You & Me.

Premio

-Sólo ponlo arriba- La feliz pareja de casados se encontraba arreglando su hogar para las visitas que vendrían pronto.

-¿No crees que tiene muchos adornos?-Park rió sarcástico.

-Nunca es suficiente, lindo- El árbol se veia muy lindo, con luces, bambalinas y un gran liston rojo en forma de lazo.

-Estoy cansado-Se quejó el mayor acostándose en el gran sofá-

-Yah levántate, hay mucho por hacer.-Park tomo el brazo de su esposo jalándolo para que se levantase, pero este no lo movió ni un centímetro, al contrario Kim lo abrazó de sorpresa teniéndolo arriba de el en el gran sofá.-No es hora de dormir nam-Park se quejaba.

-Solo unos minutitos.-Los gruesos brazos del mayor no querían liberar al pequeño chico que se movía inquieto.

-Nam no estoy jugando, tenemos que terminar esto-Park se estaba enojando.

-Te soltaré si me das un beso-Park suspiró rendido, para el mayor todo era un juego.

 Cuando el rapero aflojó su agarre Park se sentó en el regazo de su esposo para luego agachar su torso y besar rápidamente los gruesos labios, Kim tomó la cintura del menor para que no se fuera tan rápido.

-Otro-Pidió el alto chico con una voz de niño pequeño.

-Dijiste que uno- En un rápido movimiento, el mayor tenia a Park bajo suyo, a centímetros de su rostro.

-Sólo uno más-Susurro el mayor observando las mejillas coloradas de su esposo.

-N..no, aléjate hace calor-De repente Park se encontraba muy tímido.

-Calor en invierno... Eres tan lindo ¿lo sabes?-Kim besó por fin los labios de Park, empezando con un ritmo lento, succionando el labio inferior, mordiéndolo algunas veces provocando pequeños suspiros de parte del pequeño chico.

 Kim metió su mano debajo del gran suéter que hacia lucir mas pequeño a su esposo, jugó con esa parte sensible del pequeño quien al sentir la mano intrusa del alto chico, arqueó su espalda. El rapero metía ahora su lengua explorando la dulce boca del contrario, con ese ritmo endemoniadamente lento, los dulces besos eran sonoros y húmedos, como le gustaba a  ambos.

-N..nam d..debemos-El mayor hizo un puchero que hizo sonreir a Park.

-Vamos jimin, los adornos no se iran a ninguna parte.-Park pasó sus manos por los hombros del más alto.

-Cuando terminemos, me tendrás cuantas veces quieras.-Al mayor se le iluminaron los ojos al escuchar esas palabras.

-¿Que estamos esperando?, ¡Arreglemos todo!-Park sonrió.

-¿Eres tan fácil de convencer?

-Sólo si el premio eres tú-Park negó sonriente.