenaron mis piernas al suelo, y me ataron a la cara una mascara de oxigeno.

Estoy furioso.

Me tienen en una habitación blanca, desde quien sabe cuando.

Grito y jalo las cadenas que me tienen aprisionado desde el momento en que abrí mis ojos.

La iluminación me produce algunos mareos, y me deja la visión borrosa, parece que no estoy acostumbrado a los lugares luminosos.

Unas personas intentaron acercarse a mi, pero las espante con mis gritos y forcejos.

Puedo diferenciar atentamente el sonido de las cadenas arrancando el suelo con ellas, de la fuerza que ejerzo, pero eso me importa poco.

Pronto podre estar libre, para buscarlo.

Dirijo mis ojos hacia atrás, para enfocarlos en mis pies, aumentando mi fuerza para terminar de arrancar el pedazo de suelo que me tiene aprisionado.

Pero alguien me sujeta de mis cabellos, y tira mi cabeza hacia atrás, impidiéndomelo.

Frunzo mi rostro, observando con enojo a esa persona, que usa una mascara, prohibiéndome verle el rostro, pero eso es lo que menos me importa.

Necesito sacármelo de encima.

Ejerzo fuerza contrarrestando la suya, y por un momento le veo aflojar su agarre, aproveche ese momento para devolverle toda la fuerza encima, provocando que cayera hacia atrás, soltándome.

Comencé a tirar hacia arriba, levantando mi cuerpo de mis rodillas, consiguiendo ponerme de pie, más rápido de lo que creí que lo haría.

No completamente erguido empecé a dar los primeros pasos, cargados de esfuerzo que es tapado por la rabia aún latente en mi cuerpo.

Las cadenas de mis pies, siguen aferradas al suelo, pero ya falta poco para que se suelten.

Se escucha el chirriante sonido de los eslabones siendo obligados a separarse, y finalmente apunto de que se suelten, se escucha el azote de una puerta, que de nueva cuenta, no es mi centro de atención.

Milímetros para que se terminen de separar un par de eslabones, no alcanzó a escuchar el caer de las cadenas, o que me arroje al suelo la fuerza ejercida por mi cuerpo, sino que, en su lugar, si caí, pero porque varias personas se tiraron sobre mi, y ejercieron peso.

En cuanto intente nuevamente levantarme, clavaron otra aguja en mi cuello, provocando que mi cuerpo titubeara ante la fuerza ejercida.

Es entonces que mi vista comienza a ser invadida por puntitos blancos, que me logran confundir, más de lo que ya estoy, por la iluminación.

Mis piernas tiemblan y seden ante el peso extra.

La fuerza que mi cuerpo ocupaba hasta hace unos segundos, se duerme de nuevo, o desaparece, no lo se.

Solo se que perdí el control de mi cuerpo, no lo siento para nada.

Todo por culpa de estos malditos.

Ahora no voy a poder buscarlo, a él.

Agrande mis ojos al pensarlo.

NO.

TENGO QUE BUSCARLO.

Tomaron de nuevo mis cabellos y levantaron mi cuerpo otras manos, varias personas me sostenían.