Ángel negro | Ross Lynch

Capítulo 09

"Me tendrás en el momento en el que me necesites"

Pateo la puerta con muchísima fuerza, desesperándome cada vez más por no poder abrirla, a la misma vez que por las chicas que se reían mientras me lanzaban piropos, y decían comentarios como "La están violando" "Proteje a tu noviecita la puta" "Ojalá no la maten".

Y eso sólo me hacía sentirme cada vez más frustrado.

-¡ROSS! 

Grita mi nombre. Ha pedido mi ayuda... ella... necesita mi ayuda... no puedo dejar que le hagan daño, no me lo perdonaría.

Retrocedo lo más que puedo, y con la rabia e impotencia de todo lo que he visto esta noche en este club, pateo la puerta, encargándome de romperla.

El tipo blanco que nos dejó entrar al club es aquel hijo de perra que se esta encargando de destruir la vida de chicas esta noche... 

Deja de besarle el cuello a _____ cuando entro.

-¡HIJO DE LA GRAN PUTA! 

Exclamo, y mi puño impacta contra su mejilla, mientras mi otro puño impacta contra su abdomen, robándole el aire. Pateo su estómago con bastante fuerza, hasta que ella me detiene, poniendo sus delicadas manos sobre mi brazo desnudo.

-Ross... ya basta... estoy bien, tranquilo, por favor...

La observo, esta llorando.

Él la hizo llorar.

Le doy una enorme patada en el rostro a pesar de que el tipo ya estaba más que desmayado, para luego cargarla en mis brazos y salir de aquel maldito club lo más rápido que puedo, no la suelto hasta que ya está en mi auto, cierro las puertas y enciendo el auto.

-¿Te hizo algo?

Niega con la cabeza, mientras llora. 

Arranco el auto, y comienzo a manejar hacia la casa de _____, escuchando sus desgarradores sollozos de fondo.

-¿Por qué haces todo esto? 

Le pregunto.

-¿Qué? 

-¿Por qué vas a ese maldito club arriesgando tu vida? pueden hasta matarte allí dentro ______...

Le digo, midiendo mi tono de voz, no quiero hacerla sentir peor.

-No tengo dinero...

-Puedes encontrar dinero de otra forma- gruño- No vendiendo tu cuerpo.

Solloza.

-Es una muy larga historia Ross...

-Tengo tiempo.

Detengo el auto, asegurándome ya de estar a unas cuadras de la casa de _____ y de estar en una zona donde puedo estacionar.

Ella se pasa las manos por el rostro y me observa.

-Mi abuela hace tiempo tuvo una  disección aórtica- suspira- Gracias a Dios no murió, pero quedó muy delicada, tengo miedo de que pueda volver a pasarle lo mismo, sólo vivo con ella... mis padres murieron... y... hace un tiempo no tenía dinero para comprar sus medicinas, o para sus análisis- solloza- No quiero perder a mi abuela, fue mi madre desde que mis padres murieron, no soportaré otra pérdida, por eso me dedico a esto... es el único trabajo en el que paga lo suficientemente bien para poder comprar las medicinas de mi abuela... 

La observo, no puedo evitar ponerme algo sentimental.

Acaricio su mano, buscando su mirada, lamentablemente ella no me mira.

-Yo puedo ayudarte con el dinero...
Susurro

Ella me mira inmediatamente mientras niega con la cabeza y se limpia las lágrimas.

-Gracias, pero es demasiado dinero Ross, tu no tienes porque prestarme dinero, e igual no tendría como devolvertelo...

-No es necesario que me lo devuelvas, ______ vamos, no puedes estar trabajando en eso, pueden llegar ha matarte... te daré dinero hasta que consigas otro trabajo con el cual puedas comprar las medicinas de tu abuela.

Ella deja escapar un suspiro.
Niega la cabeza.

-No lo aceptaré, lo siento.

-¿Eres capaz de volver a ese maldito club después de hoy? ¡estuvieron apunto de violartr, maldita sea!

_____ abre la puerta del auto y se baja de el debido a mi insistencia. La sigo de inmediato.

-Por favor _______...

-¿Por qué sigues aquí? soy una prostituta, Ross, déjame, habla mal de mí como ya lo hace todo el mundo...

-Lo haces porque tienes una razón _______, ¿y sabes? que hagas todo esto para ayudar a tu abuela siendo menor de edad es admirable.

A pesar de que su trabajo se basa en soportar las caricias de hombres necesitados y probablemente ebrios.
Me da escalofríos de solo pensar eso.

-Por favor... ya déjame...
Susurra.

-No te dejaré ______, quiero ayudarte, no quiero que vuelvas a pasar por lo que pasaste hoy nunca más en tu vida, entiendelo, y así trates de alejarme, no lo haré, no me alejaré de ti.

Ella voltea y se lanza sobre mi, sus brazos me esfuerzan fuertemente mientras solloza en mi hombro.
La aprieto contra mi cuerpo, puedo sentir los latidos de mi corazón, su pulso es realmente agitado.

No me gusta verla así.
Y me arriesgaré a lo que me tenga que arriesgar con tal de sacarla de ese maldito "negocio".

De solo pensar que han estado apunto de violarla esta noche me dan ganas de matar a aquel hombre al que me encargué de golpear a pesar de que ya estaba lleno de sangre debido a mis golpes.

-Tranquila...
Susurro en su oído lo más tiernamente posible.

Odio verla así.
No soporto oír su llanto, odio ver llorar a una chica tan hermosa y como buenos sentimientos como ella.

-Lo siento... no tenías porque haber cuidado de mí esta noche...

-Descuida preciosa, estaré aquí para todo lo que necesites, ¿de acuerdo?

Ella asiente, y vuelve a esconder su cabeza en mi cuello.

"Y allí fue el momento en el que me di cuenta, que no podría alejarme de ella"