Capítulo 21.

416 48 63
                                    









Melanie

La mirada de Grace sobre mí me incomoda, en cantidades enormes. Muevo mi pierna de arriba hacia abajo con impaciencia mientras bebo un trago de café.

-¿Quieres dejar de mirarme de esa manera? - pregunto finalmente.

Ríe escandalosamente y asiente.

-Lo haré cuando aceptes que estás enamorada - blanqueo los ojos.

Ella y su estúpida insistencia con ese tema. Más de treinta minutos hablando de lo mismo no son suficientes para hacerle entender que está equivocada. ¿Enamorada yo? Lo dudo.

-No lo estoy, mucho menos de Derek. Él y yo solo somos amigos - digo la última oración con una pizca de dolor.

Si no la conociera tan bien diría que me ha creído, pero por la mueca de fastidio que tiene en el rostro sé que es todo lo contrario.

-¿Cuánto tiempo más vas a seguir engañándote?

Buena pregunta, ¿cuánto más?

Llevo meses tratando de repetirme constantemente que no debo confundirme, que desde un principio quedamos en acuerdo de que solo sería sexo, aunque creo que a estas alturas mi parte del trato ya se fue al carajo. La sexóloga me lo advirtió, me dijo que cuando alguien de los dos se enamorara esa persona es la que saldría lastimada. Mientras tanto, quiero seguir pensando que solo es atracción lo que siento por él.

-No te voy a negar que me encanta como ningún otro hombre me gustó antes, pero no creo que esa atracción sea amor - confieso.

Toma todo el líquido de su taza y después me observa aún con más intensidad que en un principio.

-Veamos, aquí la casada soy yo y creo tener la experiencia suficiente para detectar el enamoramiento en una persona. Así que, es tu momento para decirme lo que sientes cada que tienes al chico cerca - el entusiasmo en su voz me motiva de alguna manera.

Cierro los ojos un instante y soy capaz de ver al rubio en mi mente. Con esa sonrisa socarrona que solo él tiene y esos ojos claros que me vuelven loca.

-Cuando lo tengo cerca se detiene el tiempo, el mundo. Tenerlo a centímetros de mí me impide pensar con claridad y solo quiero besarlo. Si no está conmigo no dejo de pensar en él, en si estará bien y si en algún momento del día piensa en mí. Cuando lo veo con esa chica de cabello afro me hierve la sangre y mi parte egoísta sale a la luz al querer que solo esté conmigo. - hago una pausa para tomarme un respiro, Grace sigue atenta a mis siguientes palabras. - Y cuando me presenta ante todos como su amiga, me duele el pecho sin aparente razón.

Suspira, tomando mi mano por encima de la mesa y dándole un apretón reconfortante.

-Estás enamorada, amiga.

Y sólo bastaron esas dos palabras para hacerme sentir mal, para que el aire entrara en mis pulmones con dificultad. Que alguien me dijera a la cara lo que para mí era inaceptable, es un golpe muy duro de realidad. Quisiera en este momento ir a escarbar un hoyo en la tierra y meter mi cabeza adentro hasta olvidar lo que ha dicho Grace, pero sé que no puedo hacerlo.

-Hey, no es el fin del mundo. - me anima mi mejor amiga, la observo expectante. - ¿Te has puesto a pensar que quizá él siente lo mismo por ti? Eres una chica increíble, y no solo lo digo porque seas mi mejor amiga, sino porque realmente lo eres.

Le doy una sonrisa pequeña como agradecimiento; la verdad es que adoro a mi amiga por ser como es conmigo.

-¿Y si no siente lo mismo? - cuestiono con todo el miedo que puedo.

Tentación infernal #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora