Capítulo 5.

533 48 19
                                    









Derek

El sonido de mi móvil me despierta, causando que la pelirroja se remueva sobre mi cuerpo. Lo alcanzo sobre el buró y al ver la foto de Rosse en la pantalla rápidamente desvío la llamada.

<<No me jodas ahora, ardiente morena>>

La mano de Melanie se pasea por mi abdomen desnudo, llegando hasta el borde de mi jean y colando mínimamente la mitad de ella adentro. Su electrificado cabello me pica en el rostro, sonrío.

-Buenos días, hermosa - ríe al escuchar el apelativo que le he dicho.

Esconde su rostro en mi cuello, dejando pequeños besos húmedos en esa zona y causando que algo en mi interior se encienda. La mayoría de las veces osamos por dormir juntos debido a varias razones, la principal es porque nuestra relación de 'sexo sin compromiso' ha ido más allá de lo normal. Para este punto ella se ha vuelto más que una simple chica con la que tengo encuentros íntimos, es mi amiga.

-¿Qué haremos hoy? - pregunta luego de terminar su sesión de besos.

Me mantengo en silencio para pensar un poco sobre la respuesta que le daré, nada viene a mi mente tan temprano. Acaricio su suave espalda mientras niego con la cabeza.

-Podríamos quedarnos aquí y tener sexo desenfrenado todo el día, ¿que te parece? - achica sus enormes ojos grises, mirándome con desaprobación.

-No todo en esta vida es tener sexo, Mitchell. Hay cosas más interesantes que podemos hacer - levanto mis cejas, ofendido.

La reto con la mirada, subiéndola completamente sobre mi cuerpo y con sus manos extendidas en mi pecho.

-Menciona tres - muerde su labio inferior, mirando hacia todas partes en la habitación.

Pone su frente justo arriba de mi pectoral izquierdo, está adormilada y apunto de rendirse, lo sé.

-¡Bien, no hay cosas que podamos hacer más interesantes que el sexo, lo acepto! - exclama con los brazos al aire, ambos reímos.

Decidimos levantarnos de una vez por todas y luego de vestirnos entramos a la cocina para desayunar algo ligero. Anoche nos duchamos juntos, pero no tuvimos sexo. Me tiene castigado por causarle problemas con su jefe hace un par de días. Pero vamos, no fue mi culpa tener una diarrea de los mil demonios.

Le doy un sorbo a mi café, seguido tomo una galleta de mantequilla y la degusto. Viene a mi memoria la charla que tuve con mi mejor amigo ayer por la mañana, miro a la pelirroja.

-Ahora que lo recuerdo, Ronan me dio un par de boletos para unas clases de cocina matrimoniales que se harán exclusivamente en la cuidad. Según entendí, alguien les hizo ese regalo de bodas por ser inexpertos. También dijo que Grace sigue con depresión y que no tiene ánimos de ir a ninguna parte desde lo de Jayden.

Una mueca triste aparece en sus labios y sus ojos toman un brillo cristalizado debido a las lágrimas que se han formado dentro de ellos. Tomo su mano por encima de la barra americana, a ambos nos duele mucho la partida de Jayden a pesar de que ya han pasado un par de meses desde que nos dejó.

-Todos estamos muy mal desde que se fue, él siempre ha sido muy importante para mí. Desde que lo conocí me apoyó en todo y me dejó formar parte de su vida. Lo extraño mucho y comparto el dolor con su familia.

Asiento en acuerdo, limpiando sus mejillas húmedas y abrazándola ligeramente.

-A todos nos duele demasiado su partida, pero debemos seguir adelante porque él lo quiso de esa manera y porque tenemos una vida por la cual luchar. - me separo de ella, sonriendo un poco para tranquilizarla. - ¿Vamos a esas clases de cocina?

Tentación infernal #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora